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España España · Ferrol
Críticas de Sahar
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Críticas 288
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
1 de octubre de 2008
30 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
El actor y director francés Mathieu Kassovitz, de una filmografía de progresiva “americanización” (“El odio”, “Los ríos de color púrpura”, “Gothika”), nos ofrece un film futurista que pretende emular a la reciente “Hijos de los hombres” y, en menor medida, a la más lejana en el tiempo “Blade Runner”: de la película de Cuarón imita el propio nudo argumental (la escolta de un ser especial), su arenosa textura visual, su simbolismo religioso, y el carácter realista dentro de la ciencia-ficción; del film de Ridley Scott extrae el tema de la creación de personas por procedimientos no naturales, y algunas ideas de puesta en escena como la representación de Nueva York en el último acto de la peripecia.

Naturalmente también hay diferencias, y ahí es donde Kassovitz naufraga: “Babylon” carece de la enjundia política de “Hijos de los hombres”, y de la profundidad psicológica de “Blade Runner”.
Además resulta algo confusa en su devenir, atropellada en las secuencias de acción, y torpe en las escenas de multitudes: Kassovitz debería aprender de su compatriota Jean-Paul Rappeneau, que sí sabe cómo hacer un inteligente uso del caos y del tumulto (véase “Bon voyage”).
En su descargo, es bastante probable que la parte de co-producción americana, y la presencia del influyente héroe de acción juvenil Vin Diesel, hayan incidido en el resultado final más bien pobre, de manera que las presiones no hayan permitido al director ser demasiado “autor”.

En este sentido, tal vez con unas mayores dosis de violencia explícita o de morbosidad sexual (intuyo que en algunas escenas el director pisó o le hicieron pisar el freno) la película habría quedado mejor y sería menos “producto yanqui”.

Teniendo en cuenta que no es una película para el lucimiento de los actores, cabe destacar la cautivadora presencia de la bella francesita Mélanie Thierry como “Virgen María” del futuro, y la escalofriante mirada de Charlotte Rampling como suma sacerdotisa de esa orden religiosa a la que, en ese caótico mañana, ya sólo le queda la “demostración” de los milagros para reavivar la fe en Dios, tan muerto y acabado como el mundo tal y como lo conocíamos.
Sahar
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6
24 de septiembre de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bello título (el original) para el debut de Jieho Lee, con influjos que van de Robert Altman (varias historias cruzadas) a Quentin Tarantino (verborrea mafiosa), pasando por Alejandro González Iñárritu (ese look “perro” donde la violencia y la fatalidad parecen anidar bajo la tenebrosidad de cada plano, bajo la brusquedad de cada movimiento de cámara). En la línea también de Iñárritu (sobre todo el de “Amores Perros”) encuentro muy lograda la recreación de ambientes socialmente muy dispares, sin que por ello la película deje de tener unidad formal.

Una cosa que le da un sabor personal es que, moviéndose en lo real y tangible, tenga también un cierto toque fantástico relativo a los poderes precognitivos de Brendan Fraser, que hace quizá su mejor interpretación como ese matón – vidente.
Junto Fraser brilla también otro actor irregular (Andy García como su jefe, temible gángster tarantiniano), y los siempre excelentes Forest Whitaker, Kevin Bacon y Julie Delpy (lástima que el papel de la actriz francesa sea breve y funcional, aunque imprescindible).
Desentona un poco Sarah Michelle Gellar: la chica le pone voluntad, pero le falta carisma para fascinar al matón como lo hace, y talento para salir con bien de escenas que requieren de una gran intensidad dramática.

Cada episodio está encabezado por un sentimiento que funciona como título: La felicidad, El placer, El dolor y El amor.
Ninguna de esas sensaciones se presenta en estado puro ni de manera convencional o previsible: las cosas más extrañas pueden ser motivo de felicidad, y lo más insospechado puede llegar a constituir un placer… llegaremos a ver cómo alguien ríe en un trance fatal, o cómo alguien llora al hacer el amor.

Película digna e interesante sobre la imposibilidad de controlar, predecir o planificar nuestras vidas (¡es que ni con poderes videntes, oigan!), con momentos realmente originales, recomendable para los amantes de las volteretas estructurales, que pierde algún puntillo por...
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Sahar
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10
17 de septiembre de 2008
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Las ciervas” es la primera película de Chabrol propiamente “chabroliana”.
Turbia y turbulenta, narra la heterosexualización de una lesbiana, y la homosexualización de una heterosexual, de manera que los deseos de una y otra apenas llegan a coincidir.

