Le doy un ocho. Me parecen fascinantes las interpretaciones de todos los actores. El guión es estupendo con el choque entre la cultura occidental y la oriental como sustrato que alimenta toda la película. Y la fotografía es alucinante, con unas imágenes fantásticas de Osaka. Poseen un brillo especial que la hacen muy atractiva visualmente. En suma, muy completa desde todos los puntos de vista. Merece la pena su visión y revisión. Ha envejecido muy bien además.

Es una película para degustar con calma. Para saborear el oeste en su más salvaje expresión. Se ven reminiscencias de clásicos como “Centauros del desierto”. Los protagonistas afrontan su destino con una mezcla de resignación y delectación. Lo asumen como inevitable y lo disfrutan al tiempo. En el fondo lo hacen. Grandes interpretaciones de todo el elenco acunados por unos diálogos ingeniosos y directos. Merece la pena disfrutarla con tiempo.

Es una secuela muy digna para una magistral primera película. Muy divertida la interpretación de Julianne Moore como la villana, y muy bien el gran Elton John en su aportación. Reúne más estrellas que en la anterior aunque sea en papeles testimoniales pero no llega a su altura. Cine palomitas. Buen cine en suma. Se pasa un rato divertido que es de lo que se trata.

Me ha gustado mucho más que la primera vez que la vi hace muchos años, y ya me pareció muy buena entonces. La actuación de Peter Sellers es magnífica, igual que la de Sterling Hayden y por supuesto, la del impagable siempre George C. Scott. Lo tiene todo: humor, crítica a la locura humana que aún nos puede llevar a la destrucción ya que el peligro atómico no ha desaparecido, drama, etc. Te hace reflexionar sobre el futuro de la humanidad. Se debe revisitar si se vió hace tiempo o verla si no se ha hecho. Envejece muy bien y está vigente su mensaje.

La veo como un duelo en las alturas entre dos monstruos de la interpretación como son Robert Duvall y Michael Douglas. Y ello pese a que comparten escena pocos minutos. El argumento me parece sólido y tiene muchas lecturas. Critica a todo el espectro social. Al sistema que te utiliza y te desecha cuando entiende que no vales. Y confronta dos maneras de entender el amor en la pareja cuando uno de los miembros de la misma tiene problemas mentales. O te sacrificas y vives para ayudar a esa persona minusválida o la abandonas a su suerte. Es entendible esta última postura. Todo el mundo tiene derecho a ser feliz. Incluso a serlo egoístamente. Pero la postura loable es la primera. Humanas las dos, pero admirable una sola. Merece un sobresaliente por mi parte. Casi obra maestra.