Sinceramente, para mí, es una de las películas más valientes, sinceras y vastas de los últimos años, especialmente en el género épico - histórico. Teniendo en cuenta otras producciones de la misma índole (léase Gladiator, Troya, etc), es la más fiel históricamente y la que menos teme quedar en ridículo con tal de reflejar todo el mundo clásico desde SU perspectiva. Y la del director, claro, nada desdeñable.
Esta película seguramente decepcionará a los que busquen representaciones de las mayores batallas de Alejandro, mandobles y sangre por doquier. Que la hay, por supuesto. Pero se centra más bien en mostrar un equilibrio entre sus conquistas y su psique y su vida personal, no menos turbulenta. Ahí es donde se aprecia: las batallas están muy trabajadas, con fiel representación de la estrategia que seguían, las unidades de la época, etc; la dirección artística es simplemente excelente y sorprendente, se nota que han mimado todo el vestuario y los decorados; las interpretaciones, a mi parecer, muy efectivas (aunque no olvidemos que lo hacen desde un punto de vista muy griego, muy trágico y apasionado; no llega a un naturalismo actual); la música, mágica y legendaria...
Polémica han creado asuntos como la escasa diferencia de edad entre Angelina Jolie (madre en la película) y Colin Farrell (hijo de ésta en el filme), cosa que me parece salvable de sobra con la interpretación de ambos; la representación de la homosexualidad (que está expuesta de forma natural pero no explícita: simplemente la forma de ver las relaciones en la época era totalmente distinta. Nada tienen que temer machitos de pelo en pecho); o el tinte cutre del cabello de Farrell. Nada más fácil que obviarlo. ¿Qué más da, cuando el resto que envuelve la película es de excelente factura?
En fin, que no puedo parar de soltar melindres sobre esta película. Hay que saber apreciarla. Y cuando se consigue, la llegamos a ver como la obra maestra que intentó realizar Oliver Stone.