Calvary es la segunda película de McDonagh, y la segunda del mismo que veo, tras la más que notable The Guard. He de reconocer que lo que me llevo a ver esta película fue el buen recuerdo que tenía de aquella, pues ni la temática ni el argumento me llamaban mucho.

Pero no me ha decepcionado ni mucho menos. Hay muchos puntos en común entre The Guard y Calvary. La recreación de la Irlanda rural y esos personajes límites, esos diáologos ácidos, ese humor negro, la descripción de personajes... Muchos puntos en común que le dan cierto aire de familia y que sin duda llevan el sello del autor.

No obstante el tono de ambas películas es distinto. Si en The Guard optaba por la comedia con tonte surrealistas mucho humor negro y situaciones algo más trilladas aunque barnizadas con ese tinte de costumbrismo irlandés, en Calvary opta por un tono más íntimo, más melancólico, más intimista, aunque sin renunciar a algunos golpes de humor.

El resultado es una película interesante, unos diálogos sobresaliente, y una narración muy particular de la que empiezo a hacerme seguidor, es uan película de ritmo sosegado y tranquilo pero incesante, las cosas discurren con cierta tranquidad, con cierto tempo, con cierta cadencia que te lleva a asimilarlas con sencillez pero sin caer en la lentitud.

Un propuesta interesante y diferente sustentada sobre la virtud del perdón.

Interesante.

"La hora de la araña" es un film mediocre, sinceramente, no entiendo que puede verle alguien a este film para considerarlo una buena película, aunque, eso si, tiene un única virtud, y es que no llega a aburrirte del todo.

Bueno pero vayamos por partes. El director del mismo es el discretísimo Lee Tamahori, cuyas películas más populares son las posteriores "XXX 2: Estado de emergencia" y "Muere otro dia", de la saga James Bond, nada del otro mundo.

El reparto está encabezado por Morgan Freeman, en el papel protagonista, Alex Cross, como siempre Morgan demuestra un solvencia total, es un todo terreno, después tendríamos a la agente del Servicio Secreto con quien se une, Jezzie Flannigan, intepretada por Monica Potter, a la que pudimos ver en "Patch Adams", o, más recientemente, en "Saw", y como malo, malote tenemos a Michael Wincot, que interpreta el papel de Gary Soneji, Michael no ha pasado nunca de ser un actor de segunda fila, pero podemos verlo también como actor de reparto en "The Doors" o "Antes que anochezca".

El argumento es de lo más típico, trama policial sobre un asesino que quiere que sus crímenes sean recordados, porque quiere notoriedad, y todas esas cosas por las que le da últimamente a los psychokillers.

Pero claro, Gary Soneji no contaba con la astucia de Alex Cross (que aparece por segunda vez en la pantalla, tras protagonizar también "El coleccionista de amantes"), quién en esta ocasión unirá sus fuerzas con la agente del Servicio Secreto, Jazzy Flannigan. Sin embargo, nuestro avispado asesino, urde un plan habilmente trazado, para hacer caer en sus garras al protagonista de nuestra historia (de ahí el título, ingenio a más no poder).

(spoiler)

La falta de credibilidad de los giros, y la trama bastante simplona, hace que el título en cuestión no llame la atención a ningún espectador medio, y que haya pasado sin pena ni gloria (y en esta ocasión merecidamente) por nuestro país. Y es que ya os digo que está película no es "ni chicha ni limoná".

Es un película muy neutra, que se deja ver durante algo más de 100 minutos, pero es de ese tipo de películas que 15 minutos después de verla no conseguirás recordar, porque no hay ni una sola escena que merezca ser recordada. Después de un rato llegaras a la inevitable conclusión de que es una película completamente prescindible.

Cube Zero es la tercera de la trilogia (por el momento) de Cube, que está formada por Cube, HyperCube y Cube Zero, que es de la que vamos a hablar. Pero aunque es la tercera, no es un secuela en sentido estricto, sino una precuela, es decir los acontecimientos son cronologicamente anteriores a Cube.

