Es culpa mía por querer indagar en el Sci-Fi más B buscando grandes historias del género, en vez de grandes producciones y efectos especiales. Culpa mía por emocionarme al ver al león de la Metro Goldwyn Mayer (que actuaría como distribuidora supongo) nada más comenzar la cita y pensar que no sería nada mala. Admito mi culpa y el castigo, lo busqué yo solito.

Pero ustedes no tienen por qué caer en una película terriblemente mala, que de Sci-Fi tiene poco por mucho que hablen de experimentos, porque si los de esta película son doctores, un niño de primaria puede ser catedrático de Harvard y donde todo son excusas para mostrar cuanto antes asesinatos y desnudos... Y ese final... Psicólogos cuanto ántes para poder borrarlo de mi mente.

Están avisados, si caen ya saben, ha sido culpa suya.

El título lo dice todo. Historia sobre los amores y desamores de un grupo de snobs en Ciudad de México. Lujos, conversaciones intrascendentes y amor, mucho amor.
Trasciende un poco más de los típicos culebrones por las escenas de desnudos y sexo pero sin llegar a ser demasiado, puede que incluso ridículo cuando hablamos de una película del siglo XX, tiene una estética más bien setentera para los cánones europeos, planos cortos, música romanticoide, más parecido al "softcore" estadounidense casposo.

La producción cinematográfica de cada país tiene derecho a desarrollarse como quiera. Es una pena que la cinematografía mexicana prefiera más acercarse al estilo estadounidense que al europeo, en su derecho están, pero que en el siglo XXI nos cuelen esta niñería rancia y plastificada no tiene perdón alguno.

Comedia simple del poco experimentado Edouard Deluc sobre dos franceses que se adentran en la Argentina más cacique para asistir a la boda de su primo, ahí descubren los parajes del país sudamericano, sus costumbres y fiestas. No he estado en dicho país pero creo que da una imagen demasiado estereotipada, hasta el punto que parece que estás ante una película del Oeste, a veces aburre y a Benjamin Biolay no hay quien le entienda hablando en castellano pues, eso sí, obligado verla en versión original pues los problemas con el idioma es un punto clave del film.

Si no la ven no se van a perder mucho, existen comedias sobre extranjeros que van a otros países mucho mejores que ésta. Tal vez guste a los argentinos por alusión, aunque yo creo que en algunas escena deberían sentirse insultados.

Francia no tiene nada que envidiar a otras grandes potencias productoras de documentales como Gran Bretaña o Estados Unidos, pero esta vez han decidido ir más allá. Han decidido descubrirnos el Amazonas a través de los ojos de un mono capuchino. La especie de mono más abundante de América y el más popular en cuanto a animal de compañía.

Esto no significa que es como otros documentales donde el protagonista es la cría recién nacida de un animal y una voz en off le pone nombre y va narrando las peripecias de su vida mientras va creciendo. En este documental no existe voz en off, sólo sonido en crudo, asombrosas imágenes y una banda sonora que nos ayudará a meternos en situación según que caso, situación de peligro, tensión, alucinación, alegría, juegos e incluso amor. Así, descubrimos en Amazonas a través de los ojos de nuestro tierno mico, un mono de compañía que, de repente, se encuentra en medio del Amazonas al estrellarse el avión en el que iba trasportado. Descubrimos la primera vez que se enfrenta a los enjambres de moscas, mosquitos y parásitos que inundan el mundo salvaje, la gran variedad de invertebrados de los que siente miedo, su búsqueda de comida y, por fin, el encuentro con una comunidad de monos capuchinos (con un macho dominante como jefe y no muy amigable) del que aprenderá un sin fin de cosas para vivir en la selva, además de juegos y amor.

Aunque no se oiga una palabra humana, no resultará pesada su visionado, al contrario, resultará fascinante y envolvente. Una belleza.

Hago esta crítica deseando creer que existe una gran cantidad de ficción en el montaje de este documental aunque no tenga pruebas para ello, se sabría mal que, en efecto, hayan forzado a este pobre animal a todas las perrerías que muestra el metraje con el fin de conseguir el documental.

Lo siento mucho pero el pobre de Liberto Rabal no tiene talento, no pasa nada, no todo se hereda de los genes. Bastante ha hecho su familia con darle papeles o dejarle hacer una película y que ésta tuviera repercusión.

No tengo nada en contra del cine independiente, esa búsqueda del cine más crudo, con sonidos crudos e imágenes crudas, pero no es esto lo que vamos a encontrar en la peli de Liberto. Encontraremos una historia tonta, mal rodada, con pasos tontos y sin continuidad alguna, la escena del secuestro, con las luces apagadas, los actos onanistas... ¡Ufff! ¡Qué mala!
Una pena porque la historia prometía. Más aún para el cine independiente y realizarlo de una manera cruda, realista, en bruto, pero no, se queda muy lejos de conseguirlo. El producto ESTRELLA de la película es el síndrome de abstinencia que sufrirá la yonki al estar encerrada, pero no lo consigue, más que un síndrome parece un síncope, en otras películas está mil veces mejor caracterizado ese momento, en esta no. Y luego el final... en fin, que no hay por dónde cogerlo.

Contiene sexo explícito, el Liberto no repara en gastos para esas escenas, avisado está el que quiera ser avisado.