Cierto que el baile final parece diluir ese pesar que deja la crueldad que sufren los niños a lo largo de la película, pero precisamente ese es su valor. El optimismo de esta película ha trascendido sus expectativas. Música y danza al servicio de la difusión de la esperanza. No está nada mal. Rasgarse cinematográficamente las vestiduras tampoco parece que haya sido la panacea a la hora de estimular la conciencia social. Estoy segura de que esta peli tendrá más trascendencia de aquí a 20 años que ‘Ciudad de Dios’.

Lo mejor la música. Me gustaría ver la versión europea tipo "Un chico turco estudiando en un barrio marginal de Berlín... "
Quizá esta versión tendría menos baloncesto y algo más de templanza en desenlace. Si, el final es una pena. Es una pena por la dirección. No se entiende ese empeño en dar ese golpe de efecto complaciente, con tal afectación de los personajes y que estropea lo plausible del contenido del guión.
Espero que los valores educativos que proponen las universidades privadas americanas no sean tan teatrales y superficiales. Por que si es así, da verdadero repelús.

Lo grandioso, los medios, los actores, la lengua, el ritmo, lo épico, que los malos tengan cara de malos, y los buenos de buenos... Todo eso como en el cine americano que todos conocemos.

El guión, el enfoque histórico de las tres religiones, la geografía de Alejandría, los planos, las vista de pájaro, y las visitas de la cámara al espacio sideral, queriendo convertir los gritos de un hecho tan importante para los humanos en una ínfima partícula de polvo en medio del universo... Todo eso: como en el mejor cine de Amenabar que nos sorprende de nuevo.

Amenabar no te canses...

Aunque no recuerdo a qué edad ví esta película por primera vez, imagino que sería cuando se estrenó. Probablemente estaría yo recién afectada por una tortuosa separación amorosa que me mantenía en una especie de letargo emocional. La película me pareció entonces de un sentimento tan pleno y sincero que la memoria de esa sensación era -hoy- mucho más clara que la del guión de la película.
Pero el tiempo no pasa en vano, y las circunstancias cambian tanto como para comprobar, que si en aquel tiempo me resultó balsámica hoy día me resulta de un superficial y artificial que casi no lo he podido aguantar. Definitivamente, las películas son ellas + nosotros (en ese momento puntual).

Muchas veces quise ver la serie haciendo zapping, pero las exigencias familiares pospusieron mi intento hasta este año 2008. Este mes he estado de baja y he tenido tiempo para ver las dos primeras temporadas.
Ojalá que cada vez haya más seguidores de argumentos como este. Argumentos nada melodramáticos aunque las situaciones sean -para según qué sectores- provocadoras. De alguna forma me tranquiliza que en EEUU, una sociedad tan puritana tradicionalmente, se consiga generar un sereno debate sobre la diversidad de los comportamientos humanos en vez de censurarlos.