Tarantino ama el western y se nota. Escenarios, atrezzo, personajes, estética, diálogos, trasfondo histórico.

Pero hay un problema. Las secuencias eternas viendo gente actuar que no aportan absolutamente nada. Para mi gusto, a la peli le sobra más de una hora (vi el montaje del director).

El argumento es flojo. Los recursos de Tarantino ya los conocemos. El flashback rodado respetando el tiempo. La sangre y sesos a raudales. La blacksplotation (llevada a su extremo en este caso con gargantas profundas a confederados incluidas). Ah, algo nuevo: Tim Roth, o mejor dicho, su personaje, actuando com Cristoph Waltz en Django. Por cierto, Django muchísimo mejor.

Parece que el Sr. Tarantino no tiene mucha empatía por el público. Porque me he sentido castigado de aburrimiento. Un decepcionante cocktel de tres factores: escenas repetitivas y efímeras, conocer el modus operandi del director e historia más bien pobre.

Sin embargo, las interpretaciones de casi todos los actores son estupendas y en algunos casos memorables (Jennifer J Leigh), eso salva la película.

Hoy he vuelto a ver esta película y me ha suscitado simpatía y nostaliga. Corría el año 97, habían pasado 5 años desde aquel Alien3. Los fans tenían ganas de más películas del estilo. Ese año se estrenó también Alien Resurrection. La película forma parte de la xeno-escuela noventera a la que podríamos añadir Species y alguna otra película de serie B con monstruo de dentro o fuera de la Tierra. Consta de auténticos copia-pega de Aliens y Alien3 a nivel escénico, fotográfico, musical y argumental. Imperdible para los fans de la saga.