Una dirección -tanto estética como técnica- y una construcción argumental buena, pero especialmente destaca la interpretación de sus tres protagonistas (Javier Bardem, Josh Brolin y Tommy Lee Jones). Cada uno representa un carismático rol y resulta imposible no admirarlos pese a sus dudosos métodos. No es País para Viejos es nervio y suspense, pero en ocasiones se extraña ritmo y velocidad.

Lo que el Viento se Llevó es un largometraje -aspecto a tener muy en en cuenta- único, con un desarrollo del proceso de evolución extremadamente pionero e innovador. Inicialmente se respira un romanticismo victoriano predominante que de forma paulatina va desapareciendo hasta situar la acción en un contexto bélico e histórico y de agonía constante. Protagonizada por Vivien Leigh, adoptando el papel de joven adinerada y caprichosa que tan bien culmina en Un Tranvía Llamado Deseo -aunque en esta cinta su dolor y sufrimiento se posicionan a puntos inimaginables-; y por el radiante Clark Gable, siempre despreocupado, pero con la capacidad de apaciguar y poner freno a la protagonista.

Casino presenta uno de los inicios más impactantes de la trayectoria de Scorsese, una advertencia y un preludio de lo que le espera al espectador en este thriller protagonizado por un triángulo perfecto, formado por De Niro, Pesci y Sharon Stone. El frenesí inicial no reduce y su aura hipnotizante perdura al largo de toda la película, incidiendo en la construcción de sus personajes y en uno de los mejores guiones que ha ofrecido el director americano.

Si Marlon Brando tiene aparición en algún título, la calidad está garantizada. Interpretando el papel de Stanley, atrapa con su presencia agresiva, salvaje, pero especialmente atractiva. Sin embargo, la verdadera protagonista es su cuñada Blanche Dubois (Vivien Leigh, extraordinaria), una arpía que se acomoda en casa de su hermana. Los personajes y la trama son arquetipos de una sociedad enferma y con el hombre como epicentro del mundo. Tennessee Williams (guion) es la pieza angular de este film que tan bien ha madurado al largo de los años.

Estragos de la Muerte en Venecia de Thomas Mann, de Hermann Hesse y de Ciudadano Kane. Fresas Salvajes es apasionante en todos los aspectos, con una narrativa no solo innovadora, sino brillante para su época. Ingmar Bergman expone una mirada nostálgica de un infranqueable profesor con heridas de su juventud que le han marcado durante toda su vida. La sobrecarga psicológica y filosófica -digna de mención- complementa una alegoría perfecta y admirable.