No pude acabarla (no fui capaz de ver la última media hora). Me pareció una imitación de Deseando Amar, la cual sin embargo si me gustó. Cierto que como esta última la vi unos pocos días antes es posible que lo repetitivo de 2046 la hiciese insoportable.

Me pareció lenta y, sin un argumento claro.

La vi hace 20 años, y pasé otros 20 deseando volver a verla.

Me enamoró hace 20 años de Fritz Lang y Edward G Robinson. Amor que matengo.

Algún comentario critica el final como poco consistente. Opino lo contrario, pues si bien la película está muy bien en su desarrollo, el final, conjugado con el principio, es lo que le da ese algo que diferencia las buenas películas de las obras maestras.

Muy bonita. Es difícil lograr que se humedezcan mis ojos, pero el final de la pelicula lo consigue.

Épica, también, pero menos.

La banda sonora, preciosa.

Me ha gustado más de lo que la puntuación general que se le suele dar haría prever. Aunque ciertamente quizá le falte algo. De hecho buena parte de la película tuve claro que le daría un 6, pero al final el cuerpo te pide un 7, y sientes incluso no poder darle un 8 por ese "algo" que le falla.

Los niños son soberbios. Lo de mejor de la película. Una historia de amor fraternal, y de madurez, digna de un 10.

No es desde luego la mejor película del mundo, pero tiene momentos que sí podrían serlo.

Una obra maestra, con magníficos personajes e inigualables poses de los actores en una recreación del cine negro más clásico, si bien dotada de un cierto tono irónico. Y en fin, que bonito es volver a ver esos coches clásicos, esos sombreros de ala y abrigos de paño, las metralletas de gánster con tambor redondo, los matones sin cerebro, y los policías y políticos corruptos, en una una América de italianos, irlandeses, judíos, e incluso un danés. Preciosa e imprescindible para cualquier amante del género.