Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de guillenperez
<< 1 2 3 >>
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
8
8 de agosto de 2022
10 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de tantas escenas en las que esta película capta grandes revelaciones de sencillas líneas de diálogo es cuando Amaia mira a su pequeña hija y le dice: "vas a ser feliz? Me lo prometes? Prométemelo. Tienes que ser feliz". Para mí es el resumen de la sensación de soledad y confusión en la que se encuentra Amaia. No le dice a su hija que ella, como madre, va a hacerla feliz, que le promete que va a darlo todo para conseguirlo, sino que parece que esa felicidad va a llegar por arte de magia, que va a ser algo externo que, de alguna manera, sea por genética o azar, le va a llegar a Ioane con los años. En el contexto de Amaia, desesperada y desnortada, se entiende, pero si uno lo piensa desde los ojos de Ioane, la escena es dramática.

Nada nuevo, porque Cinco Lobitos no deja de ser una relectura de un concepto psicológico muy asentado y de puro sentido común: somos eslabones de una cadena de despropósitos cargada de disfuncionalidades, reproches y dolor. Cinco Lobitos insiste en esta idea jugando continuamente (a veces de forma muy obvia, quizá demasiado) en los paralelismos entre madre e hija, entre Begoña y Amaia. Una relación prototípica en la que de forma aparentemente inevitable la hija está copiando inconscientemente el comportamiento de la madre. Aunque Amaia se dé cuenta y sufra de ciertas cosas, la película es un descubrimiento, una concienciación de que esto es así, de que parece que no hay salida a esta cadena. Ioane, con el tiempo, copiará a su vez el modelo de su madre y perpetuará la cadena. Solo se introducirán en la ecuación ligeros matices de acuerdo al contexto social, pero en lo fundamental esto seguirá siendo así hasta que alguien en su vida adulta decida romper la cadena. Pero esto es muy complicado y pasa por enfrentarse a toda tu infancia.

Decía la propia directora que esta película tenía mucho sentido rodarla en el norte de España y en buena parte es así, porque esa contención emocional, esa madre dominante y ese padre ausente (tierra de marineros, cuadrillas, etc.) marcan mucho el carácter de la cornisa cantábrica, pero a la vez hay mucho de occidental en esta forma de ver la familia. Es el gran descubrimiento de Cinco Lobitos, una tardía ópera prima que para nuestro bien llega con una directora que se nota ha vivido mucho en primera persona. Y que encima pone la cámara siempre en el punto exacto (Goya a mejor fotografía YA, por no hablar de las dos protagonistas).

Sigo en spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
guillenperez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
28 de octubre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me siento muy sorprendido con esta película. Entiendo las críticas que la tildan de aburrida porque entiendo que hay expectativas a la hora de ir a ver una película de la llegada a la Luna que la película de Chazelle no cumple: apenas se habla de la URSS, apenas hay acción, las imágenes tienden a ser muy oníricas y sobre todo la carga de la película está en el apartado psicológico de Armstrong. La película no es un biopic, ni la más mínima intención de serlo, sino que nos plantea cómo alguien puede o no puede gestionar sus miedos.

En Armstrong hay dos clases de miedo: primero el miedo lógico a subirse a esos cacharros e irse a miles de kilómetros de distancia. En esto la película incide mucho con los desastres y con imágenes y sonidos de lo precario del asunto. Está muy bien trasladar al espectador digital del siglo XXI a un momento en el que todo era extremadamente más artesanal y la informática apenas estaba naciendo. Armstrong vence este miedo con holgura y hace válida la frase de que ser valiente no es no tener miedo, sino tenerlo y aún así seguir adelante. El segundo miedo de Armstrong es a la vida, a sus emociones. Vemos lo que pasa con su hija en las primeras escenas. Un acontecimiento así produce un estrés postraumático inevitable que si se ignora puede cristalizar en problemas psicológicos permanentes. En esas está Armstrong, que durante toda la película da síntomas de una disfuncionalidad creciente: no atiende a sus emociones, no las comparte con nadie y busca en el trabajo una obsesión que le impida pensar en su hija fallecida. No es, como he leído por ahí, que su hija sea una motivación para ir a la Luna, es que su trabajo se convierte en un alivio psicológico (inadecuado, claro) para intentar superar lo de su hija. Es una cuestión muy masculina, más aún si hablamos de ingenieros, que tienden a construir mundos paralelos en sus cabezas y habitar en ellos. Ahí está Armstrong, desconectado de la realidad de su familia, de sus hijos, incluso del propio programa espacial diría. A sus cosas con tal de no pensar. El caso es que vuelve de la Luna y los problemas están ahí, claro. Es como si EEUU y la NASA se hubieran aprovechado sin querer de los problemas psicológicos de su estrella. Con un personaje así vuelve a ser un acierto contratar a Ryan Gosling para dar vida a un actor sin emociones. Los directores creo que se están dando cuenta de que una persona tan poco expresiva tiene sus ventajas, pero que no se equivoquen: nadie le puede exigir a Gosling más de lo que da aquí o en Blade Runner haciendo de replicante. Claire Foy está extraordinaria como la contraparte emocional y conectada a la realidad de Gosling y los secundarios cumplen.