Bueno para los que no hayan visto Cube, les dire que es sin duda la mejor de las tres con mucha diferencia, es la orginal, es la que sorprendió, y es la que en definitiva rompió con algunos esquemas.

Las secuelas/precuelas de aquella, son meramente productos destinados a explotar el filón, de forma descarada.

Cube Zero no está mal del todo, especialmente después de ver la infame Hypercube, que es realmente mala, y disparatada.

Como os he dicho los acontecimientos son anteriores, y se supone que se explicará un poco como se hizó el Cubo, quien lo diseñó, y de qué forma.

Ahora bien, no espereis que se den muchas respuestas a los interrogantes que tengais, porque la verdad es que las respuestas son mínimas. Si es cierto que vemos algunos trabajadores del Cubo, y esa parte por lo menos es completamente nueva, lo que da algo de morbo al asunto.

Por lo demás lo de siempre, trampas, grupo en el que hay conflictos, y muchos, demasiados, paralelismos (autoplagios) con Cube.

En fin, lo dicho, una pelicula que no está mal, pero que es completamente prescindible, no llega a la talla de Cube, ni de lejos, le falta originalidad, pero por lo menos te mantendra entretenido, sin tener que seguir los absurdos derroteros pseudometafísicos a los que nos sometía la segunda entrega.

Un hipnotizador con más ego que Maradona en su mejor momento, un padre de familia que se cree un pájaro, un hombre que mata a una mujer una y otra vez, solo para comprobar como vuelve de la muerte para pegarle una paliza, una publicista tarada, un asesino inglés que va con un traductor japonés y un tríos de jóvenes ladronzuelos con problemas de identidad sexual.

¿Qué es esto? Esto es Survive Style 5 +, una delirante obra ante la que tan solo puedo quitarme el sombrero.

Comprendo que no a todo el mundo le guste, esto es surrealismo puro, sin ningún sentido. El film empieza en ninguna parte y finaliza en ningún lugar, pero el camino entre la nada es tan absurdamente desternillante que no tiene importante.

Se le puede acusar de ser más una sucesión de gags, que una película al uso, es posible, no lo pongo en duda, pero en tal caso está más cerca de ser unos Monty Phyton a la oriental que un Scary Movie tuneado.

Es lo que es, o la amas o la odias, y a mí me ha encantado.

Y si no acaba de ser una película redonda, redonda, es porque tras hora y medio de metraje delirante y sin sentido, carente de las más mínimas normas cinematográficas y sin preocuparse lo más mínimo por estructurar nada, al film le da por tomarse medio en serio, como si realmente quisiese transmitirnos algún tipo de mensaje moral, o algo, y ahí la película se resiente, no puede ni debe tomarse en serio ni un instante.

Por suerte, en un giro final vuelve a su desenfadado estilo y finaliza coherentemente con todo lo expuesto.

Una delirante japonesada.

Vaya por delante que no he leído la novela, por lo que me ciño tan solo la producto audiovisual. La película funciona durante sus dos primeros actos con solvencia, sin alardes, pero con la suficiente tensión como para aceptar el pacto ficcional sin prestar atención a las costuras que se deshilachan del guion, se aceptan como parte del juego, legitimado en base a la historia.
Su tercer acto, en cambio, echa por la borda la construcción de la trama, todo lo narrado adquiere una dimensión insustancial para dar paso a un nuevo relato, el relato definitivo que, y esto es lo grueso, resulta de menor entidad que el anterior y cierra la narrativa con un par de giros que pueden avistarse, hay un par de detalles muy subrayados en ese sentido, pero que por ello mismo los hace menos efectivos. En el fondo es un giro anticipado que, por ello mismo, habría preferido que discurriese por otros derroteros.
En fin, no es una completa pérdida de tiempo por el camino hasta llegar allí, pero se desinfla completamente en su desenlace, descubierto el artificio este carece de la fuerza y originalidad del recorrido hasta allí.
Mención especial merece el doblaje a español del personaje de Isabel, ¿quién ha realizado tal despropósito?
En fin, se deja ver, pero decepciona.