Parece mentira que hayan tardado tanto tiempo en dedicarle una película al asunto del que trata esta...: es tan cinematográfico, ofrece tantas posibilidades...y es tan cruel, que por eso me ha sorprendido hallarlo tan a la desnuda en "13 Tzameti".
Es un caramelito amargo, y sabemos que lo es desde el comienzo (si no antes, por referencias previas a que hayamos podido estar expuestos/as): por eso se explica más difícilmente que nos pille desprevenidos en su desarrollo, y que nos atrape tan poderosamente a lo largo de todo el metraje; cabe pensar, si acaso, que todos y todas tenemos un puntito masoquista, que nos lleva a disfrutar con, por ejemplo, cualquier película de terror con un mínimo de calidad.
Pero esto no es terror: aquí lo pasaremos voluntariamente mal a golpe de drama, puro y...duro. ¿O es que el drama no es una forma de terror (y viceversa)...?

...Lo de menos es que salgan dibujos animados, y al mismo tiempo es precisamente lo que aporta ese puntazo diferente a esta película que a todos y todas nos habría gustado protagonizar, o nos gustaría protagonizar alguna vez en la vida.
Clásico del cine, en general, sin géneros. Atemporal, por definición casi...

No pasa nada si la película es simple (que lo es), previsible (que puede serlo), y hasta cierto punto, burda (que está a punto de serlo). Lo único que importa es disfrutar de una película (no "con" ella) que basa su argumento en una historia lineal, y que hace de esa linealidad su mayor virtud. Divertida, y también meritoria si no se olvida el contexto histórico en que fue rodada y proyectada.
Valiente Berlanga: un cachondo mental, vamos.

AISLAMIENTO: físico, psicológico, moral, cultural... Es una de las películas más crudas que he visto a la hora de presentar en pantalla todas las modalidades posibles de soledad...y extraer de ello el terror más duro. Chicho en estado de gracia: tarda en arrancar, pero cuando arranca, ya no para, no para, no para...
Mucha atención a los títulos de crédito iniciales: intenten tenerlos presentes durante toda la película...

La rayada mental de Urbizu: la película que llevaba queriendo hacer desde que tenía la edad del pavo, seguro... Ni homenaje a la serie B, ni nada de nada. Te pasas toda la película con la sensación de estar haciéndole un favor para no abandonarla en el camino.
Y Goya Toledo actúa peor que fatal (por cierto, igual que un año después en la soporífera "Las 13 Rosas"); Aitor Mazo sí me resultó creíble, y hasta cierto punto atractivo: lástima de personaje y de guión que le pusieron por delante.