Dado que se trata de una película basada en hechos reales merece verse, al menos, para ingresar a lo que parece ser el mundo real de los vínculos del crimen organizado con la policía que intenta combatirlo. Luego cada uno juzgará si los métodos utilizados por esta última son los correctos o no.
La película se inicia enfocando esta relación más o menos permanente entre gánsteres y policías que normalmente no está al alcance del conocimiento directo de la gente común.
Luego, se exploran los sentimientos y el dolor de policías ─más humanos que héroes─, que se autoconsideran honestos, pero que son desconocidos como tales o, peor, juzgados por la sociedad.
Están muy bien los personajes y las situaciones.

Sobre todo por sus primeros capítulos, la serie merece ser vista; aunque sin mayores pretensiones: solo se trata de un entretenimiento bien construido.
Luego se va ralentizando un poco, como casi todas las series de muchos capítulos, y la aparición de nuevas circunstancias o personas va perdiendo su atractivo.
La vi como una especie de larga humorada, con momentos criminales sangrientos y burdos, algún secretito familiar que no le hace demasiado a la cuestión y con una interesante relación cambiante del dúo principal de protagonistas. Tampoco faltan algunas contradicciones en la voluntad de los personajes a medida en que la historia va avanzando.
Su desenlace es correcto, pero, insisto, su metraje un poco extenso exige un poco de paciencia.

Coincido con la critica del diario La Nación: "un misterio más interesante que su resolución", y agrego que esta última es bastante decepcionante.
Sus primeros cuatro capítulos son muy atrapantes, aunque haya que digerir el comportamiento alejado de la realidad de algunos de sus personajes (ver spoiler), pero a partir del cuarto ─cuando el misterio se va esclareciendo─ la serie comienza a deshilacharse y pierde interés en un final bastante simplista y alejado del sentido común.
Le otorgo 8 puntos a la mencionada primera parte, y no más de 2 al cierre.
De cualquier manera, con las reservas del caso, puede mirarse.

Una serie que comienza muy bien, generando auténtico interés al menos durante los dos capítulos iniciales.
Un inicio que se desarrolla dentro de ciertos carriles racionales que pronto irán cambiando a medida en que se van sugiriendo y sumando actitudes videnciales en ciertos personajes o acontecimientos sobrenaturales que no tendrán explicación sino hasta el último capítulo.
Por lo tanto, el interés inicial se va transformando en ansiedad por saber de qué va (o fue) toda la serie.
Eso hace que la fidelidad del espectador frente a la pantalla esté garantizada por conocer el final, aunque por momentos le vaya ganando el tedio.
Cuando al fin llega al desenlace, se encuentra uno con la parte menos elaborada, pues las largas explicaciones de cada una de las intrigas acumuladas durante las cinco horas previas simplemente surgen de la boca de uno de los personajes a modo de narrativa, de la misma manera en que podría haberlo hecho un guionista mirando a la cámara con el libro en la mano.
Seguramente, a muchos espectadores le satisfará esta especie de Black Mirror de larga duración (6 horas es un suplicio) y a otros, como yo, no tanto.

Primero me resultó confusa (varias veces he rebobinado para reordenar el árbol genealógico) aunque bastante atractiva, luego por momentos me aburrió y por momentos me intrigó lo suficiente como para llegar hasta el final para saber de qué la iba. Si el desarrollo hasta allí la iba de manzanas, pues terminó siendo de peras: en el final se dan una serie de absurdas coincidencias más propias de película cómica que de drama profundo como es esta, sumadas a hechos ocurridos en el pasado que dificilmente el sentido común acepte sin objeciones. Y mejor no hablar de la última escena...
En fin, lindos paisajes, lindos cuerpos femeninos, autos siempre rojos, un árbol que no sabe qué está haciendo allí, vacas y toros (algunos están donde no deberían) más un argumento enrevesado en una peli larga (muuuy larga) que por momentos entretiene y siembra intriga y finalmente parece un auténtico culebrón..