Vamos por el buen camino, este es cine de la Hispanidad. Un punto de vista muy endulzado de la vida de Simon Bolívar.
Ni los buenos eran tan buenos (libertadores), ni los malos eran tan malos (los explotadores españoles).
Fue una guerra civil por dejar de pagar el IVA a la Corona ( el quinto real) y quedárselo los criollos.
Evidentemente Inglaterra, nuestra eterna archienemiga, se apuntó a la fiesta. Y al final perdimos los dos: los novohispanos y los hispanos.
Desde el punto de vista histórico hay muchas lagunas que son "de la casa", porque ni estuvo jugando a la pelota con Fernando VII, ni combatió cuerpo a cuerpo en esas batallas cruciales, ni ese banquero inglés existe (exigencias del guión, porque es un recurso muy acertado para ir anunciando por donde van los tiros).
Como anécdota: Simón Bolívar estuvo en las Cortes de Cádiz y trabajó como capitán de la guardia de seguridad de las Cortes, sofocando alguna revuelta y poniendo orden. Ahí queda eso, como tantas y tantas cosas.
Si me ciño a la película: un PELICULÓN. Desde la primera secuencia, esa descabalgada, subiendo las escaleras, de espaldas...te das cuenta que esto es una producción que va en serio. Se cuida la estética, se miman los detalles.
Vamos por el buen camino: hay que hacer más y más producciones como esta. Cooperar en este ámbito, en el cultural, porque son más cosas las que nos unen que las que nos separan.
Que no sea siempre con la excusa el petróleo, de mercadear, que potenciemos las producciones como esta y los intercambios universitarios, por ejemplo.
Luego ya vendrán los puntos de vista y los mensajes más o menos partidistas con el que se quieran enfocar cada película.
Pero en principio: el producto es muy bueno.
El reparto de lujo, la fotografía de diez, los paisajes, la ambientación histórica, las luces y sombras en las secuencias nocturnas..., es realmente hermosa.
Deberían proyectarla en todos los colegios de esta hermandad que somos la Hispanidad.

Esta película me sorprendió, pensé que era la típica americanada para que la gente se aliste en el ejército y ponerse a "salvar" el mundo.
Pues no, es policíaca, crítica del sistema diplomático que tienen montado allí con el petróleo y más cosas...que es bueno verla y sacar opiniones propia.
Tengo una debilidad con Jennifer Garner, me encanta, como mujer y actriz... así que a la mínima que tengo alquilo una película de ella. Aquí no es la protagonista, porque es un elenco actoral bastante completo (Chtis Cooper, Jamie Foxx...).
Quizás falla la película en no profundizar mucho en las relaciones personales o la vida privada de los protagonistas.
Exceptuando en el oficial saudí, que con un par de pinceladas te define que tipo de persona es, con valores.
Película con varias escenas de acción espectaculares, pero bien rodadas, entretenida, interesante.

Poco más que contar, la verdad que le han dado mucha caña al binomio Affleck-López, pero inmerecido.
Ambos eran jóvenes y muy guapos, dos talentos de la interpretación, y como se ha demostrado con el tiempo (sobre todo con Ben), de la dirección artística.
La pareja tiene química, la historia es simple, está bien rodada, no tiene nada que la haga sobresalir, pero es muy entretenida y se ve muy bien.
Diálogos muy originales, siempre recordaré a Ben leyendo los ingredientes al "protegido" de un alimento envasado.
O la escena de la cafetería de Jennifer López achantando a unos machitos, o cuando filosofea sobre el cuerpo del hombre y de la mujer.
Una de la mafia, de barrio, sin persecuciones de automóviles y tiros, pero simpática.
Muy entretenida.

Una película que se desarrolla en la zona suroeste de Argentina, quizás en la Patagonia (rodada íntegramente en un hospital geriátrico, perfectamente mimetizada como si fuera un cuartel).
La producción cuenta con muy pocos medios, pero los exprime de una manera que consigue un producto de enorme calidad.
Se abordan temas tabúes en las sociedades de entonces (los setenta) como la homosexualidad, la objeción de conciencia, el por qué estamos aquí, y el para qué...el antimilitarismo, en una sociedad que se desmorona.
Una sociedad que por otra parte estaba siendo machacada por grupos terroristas que atentaban contra las instituciones del Estado y la población civil, como aquí en España hasta hace poco.
Es entonces cuando aparecen los cantos de sirenas de los vendepatrias y con que alguien de un paso, la masa le sigue y al final la solución es peor que el problema.
Ese es el preludio, el telón de fondo de la película, que el militarismo, la jerarquía, el miedo al mando, funcionan, y que tienen que seguir existiendo.
Evidentemente, dentro de las instituciones hay personas que luchan por que se cumpla la ley, por investigar los abusos, es la lucha entre el deber, según una forma de pensar, y el deber según otra.
Y en medio de este caos siempre, cuatro mangantes que se aprovechan.
Vamos, una buena historia, unos guionistas muy efectivos, la fotografía magnífica, mi escena favorita es cuando se produce una conversación entre el comandante que investiga y un soldado, y le cuenta una anécdota para ganarse su confianza, ese brillo de la luz en el agua, que como una aureola de dignidad envuelve al personaje.
Los diálogos, magníficos.
Las historias paralelas, tremendas, realistas....como el cine argentino.
El elenco de protagonistas y de secundarios: acertadísimos.
Muy bonita, no se la pierdan.

Cuando la gente que se dedicaba a la política lo eran con una cierta preparación y sobre todo con dignidad.
La película narra un episodio poro retratado en el cine: el pez grande se quiere comer al chico.
El chico se busca al primo de zumosol (que es la Unión Soviética) y ahí es cuando las cosas se tuercen.
La película en sí tiene recursos muy bonitos, como son el lado humano de los protagonistas, hurgar en las alcantarillas del poder, las intrigas palaciegas de la era nuclear, la industria de armamento, los grandes grupos empresariales de EEUU, que se alimenta de las fraternidades universitarias para reclutar a sus élites (El establishment ) frente al Clan Kennedy, de origen católico irlandés, que no pegan ni con cola con esa filosofía pero torean que da gusto.
La trama se retroalimenta y te sumerges en la historia, de forma claustrofóbica, parece que no hay salida, ahí está el mérito del guionista y del director, la acción y la tensión va in crescendo.
La fotografía es muy bonita, a veces solapada con escenas en blanco y negro. Muy del estilo de Oliver Stonne.
Se resuelve bien, como la propia crisis que narra la película, cierra la historia con un mensaje normal, de gente normal, padres de familia (gente con dinero y poder, pero sencilla)...muy bonita.