No ví la original, de modo que no puedo hacer comparaciones. Esta película es bastante entretenida, lo cual ya es un mérito, principalmente teniendo en cuenta que no es una comedia en todo el sentido de la palabra, y lo que es más importante, no es una comedia del tipo Sandler.
En efecto, hay que agradecer que aquí su personaje esté bastante limitado, sin las habituales divergencias vulgares y escatológicas que aparecen en otras películas de este actor. En este caso, evidentemente han decidido hacer una remake sin agregarle esas supuestas "humoradas."
Decía que la película no es excesivamente cómica; si bien tiene un par de gags, en general transcurre en un tono ameno, divertido, sí, pero también con algunas cuotas de seriedad y hasta una pizca (muy diluida) de reflexión que la hacen un producto bastante recomendable, al menos para entretenerse un rato, sin caer en el bajo nivel al que nos acostumbra el cine americano hoy en día.

En esta película donde la idea principal es conseguir dinero por medio de malas artes, el público es la primer víctima del robo. Aunque la idea tiene cierto potencial, ha sido muy mal llevada a la pantalla, incluso teniendo en cuenta que es una película de la que no se puede esperar mucho de antemano.
Considero que habría que implementar algunas medidas para hacer de ésta una película mínimamente potable:
1) eliminar a Tom Green del reparto. Evidentemente EE. UU. confunde picardía con estupidez o problemas mentales. Tom Green es como Rain Man, pero sin las matemáticas.
2) el personaje del padre de la chica (Dennis Farina) es patético. Pensándolo bien, la mayoría de los personajes entran en esta categoría.
3) los dialogos son espantosos, carecen totalmente de lógica y no causan la más mínima gracia. De nuevo EE. UU. confunde incoherencia con humor.
4) habría que darle un poco más de metraje a la sobrina (Tammy Blanchard), quien por lo poco que se ve tiene cierto potencial.
En definitivas, un robo de tiempo y dinero para el público.

Amélie es un regalo para los ojos y un regalo para el alma.
La historia puede discurrir a un ritmo desigual -por momentos calmo, por momentos vertiginoso- pero siempre mostrará variantes interesantes y tendrá al espectador atento a la trama.
La música acompaña de forma increíble cada situación y las actuaciones no le van en zaga, por supuesto encabezadas por una maravillosa Audrey Tautou.
Hay que reconocerlo: la trama no es de extrema originalidad. Incluso hay varias subtramas en la misma película; el director confesó que todas las historias que componen la película le daban vueltas en la cabeza, y decidió unirlas en un sólo film. Finalmente se decidió por el personaje de Amélie para guiar la acción. Pero aquí lo importante es el aspecto estético más que nada. Es allí -en los colores, las formas, los sonidos- donde la película descolla.
Eso es lo que hace a Amélie única. Lo que nos lleva a mirarla -contemplarla- una y otra vez, maravillados con las emociones que nos despierta. Es una película que no se puede comentar. Sólo resta mirarla.

Breve sinopsis: Tres alumnas de secundaria -amigas entre ellas- acusan a un profesor de haberlas acosado sexualmente. A partir de allí se nos muestra qué sienten las acusadoras y el acusado durante el juicio que se le sigue, y cuál es la verdad detrás de toda la historia.

Tengo que decir que la película trata un tema muy interesante, como son las frecuentes denuncias de acoso sexual por parte de alumnos hacia profesores; tema que por lo controversial -y sin duda por cierta carga de morbo- suele ocupar grandes titulares en las noticias diarias. Estas acusaciones, como demuestra la realidad, suelen ser dificiles de probar, y en muchas ocasiones los resultados de los juicios resultan incorrectos: víctimas que no reciben la justicia esperada, y verdaderos culpables que resultan exonerados. En estos casos, nos enseña la realidad, la verdad es muy difícil de demostrar. Así que uno esperaba un drama fuerte, con gran carga emocional y la habitual tensión que despierta un juicio -aún en la ficción- para dilucidar una acusación tan grave.
Pero en mi opinión se ha desaprovechado la idea al mezclar lo que podría ser un buen drama con toques de comedia negra y ciertos personajes impresentables. Uno no termina de meterse en la historia ya que hay continuas situaciones burdas que supuestamente son graciosas, y los momentos dramáticos resultan parcialmente arruinados con gags de comedia liviana. Una mención especial, por lo deplorable, para el rumbo que parece estar tomando la comedia en Hollywood: chistes obscenos, desubicados, proferidos por personajes escatológicos que resultan escasamente graciosos, directamente dirigidos al espectador de bajo nivel intelectual, apoltronado en su sillón y saturado de cerveza.
En definitiva, una película que se deja ver, aunque resulta más pasatista que reflexiva, y que desperdicia la oportunidad de mostrarnos "desde adentro" la oscura trama de estos escándalos.

Por lo general trato de seleccionar más o menos lo que veo, es decir, no miro cualquier cosa que aparezca en la pantalla.
Bueno, grave error elegir esta película.
La idea es que un tipo que está peleado con la novia, va a la fiesta de despedida de ella, ya que la chica se va a vivir a otra ciudad. Entra medio de incógnito, ya que es persona no grata en ese círculo. Para complicarla un poco, el tipo concurre a la fiesta con su proveedor de droga (sic), quien obviamente lleva buena cantidad del producto con él. Pero, como no se anima a enfrentar a su ex, ambos se pasan la mayor parte de la fiesta (y por tanto, lamentablemente, de la película) encerrados en el baño, hablando entre sí.
Supuestamente se establecen varios diálogos profundos, entre estos dos hombres y también con visitantes ocasionales al baño. Pero a decir verdad, los diálogos y la película en general me parecieron terriblemente aburridos, pedantes y seudo-intelectuales.
Creo que las intervenciones del vendedor de drogas (Jason Statham) son lo único que levanta un poco el nivel de la película. Del protagonista mucho no se puede esperar, ya que evidentemente tiene el cerebro arruinado por la cocaína, pero Statham tiene unas líneas (de diálogo, hay que aclarar dada la trama) bastante interesantes.
Los diálogos (ya que la peli transcurre exclusivamente en éste ámbito, casi sin pasar a alguna clase de movimiento de sus protagonistas) son para el olvido, con pretensiones de auto-descubrimiento pero, habida cuenta de la cantidad de droga que esta gente esnifa durante la película, la conversación es absolutamente olvidable, típica de dos tipos ebrios y drogados.