Una más de las adaptaciones de la celebérrima novela de Dickens con lo que no cabe esperar sorpresas... pero con el sello de la BBC, esto es una cuidada ambientación y excelente fotografía.

Su excesivo metraje se justifica en que se emitió por capítulos.

Recomendable para aquellos que quieran revivir esta historia con innegable calidad. El reparto resulta discreto pero correcto. Eso sí, excelente la interpretación de Timothy Spall en el papel del judío Fagin.

La película hay que entenderla en su contexto histórico.
Julio Peña es un joven capitán destinado a Marruecos, que está deseando que pase el tiempo obligatorio de permanencia para volver a un tranquilo destino en España (vamos, como Vietnam pero a la española). Allí choca con su comandante (impresionante José Bódalo) que trata de inculcarle los valores castrenses, sacrificio, honor, camaradería...
Tras los avatares de su periodo de servicio vuelve a la península, pero se está gestando el histórico desembarco de Alhucemas y se produce una lucha en su interior entre la comodidad de su nuevo destino y su deber moral para con sus ex-compañeros, prontos a enfrentarse a un destino incierto.
Los personajes femeninos son poco menos que testimoniales, es una historia castrense en esencia. Las escenas bélicas son discretas en su realización (en la línea de "A mí la legión" o "La bandera"), pero el conjunto constituye una película "6".
En el spoiler el desenlace.

Esta película, de impecable factura, es especialmente recomendable para aquellos que quieran entender la idiosincrasia del pueblo japonés en aquella época.
El Yamato, orgullo de la marina de guerra japonesa, y el 60 aniversario de su hundimiento (año en el que se produjo la película) sirven de fondo para la conmovedora historia de un adolescente, Kamio, movilizado para servir en este acorazado, su familia, sus compañeros, su profundo sentido del deber y la fatal resignación a afrontar la muerte con el orgullo de darlo todo por su patria y por su gente.
Es costoso de entender para nuestra mentalidad el sentimiento de culpabilidad de aquellos a los que el azar les permitió sobrevivir a la masacre de la guerra. Como el soldado Ryan en la película de Spielberg, las circunstancias llevarán a Kamio a revivir los recuerdos de aquellos años y el de la última misión del Yamato, en su viaje suicida para defender Okinawa.
La película hace breves reseñas al porqué de entrar en guerra (punto de vista japonés obviamente) y al porqué del sacrificio supremo inútil o no.
Es asimismo un canto al patriotismo, al honor y a la camaradería por encima de la propia vida.
No es sólo una película bélica, es mucho más. Imprescindible verla.

Acabo de ver la película y no he podido sustraerme a la tentación de comentarla.
He de reconocer que la edad del espectador (46 en mi caso) condicionará las emociones que suscite su visionado.
Para empezar decir que las localizaciones, fotografía, vestuario y ambientación están soberbias. La banda sonora exquisita, se nota la educación musical del alma mater de esta película, Emilio Aragón, director (y ojo que es su ópera prima), coproductor, coguionista, compositor, ... , en fin, se nota que ha puesto el corazón en ella.
El reparto cuenta con un Imanol Arias, al que inevitablemente tenemos todos más o menos encasillado y que te produce una sensación rara, titubeante sobre si saldrá airoso en el lance, pero según avanza la historia su credibilidad se consolida y está inmenso, creo que es el mejor papel que ha hecho hasta ahora en su carrera. Lluís Homar, polifacético, sencillamente perfecto y Roger Princep resultón en un papel difícil para un niño de 10 años. Carmen Machi, aun siendo una excelente actriz, rechina un poco en el papel de cabaretera, le puede su vis cómica y francamente cantar no es lo suyo. Ana Cuesta en su papel de joven artista con pocos diálogos pero con mucha presencia en el escenario...
Emilio Aragón ha sacado con todos una historia emotiva en la que la guerra y la posguerra marca a las personas y sus circunstancias. No se ceba en las miserias y necesidades de la gente (el director pone aquí su huella edulcorada que nos recuerda algunas de sus series televisivas), pero eso incluso mejora su resultado final.
He leído otras críticas y me provoca cansancio la eterna lucha rojos-azules, buenos y malos. Tener la mente más abierta y veréis una película que os emocionará, no saldréis defraudados.

José Coronado interpreta nuevamente un personaje atormentado y al margen de la legalidad. Puede ser que haya entrado en un cierto encasillamiento, pero es que estos personajes en muchos momentos los borda. La tensión sexual entre los protagonistas quiere aparecer en algunos momentos pero otros sentimientos más profundos "incineran" cualquier atisbo de solución.
Leire Berrocal y Gorka Zufiaurre están espléndidos.
La trama, que tan próxima nos pilla es muy potente. Por más "tópicos" y "típicos" que aparezcan Luis Marías busca esa fina línea discontinua en la que pretende poner por delante de la situación política la situación humana (a mi juicio SIEMPRE más importante que la primera). Y lo consigue en muchos momentos. Buen trabajo
La frase de la película: -"¿Crees que vas a apagar el fuego extendiéndolo a otros?"-