Pocas películas han hecho un retrato tan humano del desempleo como Los lunes al sol. Es gris, apática y desesperanzada, como las vidas de sus protagonistas, un grupo de obreros que perdieron su trabajo tras el cierre de la fábrica. Estos son tan reales que no parecen personajes de ficción, y es que el mérito de Los lunes al sol es hacer interesante la vida de tantos españoles, y la lucha obrera, desde la barra de un bar.

Tarantino y Rodríguez logran sorprender y hacerle pasar un buen rato al espectador mediante una película bicéfala pero divertida. Si bien la primera parte es la más sólida, la segunda es una orgía de sangre, humor y erotismo bastante cutre pero con un pletórico Clooney. ¿Visualmente ha envejecido mal? Sí ¿Sigue siendo una película divertida? También.

'[REC 4] Apocalipsis' logra que nos pongamos de parte de los infectados para ahorrarnos el resto del metraje. Es difícil que una horda de infectados que ansían devorar páncreas no resulte temible, pero esta entrega lo consigue. Aunque es justo recalcar que no sólo es culpa de las penosas persecuciones, sino que también contribuyen sus planos personajes, cutre ambientación e infinitos agujeros no, sino cráteres de guión. Estamos ante la sepultura de la franquicia.

'Django' es como un chicle que te sacas de la boca para estirarlo: aunque lo alargues y pierda algo de sabor, sigue estando rico. Comienza brillantemente, sin embargo comete el error de continuar recreándose hasta la saciedad, derivando en una cinta demasiado extensa. Sin embargo, la visión de un Salvaje Oeste bañado en sangre, unido al carisma de sus personajes y arrebatadores páramos, la convierten en una cinta cautivadora. Curiosamente es de lejos su cinta más cruel, ya que reniega del tratamiento lúdico de la violencia, empleándola para exponer torturas y salvajadas que nos muestran el racismo atroz de una época brutal. Te hace sentir impotente, aunque la posibilidad de que sus crueles villanos reciban su merecido, ya resulta satisfactorio. Ah, eso y ver a Christopher Waltz divagar sobre cualquier tontería, ¡qué actor!

Jaume Balagueró descarta la fórmulo del susto fácil. En su lugar apuesta por un relato de suspense sostenido por Luis Tosar. La sóla presencia de este cometiendo sus crímenes pone la piel de gallina. Por ello, el director valenciano estructura la película para que su estrella brille, y lo consigue, eso sí, en detrimento de secundarios estúpidos, incapaces de poner en jaque a nuestro antagonista. Así, exige una excesiva complicidad al espectador para asumir la veracidad del relato.