Stéphane Audran, la primera gran musa del director, hace una de sus mejores interpretaciones como esa depredadora sexual ociosa y ricachona, dominatrix cotidiana acostumbrada a ser ganadora tanto en el juego como en el amor (es quizá la lesbiana más fascinante de la historia del cine, con permiso la Catherine Deneuve de “El ansia”).
Jacqueline Sassard, bellísima, tiene el triste papel de chica pobre, pintora callejera, cazada por la otra, usada y desechada… pero ya sabemos cómo se las gastan los personajes chabrolianos aparentemente perdedores y desvalidos…

Subterráneamente vislumbramos el tema de la lucha de clases (el uso y abuso de los ricos sobre los pobres: todo bien mientras sean serviciales, pero que no exijan demasiado), la mímesis y la dependencia afectiva, con celos que no se sabe muy bien “por quién” se sienten (tal vez ni los propios personajes lo sepan).

LO MEJOR: las dos “ciervas” (“biches” en francés, apelativo para referirse a las lesbianas), la gran enjundia psicológica (conviene un segundo visionado), la música.

LO PEOR: los secundarios (planos o sobreactuados).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sahar
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7
5 de septiembre de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Actualmente el cine francés es el paraíso para las actrices maduras, y últimamente vemos a la británica Kristin Scott Thomas cada vez más seducida y abducida por él, siguiendo la estela de su compatriota Charlotte Rampling (brillante como nunca en películas de Ozon, Moll, Cantet o Blanc).

Después del Óscar francófono a la maravillosa Marion Cotillard el año pasado, ¿por qué no dar el próximo a esta Scott Thomas? Siempre la consideré una intérprete algo fría, pero aquí está excelsa, tan elocuente cuando calla como cuando habla, y exhibiendo una profundidad en la mirada como sólo las más grandes logran en la pantalla.

En ocasiones asoma la sensación de encontrarnos ante un telefilm lacrimógeno, sólo que con mejores actuaciones (no hay que olvidar a Elsa Zylberstein, la hermana). Pero no es así: además de las excelentes actrices, la separan de la mediocridad su elegante sobriedad, su armonía y equilibrio, o el uso de referentes literarios cultos (genial la escena en que Elsa Zylberstein, profesora de literatura, se exalta con un alumno y con el propio Dostoievski a propósito de “Crimen y castigo”, un enfado muy francés).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sahar
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5
19 de agosto de 2008
29 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vistas las desmedidas pasiones que está levantando “El caballero oscuro”, casi me da apuro decir que me ha parecido decente sin más, inferior a “Batman Begins”, y que me resulta difícil encontrar en ella algo apasionante.

Sorprendentemente Batman está bastante descuidado, y queda bastante desdibujado dentro una coralidad que funciona de un modo irregular. En un extremo tenemos a Maggie Gyllenhaal, que resulta bastante floja en su insulso papel (es de esas actrices peculiares que funcionan mejor en películas independientes), y en el otro extremo tenemos a Heath Ledger. Pensé que sería difícil apartar de mi mente su trágico final, pero la verdad es que enseguida te olvidas de que estás viendo al malogrado Ledger. No obstante también opino que se le está sobrevalorando, y que carece de la maestría de Jack Nicholson para hacer de la sobreactuación un arte.

Su personaje, influenciado por la saga “Saw”, es lo mejor pero también cae víctima de lo peor: la enorme TIBIEZA de la película, que resulta mucho menos oscura de lo que el título y la fotografía parecen augurar. Baste como muestra la cobardona resolución de esa escena en la que el Joker introduce un cuchillo en la boca del mafioso (a años luz de la dureza cortante de aquella escena entre Maribel Verdú y Sergi López en “El laberinto del Fauno”), no hay ni una gota de sangre pese a las numerosas muertes, peleas y palizas… al final ha muerto mucha gente pero no puedes precisar el número porque apenas se ha notado dramáticamente, a causa de inoportunas elipsis, y te da un poco igual.
Y no sólo es poco oscura, sino que es hasta optimista y de una filantropía un tanto ingenua (esos presidiarios dispuestos a sacrificarse).

Hay episodios planteados con excesiva rapidez; no te da tiempo de entender cómo se llega a ciertas situaciones. Y tal vez se trataba de eso: prolegómenos los mínimos, porque difícilmente se podrían explicar con verosimilitud esas situaciones. Así pues, el montaje es siempre veloz (demasiado en las escenas intimistas, lo que lastra su efectividad). Da la sensación de que no se quiere “perder tiempo” en escenas dialogadas, que dicho sea de paso, suelen consistir en un encadenado de frases casi monosilábicas, salvo un par de parrafadas pseudo-filosóficas puestas para despistar, y víctimas de algunos excesos retóricos tan enfáticos que a veces bordean el ridículo (“¿Cómo se puede ser decente en tiempos indecentes…?” guau, qué pluma…).

Todo esto no es óbice para que el último acto cobre un considerable brío, y son interesantes ciertos dilemas morales que plantea: ¿Ha de cederse ante el chantaje terrorista? (la película parece decir que hay que resistir, y dejar que las cosas empeoren antes de mejorar). También es interesante el relativismo del concepto de héroe: lo mismo se le usa que se le desecha, se le idolatra que se le repudia.
Ya no estamos en tiempos de los griegos, y la devoción hacia un héroe ya no es incondicional, sino caduca, interesada y veleta.
Sahar
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