La cosa más bonita que he contemplado jamás. Me pongo esta peli y es como abrir un viejo cuento legendario que huele a puro folklore europeo. Los violines me rompen el corazón, la paleta de colores me lleva al síndrome de Stendhal, y además la película es más que la suma de sus partes: argumento, temática, desarrollo... Todo tiene las papeletas para parecer típico y, a pesar de ello, todo trasciende hasta hacerme llorar cada vez que lo veo....

... hasta que te das cuenta de que los Wolfwalkers eran los verdaderos nazis todo el tiempo y tú no lo sabías.

Hola, me llamo Alvin Straight y soy un anciano que da mucha penita.

Tengo 73 años, vivo en Iowa, mi mujer ha muerto y mi hija es discapacitada. Tengo un enfisema, problemas de visión y de cadera, uso dos bastones para mantenerme en pie y me desmayo de vez en cuando.

Qué penita doy, ¿verdad?
Pues espera, que eso no acaba ahí.

Resulta que mi hermano mayor, con el que no me hablo desde hace diez años, está enfermo y quiero hacerle una visita. Vive en Wisconsin, y es posible que le quede poco tiempo. Pero da igual, ante todo tengo que hacer mi historia lo más dramática posible, así que voy a viajar en cortacésped, que es lo que cunde.

Admirable, ¿a que sí?
¿Aún no estás llorando?

No te preocupes, porque esto es una Road Movie y en mi viaje me encontraré con gente aleatoria con la que podré recordar entrañables historias de la guerra y cosas así. Oh, la guerra, qué cosa tan trágica, ¿verdad? Sí sí, os contaré mil anécdotas emotivas. Unas serán trascendentales, otras sentimentales, otras serán moralina barata, pero todas tendrán la pretensión de que tú, amigo espectador, llores de emoción.

Mi cortacésped no funciona bien y me deja tirado muy a menudo. Estoy triste.
¿Estáis tristes vosotros?

No os preocupéis, porque de esta forma podré conocer a mucha gente a la que contarle mi historia. Y toda esa gente exclamará lo mismo que vosotros: “Oh, que intrépido viejecito, qué admirable espíritu afable el de este señor”. Y ensalzarán mi proeza con frases como “oh, yo no iría en ese trasto a ningún lado”, o “oh, ese señor apenas puede caminar” o “oh, es muy difícil hacer lo que está haciendo ese viejecito, ¿eh? ¿Eh? ¿¿EH??”. Porque claro, vosotros a lo mejor sois tontitos y no os disteis cuenta de todo eso a la primera, entonces Lynch os lo tiene que estar repitiendo una y otra vez.

Resulta que David Lynch nació para sugerir en vez de mostrar pero esta vez se lo pasa por el forro... Pero bueno, es igual, porque estamos hablando de MÍ y de lo entrañable que soy y de lo mucho que simpatizáis conmigo.

Vaya, se me ha estropeado el cortacésped otra vez.
Llorad.

Claro, en principio podríamos decir que El libro de Boba Fett no es técnicamente una secuela porque está centrada en unas tramas algo desconectadas del Mandaloriano. Pero de pronto van y te cuelan dos capítulos que son literalmente la continuación de la trama principal del Mandaloriano tras el final de su segunda temporada. Una jugada tan maestra como ambiciosa, cosa a la que Disney nos tiene acostumbrados desde hace tiempo.

¿Te gustaría ver Boba Fett pero no te has visto el Mandaloriano? Pues mala suerte porque te vas a comer dos capítulos sobre una trama de la que no conoces absolutamente nada.

¿Te gustó el Mandaloriano pero no te interesa Boba Fett? Pues te jodes porque la continuación de la segunda temporada está escondida en mitad de esta nueva serie que ahora estás casi obligado a ver.

¿La solución? Trágate todo y no te pierdas nada.

El precedente ya lo habían sentado con las primeras películas potentes de Marvel, en las que si querías seguir el hilo de Spiderman por ejemplo más te valía haberte visto antes (y en la cronología correcta) no se qué pelis de los Vengadores y otra del Capitán América porque resulta que su multiverso se ha convertido en la serie cinematográfica más ambiciosa de la historia.

Ahora con Star Wars pretenden lo mismo pero, en lugar de hacerlo sólo con películas, lo hacen con series "relacionadas" con otras series en sus tramas principales. Una espiral televisiva que pretende ser una multiserie en sí misma. Un poco más de chantaje emocional para secuestrar nuestra curiosidad y obligarnos a consumir como zombis todo el insulso fanservice que nos quieran tirar encima.

Siempre resulta curioso cómo en este tipo de producciones los villanos son personajes sin mayor profundidad que la de ser evidentemente malvados. Pero esto resulta doblemente curioso si además el villano es un capitalista de la industria del entretenimiento que se apropia sin escrúpulos de la creatividad de sus empleados.

Luego todo pasa de curioso a dantesco cuando la película empieza a bombardearte con referencias y a restregarte por la cara todos los derechos de todas sus propiedades intelectuales adquiridas en los últimos años. Porque los empresarios son unos avariciosos sin escrúpulos, sí... pero ellos no. Así que nada, ¡compremos sus productos! :)

JULIO

"Julio (del latín "tonto de mierda") es un primitivo y salvaje individuo de aspecto corpulento que se caracteriza esencialmente por su instinto primario de supervivencia, por su lenguaje soez, por sus toscos movimientos y por un deplorable estilo de vida basado en los sólidos principios del sedentarismo y la dejadez. Las aficiones básicas de dicho especímen consisten principalmente (y por orden de prioridad) en jugar a la Playstation 3, ingerir alimentos precocinados, dormir, beberciar y repartir aleatoriamente improperios e incluso mamporrazos por doquier a todo quisqui que se cruce en su camino (preferentemente a colegas o muertos vivientes o mujeres).

NOTA: El fornicio también podría incluírse entre dichas aficiones si el sujeto en cuestión no ha adquirido recientemente un "shoot'em up" de CAPCOM o si no está fatigado tras una extensa degustación de pizzas Casa Tarradellas. "

Ponga usted un Julio en su vida...
(aunque seguramente usted ya tenga a uno de esos)

Yo, al igual que el protagonista de Zombies Party, si tuviera que escoger a una persona con la que combatir una reciente invasión de muertos vivientes en mi ciudad, sin duda también elegiría a Julio.
Por eso esta película es tan buena.