Antes de comenzar, debo recalcar que no soy un amante de los musicales. Suelen parecerme forzadamente estéticos, sin alma... preciosos en ocasiones, pero vacíos por dentro. Siempre deseaba que la canción terminara para que dejara paso al próximo diálogo. Resumiendo: no estoy hecho para los musicales.

No obstante, y como suele suceder en numerosas ocasiones en esta vida, siempre suele haber una excepción. Me propuse ver esta película tras ver su elevada puntuación y percatarme de que transcurre en Irlanda, donde se cultiva buena música. Y además, aunque no figure en esta web, tiene un aire a cine independiente que la hacía aún más atrayente. Director, actores y todo el equipo en general son totalmente desconocidos... Está bien, eso se tiene que mirar. Decidí echarle un vistazo.

Y menuda sorpresa me llevé... A las pocas canciones ya estaba llorando, así, sin más. Puede que fuera porque, como al chaval protagonista, estuviera con el corazón roto (qué digo, aún lo estoy), pero sin duda lo que se lleva la palma de esta película son sus piezas musicales. Es curioso que esta vez deseara que cesaran los diálogos, pues a pesar de ser buenos, no eran el medio de comunicación de los personajes. La música es su canal de transmisión de sus sentimientos, y no hay más. Todo lo demás es una coraza que esconde su pasión. En esta cinta se hace vigente el enorme poder de la música para unir personas. Aquí no importa que afinen, que tengan buena voz. En esta ocasión, la música se utiliza como elemento puro y directo, no como mero adorno estético.

En un mundo cada vez más artificial, donde la cultura, el ocio o incluso los sentimientos parece que siguen un guión tristemente predecible del que no podemos salir... esta película me hace sonreír. Y es que por dentro estoy horriblemente deprimido. Ya no veo relaciones reales allá donde voy. La gente está perdida, el amor es forzado para compensar nuestra soledad interior. Un amante en raras ocasiones podrá mirar a su pareja a los ojos con intensidad y sentirse unido a él. Le dirá un "te amo" para recibir lo mismo a cambio. Sin embargo, cuando se detenga un momento a pensar en su vida, le entrará un angustioso sentimiento de vacío interior. Patrañas románticas que caen en la monotonía, detalles obligados a dar. La realidad es severa: la gran mayoría de las relaciones son vacías y no existe verdadero amor. Sólo dependencia, comodidad. ¿Qué, que soy un amargado al que le han roto el corazón y ahora lo ve todo gris? Puede que sí. En ese caso callaré.

Sigue en spoiler por falta de espacio.

Una persona en un punto de se rutina en algún. Toca el violonchelo en una orquesta. Tiene una esposa a la que ama. Al perder el trabajo, toma una decisión que cambiará su vida. Pero se siente vacía y vive perdida. Es más, ni siquiera vive. Sólo existe. Escapando así de esa situación, vuelve al lugar donde se crió. El lugar donde todo tuvo origen. Ahí se verá cara a cara con sus temores, su pasado y su presente. Y deberá afrontarlos.

Ésta es una película que no habla sobre la muerte, sino de la vida. Habla sobre una persona que se encontraba totalmente perdida por unos traumas familiares que le impedían ser feliz y de como, del modo que menos esperaba, logra sentir la vida en su interior y en todo lo que le rodea. Comprende que tras la muerte sólo hay vida.

Con un lirismo en las imágenes espectacular, algunas dignas del mejor pintor, nos muestra el transcurrir de la vida, son sus alegrías y sus penas. El guión de la película combina perfectamente comedia y drama, haciéndose así muy ameno el metraje. La situaciones son realistas y eso es de agradecer. Con unas interpretaciones sobrias, sobretodo por parte de Motoki, que hace un trabajo sencillamente espectacular, nada sobreactuado. La banda sonora, siempre acompañada del ya comentado violonchelo del protagonista, es totalmente conmovedora. En los momentos dramáticos, todo encaja a la perfección: realismo, planos lentos y cuidados, fotografía preciosista, interpretaciones buenas y una gran banda sonora. Y la mayoría de ellas, sin ni una línea de diálogo. Es ahí donde se perciben las verdaderas emociones, en el silencio. Y en este caso, el sobrecogedor silencio de la muerte.

Además, recomiendo totalmente esta película pues te da a conocer la visión sobre la muerte de la cultura japonesa. Totalmente emotiva.

En definitiva, comentar que si buscas una cinta donde reinen las emociones humanas, esta es tu película.

