Cuatro historias de cuatro familias completamente dispares dentro del recientemente globalizado mundo actual. Babel es una película que refleja muy bien el aparente perdido rumbo de nuestra sociedad (caso de la chica japonesa o el arqueólogo - Brad Pitt) y, al mismo tiempo, la otra cara, la escondida pero preciosa, de la naturaleza humana, curiosamente representada en los más desfavorecidos (la canguro mejicana y los niños marroquíes).

Existe un claro guiño a la nueva lacra mundial, el terrorismo y la psicosis colectiva que genera, pero sobre todo me gustó la historia de la sordomuda chica japonesa: falta de amor, de comprensión, de cariño... sola. Es un buen espejo del vacío de la hedonista juventud contemporánea (especialmente aparente cuando se experimenta con la condición de la chica: sordo-muda).

La historia de Pitt - Blanchett no me parece muy afortunada (nada que no se haya visto ya), salvo para enlazarla con la de los niños marroquíes. Algo mejor la de la canguro mejicana (otro problema actual: inmigración).

En resumen: historias tristes y silencios elocuentes como muestra de un mundo más globalizado, pero que no deja de ser el revuelto de mundos muy diferentes; una buena excusa para reflexionar, pero lejos de alcanzar, a mi humilde parecer, la categoría de "obra maestra".

Algo le falta... ¿qué será?

Los primeros 30 minutos me parecieron soporíferos. Tenía sueño y a punto estuve de dejarla. Ni acción, ni drama, ni suspense... una serie de situaciones extrañas acompasadas, eso sí, con una buena música. Hay un "¡crack!" en la película a raíz del cual uno se siente enganchado a ella tanto como sus protagonistas a las drogas. La música y el ambiente que se crea la hacen "adictiva", "alucinógena". El final es tan bueno como desagradable, tan duro como realista.

Un aviso para aquellos que "controlan".

Me turbó como ninguna película lo ha hecho. Cuando acabó me dolía el brazo (sí, el brazo). Tardé días en volver a ser el mismo.

Hermosísima historia en la que un padre hace el heroico esfuerzo de hacer feliz a su mujer y a su hijo, mientras están en un campo de concentración nazi, mediante un prodigioso ejercicio de imaginación que convierte la horripilante estancia en un juego para niños. Eso sí, sin perder nunca la sonrisa.

Floja... pero que muy floja. Inncesante verborrea entre dos personajes, a cada cual más inmaduro. Muy, pero que muy previsible. No sorprende en nada.

No coincido, en absoluto, con las espectaculares críticas de la web.

Comienza la descripción de la película: "Acción. Comedia negra". Como comedia deja mucho que desear, aunque es una película entretenida y algo disparatada. Válida para pasar un rato muerto, pero no me pareció desternillante ni mucho menos. En cuanto a la "Acción", yo no la vi por ningún lado y, aunque el final, aparentemente obvio, puede sorprender, no se hace ni de esperar ni tampoco es un gran alivio.

"Sobre gustos no hay nada escrito...", pero catalogar con un 10, como he visto por ahí, me parece una exageración, a no ser que la escala termine en el 20.