Si en el pasado Die Hard hizo furor, es porque la acción se cuenta al por mayor, y el personaje principal es tan simpático como violento e infantil. La trama, una vez más, es de lo más inocente y hasta podría ser ubicada como una sátira de sí misma, con una credibilidad cero, algo de humor y, por supuesto, balas y explosiones hasta en donde jamás se imaginaría.

John McClane sigue siendo lo que salva al film, y la dinámica de principio a fin es especial para fanáticos de la acción simple, sin grandes complicaciones de argumento ni guiones intrincados. Si la película se puede considerar "buena", es porque no busca falsamente ser inteligente o complicada, sino simplemente un compilados de disparos, chistes y muchísimos efectos especiales.

Si las dos primeras fueron buenas películas de acción, con un guión excelentemente bien adaptado de los libros originales, la tercera no solo que no desentona, sino que supera levemente a las anteriores. Actuaciones sobrias, ambientación muy acertada (sobre todo con la música) y ritmo constante para manetener escenas de violencia y otras de diálogo con la misma intensidad. Muy buen trabajo de Greengrass, totalmente recomendable para ver más de una vez.

Para valorar verdaderamente a una película, hay que tener muy en cuenta que se propone como objetivo. Transformers es un claro ejemplo de trama débil, actuaciones que no deslumbran (ni mucho menos) y estereotipos de sobra, con la hermosa joven y el inocente e improvisado héroe de cualquier comedia como ejemplos principales.

Pero también es cierto que no pretende ser un film que nos estremezca por su profundidad sentimental, ni por su calidad de guión. El fin de entretener está excelentemente bien logrado, con mucha comedia, acción y efectos especiales que nos mantienen pegado a la silla todo el tiempo. Algunas participaciones estelares, como Jon Voight, John Turturro y Josh Duhamel le dan un toque extra.

En resumen, no es una película que vaya a marcar un antes y un después. Pero cumplió con creces lo que prometía.

No era para esperar demasiado, pero tampoco sorprendió en ningún sentido. Algo de acción, algo de sangre, algo de enigma, algunos chistes perdidos y hasta un romance medio extraño en el medio y al final. A pesar de ponerle todos los condimentos posibles, la película es aburrida de principio a fin (exceptuando, para los que gustan de eso, dos o tres escenas de arte marcial y acción pura) y no deja absolutamente nada. Traída de un videojuego, es lógico que no tenga demasiado desarrollo de guión, y los efectos especiales tampoco sobresalen como para destacarlos. Para pasar el rato, si es que no hay nada mejor que hacer.

No es ningún secreto que las películas de terror ya no abundan. Y que los buenos suspensos de ciencia ficción tampoco florecen como en otras épocas (es cierto que hoy en día es mucho más difícil de impresionar al público que hace 20 años, también). De todas maneras, 1408 hace un intento más que rescatable por aprisionarnos en una intriga sobre la realidad de los hechos y sobre el personaje mismo. John Cusack actúa maravillosamente, y los efectos especiales, más el sonido y la ambientación en general ayudan mucho. De todas maneras, la vuelta de rosca final demora quizás demasiado, y le quita algo de fuerza a la historia en general. Punto flojo, pero nada terrible tampoco. Interesante, se deja ver.