Una inesperada sorpresa. "Por 13 razones (Thirteen Reasons Why)" no sólo adapta la novela con vehemencia. Por momentos hasta la supera (sobre todo en lo referente a Hannah, para mi gusto personal). Todo en ella funciona a pleno rendimiento, aunque el descubrimiento de Katherine Langford es lo mejor que le podría haber pasado a la serie jamás. Es una serie difícil, pero necesaria. Tristemente necesaria. Tanto en interpretaciones y variaciones sociológicas de su mensaje, como en entretenimiento adictivo que se mueve a paso de gigante: esta serie es un triunfo magistral. Se acaba a lo grande, aunque hay una secuela confirmada. Pero venga lo que venga, sea bueno o malo, siempre tendré esta escalofriante temporada de insospechado impacto efectivo.

Obra maestra. Insuperable. Imperdible. Insólita. No es sólo la mejor serie de televisión de todos los tiempos para mí. Es una de las mejores historias que el lenguaje audiovisual, conjugado con la potencia narrativa de sus guiones, ha entregado jamás. Los moldes que ha roto, rompe y romperá están totalmente justificados. Todos sus personajes (no sólo Walter White/Heisenberg o Jessie Pinkman, aunque obviamente son de las inolvidables) respiran vida propia en la pantalla. Sus tramas jamás parecen tener límites. Es la única serie que jamás ha pegado un bajón, ni una sola ligera decepción. Arranca sobresaliente, se desarrolla con matrícula de honor y acaba ya en la estratosfera directa a atravesar la corteza terrestre. Una transformación única e irrepetible.

Y no, no es por el erotismo. Sino por su mismísima presencia. Por su intimidante presencia. Por su impresionante interpretación. Si ella, la serie no sería lo mismo. La historia es potente, pero ella la torna en cuasi magistral. Esta serie no es otra fantasía calenturienta más. Tiene historia, profundidad y calado. Debe ser vista hasta su cerrado (y para mí, en cierto modo, hasta trágico) final.

Una genial comedia negra, con más negrura y catarsis que comedia. Contiene una de las mejores escenas de transformación de personaje que he visto en tiempo (la lectura de la carta en comisaría y lo que pasa alrededor). El resto de la película, sin tampoco hipnotizar cumple por todo lo alto. Las actuaciones y la dirección hacen el resto. Una gran película, digna de ver.

Efectivo en su intento de propiciar genuino terror. Magistral en el suspense. Poderoso en el ritmo. Prodigioso en sus interpretaciones. Rompedor en su final. Puro "Black Mirror" en una de sus cotas más altas.