Empieza y se desarrolla como un canto a la vida y a la infancia. Llena de colorido y naturalidad.
Pero a medida que avanza la trama, la realidad social, la crisis, las trampas de la sociedad de consumo y la crueldad de las instituciones, reflejan un drama realista -es lo duro de la obra- y un desenlace inevitable.
Muy buenas interpretaciones.

Al inicio promete. Se va desarrollando de una manera coherente e interesante. Aunque el argumento en sí no destaque por su originalidad.
El último tercio de la obra es un "quiero y no puedo". Mal desarrollado, apresurado, con maquillaje y caracterización mediocres.
Y un final totalmente predecible.

Menuda obra más sorpresiva. Una trama original e inesperada, de principio a fin. Da la "vuelta a la tortilla" varias veces, con un humor negro de lo más sofisticado. Ausente de clichés y moralina, lo que es de agradecer en cualquier película o serie, porque los espectadores estamos bastante cansados de los mismos modelos repetitivos del siglo XXI.
Mantiene el interés creciente hasta el último segundo. Nada es lo que parece. Y cierra con algo que hará soltar una carcajada a los de mente más irónica. De hecho, la obra tiene varios episodios en los que uno se puede reír bastante.
El efecto que causan los personajes en el espectador pasa por diversas fases, a cual más contradictoria y de golpe y porrazo (sin anestesia).
Muy recomendable para el que quiera disfrutar de algo diferente y que le guste el humor negro.

En un ambiente pausado, los acontecimientos ocurren casi íntegramente en una casa. Se va desvelando, poco a poco, todo el contenido de la obra: los "porqués", los "comos", los "cuándos", etc, enfocado desde la perspectiva del protagonista, del que no sabemos prácticamente nada. El espectador está bastante confuso desde el inicio, ya que no se intuye qué va a ocurrir y desde qué óptica se desvelará la realidad de los sucesos. Tal vez el protagonista esté lúcido, confuso o traumatizado. Tal vez sean otros los que lleven la razón o hayan caído en actitudes malsanas. Quién sabe.
La idea en sí es buena y, a pesar de cierta lentitud, se mantiene un buen grado de expectación. Pero le falta desarrollar más a los personajes, añadir más teatralidad (ya que el escenario es fijo) y jugar con la confusión de los enfoques de todos y cada uno de los sujetos que intervienen en la trama.