Sigo en el spoiler destacando un par de escenas:

Está claro que esta película no va a dejar indiferente a nadie, ya que trata un tema trascendental y metafísico que atraerá a más de uno. La verdad es que si ves el trailer te esperas una película de terror pero te encuentras con una película que va más allá explorando las emociones humanas y sus reacciones de una manera magistral.
Para empezar los actores están todos fabulosos pero la palma de oro se la lleva Jake Gyllenhaal. Expresa tantos sentimientos con una sola mirada: temor, astucia, tristeza,orgullo... que lo hacen un actor impecable en sus inicios. Todas las demás interpretaciones también están a la altura.
Me pareció una elección muy buena por parte del director ambientar la película en los 80, aportando una atmósfera inigualable en el film como en los films de ciencia-ficción de la época que la hacen aún mejor. Además eso conlleva unas canciones ochenteras que le van al dedillo, como la que presenta a los personajes del instituto de Donnie. Y no cale hablar de Mad World
Canciones aparte la banda sonora está genial y el tema principal es alucinante.
Y Frank, bueno, hay que reconocer que está mucho mejor cuando lleva la careta y se recomienda escuchar su versión original, mucho mejor que la española
Un saludo a fimlaffinity y espero que se hagan más films de esta categoría, que te hagan pensar, que te hagan sufrir, que te hagan sentir, que te hagan soñar.

Glen Keane, más conocido como excelente animador y diseñador de muchos de los más reconocidos personajes Disney de los noventa, nos ofrece una obra irregular. Y digo irregular, no regular, porque es un caso particular. Muy buena en algunos aspectos, y francamente decepcionante en otros.

La historia, exceptuando quizá el marco de mito chino en que se mueve el metraje, es un constante camino a través de caminos vistos mil y una veces, nada nuevo bajo el sol. Los personajes, más de lo mismo. Aunque (eso sí) es un filme desprovisto de todo cinismo, hecho con corazón, y consigue ser tierno y entrañable. En su faceta más Disney, también hay canciones que no impresionan pero al menos cumplen. Hasta aquí llega lo que en mi opinión es la parte floja...

... porque la película se redime con creces a lo que con total seguridad se debe al trabajo del mismo Glen Keane como director y animador. Visualmente ha creado uno de los mundos más espectaculares que se hayan visto jamás.Y el color, ¡qué color! Pura golosina para los ojos. Incluye escenas que provocan verdadero asombro, lo cual convierte "Over the moon" en obligado visionado a cualquier fan de animación. Se trata de un caso similar a los filmes de Don Bluth de antaño: guión pasable, animación excelente.

Pues bien, aquí termina esto. Quien quiera alucinar en colores (literalmente) tiene con qué saciarse. Y no es poca cosa.

Sé que cuántos pueblos me he pasado con semejante título, pero tengo mis razones. "El emperador y sus locuras" (no es un gran título, lo admito) es un filme infravalorado, injustamente tratado en taquilla en su momento (fue la película que marcó el declive comercial de Disney en el año 2000) y que falló precisamente en su mayor virtud bajo mi punto de vista: no tiene pizca de sentido de grandilocuencia. Allá donde grandes clásicos triunfaron trazando un claro equilibrio entre canciones, humor, romance y épica ("La bella y la bestia", "El rey león"), el emperador pisó fuerte en la apuesta de hacer reír, limando imposiciones de fórmula para películas como "Aladín" y "Hércules" que ya trataron de ofrecer un tono mucho más absurdo y ligero. Con esto no pretendo decir que los proyectos más ambiciosos, serios y profundos sean criticables. Sin embargo, esta cinta está repleta de méritos que hacen de su pasado fiasco un suceso profundamente triste, más aún cuando se arriesgaron tanto con algo diferente. Para su suerte, sus creadores poseen su club de fans, y en su nombre voy a decir algo que quizá os sorprenda: para mí no es sólo el humor lo que destaca aquí, sino la animación. El diseño de personajes, los paisajes, la paleta de colores, las expresiones faciales, los movimientos... es curioso como un sobresaliente trabajo artístico pasa desapercibido. ¡Pero la cosa no acaba ahí! A la receta se suma un guión ágil, rápido (los 78 minutos de duración son perfectos) y muy divertido, repleto de momentos tronchantes. Cabe decir que parte de la responsabilidad de las risas la tienen unos pocos personajes principales que mantienen todo el metraje en marcha con su carisma.

Pues bien, considerándome un firme activista en defensa del honor de este filme y sus cualidades, he aquí mi pequeño grano de arena en forma de crítica. Espero que con el tiempo esta película obtenga la nota que merece en mi querida FilmAffinity porque, a día de hoy un tibio 6,2 me resulta insultante.