Más allá de la intrahistoria psicológica, si quiero volver a ver la película es por su poesía, su fotografía, su música. Es una película en la que siento al director consciente de lo que está rodando. Nos olvidamos rápidamente del increíble logro que fue llegar a la Luna apenas 60 años después de aprender a volar. Es una insensatez absoluta y Chazelle se recrea en ello. Película aburrida? Puede que tranquila, pero es que hay que recrearse con este hecho histórico!!!
guillenperez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
23 de abril de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Corazón gigante es sin duda una película con atractivo: amable, de buen fondo, de las que buscan agradar a la vez que te conciencia. Pero se queda en la superficie de muchos temas sin penetrar a fondo. Me explico: empezamos con una presentación sin ningún pero de Fusi, nuestro protagonista, y su limitado micromundo a sus 43 años. Visualmente destaca su sobrepeso y escaso atractivo, además de que vamos conociendo su lado friki, su inmadurez, su pobre vida social y su nula experiencia con las mujeres. Nos ofrecen un pequeño punto de inflexión bien gestionado cuando un par de personas entran en su vida y vamos por la mitad del metraje. Aquí es cuando la cosa empieza a ir un tanto a la deriva. Se nos empiezan a presentar conflictos y nuevas relaciones que no terminan de ser convincentes. Y falta mucha profundidad a la hora de entender tanto a Fusi, como a la protagonista, como a su madre y en general todos los secundarios. Falta explorar esa relación tóxica con la madre, por ejemplo, que por momentos parece asomar para luego darle carpetazo sin apenas explicación. Falta entender el arco narrativo que lleva a Fusi a ir transformándose a la vez que ciertas cosas no progresan. Sobran momentos como el extremo al que se llega en la historia con sus compañeros de trabajo o con su vecina o cómo se fuerza la relación en la que todo parece suceder en días.

En resumen: todo está al servicio de ese aparente recorrido que hace Fusi que nos tenemos que creer porque no deja de ser el objetivo de la película, su leit motiv principal. Pero para este viaje se necesitaba un guión mucho más sólido y crudo, sin necesidad de artificios, porque al final parece un ejercicio de manipulación emocional excesivamente vacío. Y es una pena, porque Fusi como personaje daba mucho juego.
guillenperez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
14 de septiembre de 2020
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una película que va de dos niñas, pero seguramente no sean las que penséis antes de verla o incluso después de verla. Aunque la película inicia con un homenaje a los 90, tanto que creo que es la primera vez que veo una película época de MI época (qué viejo se siente uno), hacia la mitad todo se torna más intemporal. Aunque estoy de acuerdo en que hay puntos y detalles que ubican las dudas de Celia en un colegio de monjas de los 90, la grandeza de la película es trascender esta época y hacerse intemporal. Refleja extraordinariamente esa transición entre la niñez y la adolescencia, con el obstáculo en este caso de la madre. Podría haber sido una pareja "normal", que conste, el único ingrediente fundamental es que los adultos, en cierto modo, te fallen y no estén a la altura. Es esa etapa de tantas dudas y miedos, cuando coges la caja de juguetes y no te sientes bien, pero tampoco tienes herramientas para afrontar los nuevos retos sociales, cuando necesitas respuestas y no las encuentras. Esa es la clave de la película, que, volviendo al título, las niñas sean no sólo las de tu clase o las del coro, sino que tu madre también sea una niña. Detallo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
guillenperez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
31 de octubre de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo diciendo que valoro positivamente muchos aspectos que ya se han comentado en otras críticas de usuarios y profesionales, especialmente la fotografía y la actuación de Idris Elba. La duración es algo larga, también concuerdo con varios, pero es una película que en muchos sentidos es correcta y funciona.

Pero según iban pasando los minutos iba creciendo en mí un pensamiento en torno a la apuesta del guion de no dar nombre al país o al conflicto. Me preguntaba: alguien se imagina una película sobre un conflicto occidental en un país anónimo sin que sepamos qué conflicto es? Sin saber si es la Guerra Civil española o la Guerra de los Balcanes, por ejemplo. Y por qué entonces lo vemos asumible para relatar un conflicto africano? Acaso porque no nos importa que sea Gabón, Camerún o Togo? Porque en el fondo de nuestro pensamiento occidental consideramos que todos estos países son la misma m**** y que los podemos tratar como un todo? Me parece muy loable acercarse a las guerras civiles subsaharianas, pero me parece una falta de respeto hacerlo desde la superficialidad de no ponerle nombre.

No, aunque tengan puntos en común, no es lo mismo un país que otro y apostar por lo contrario es una forma de orientalismo aplicado a África subsahariana (orientalismo entendido como "sutil y persistente prejuicio eurocéntrico contra los pueblos árabe-islámicos y su cultura"). Te coges un conflicto determinado, te lo estudias y lo trasladas a un guion con las licencias que quieras, como se hace con cualquier conflicto. Aunque luego quieras mostrar algo psicológico e interior, como en La delgada línea roja, le das un contexto.

De hecho, creo que esta simplificación (totalmente pretendida, lo sé, de hecho va en el título) me fue distanciando emocionalmente de la película. Todo demasiado ambiguo, etéreo y también inevitablemente previsible y tópico. Porque si no te atreves a trabajar el matiz, el tópico se pone al mando.
guillenperez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow