Una película que si es verdad que no es una obra maestra pero plasma a la perfección el empoderamiento femenino, la doble moral, una crítica contra el machismo, en definitiva, todo el movimiento que adoro ante el inicio del cambio por la libertad sexual y de ser y es que Elvira, ES MUCHA ELVIRA, consigue consolidarse cómo unos de los personajes más iconicos y característicos del cine ochentero.

Definitivamente marca un antes y un después en la ficción española, éste es un homenaje y un apoyo para el colectivo Trans, con el que el mundo del entretenimiento estaba EXCESIVAMENTE EN DEUDA, ésta miniserie salda una deuda con un colectivo que siempre se ha querido marginar o ignorar, un colectivo que se ha basado en la superficialidad y que ha gozado de muy poca capacidad de empatía por el resto del mundo, no sólo es ése tributo al colectivo Trans, tambien recoge de forma óptima la vida al completo de Cristina Ortiz, una de las Trans más mediáticas que ha tenido España, una mujer que cambió las normas gracias a su naturalidad y sus pocos filtros, pero una mujer que aguardaba un enigma mucho mayor de todo lo que se mostraba ante las cámaras...

No lo voy a negar, soy de esos que ha ido a verla por su fanatismo a Lady Gaga, que vuelve a demostrar que tiene madera de actriz, pero el film en sí... Aún siendo interesante todo el culebrón de la Familia Gucci se hace un poquito tedioso, hay un poco de todo, humor, drama, misterio pero todo sin llegar a explotar. En definitiva un buen film para un sábado tarde, pero no altamente recomendable.

Todos sabemos que la combinación Ryan Murphy+Sarah Paulson tiene poca probabilidad de fracasar, una vez más ambos vuelven a deleitar con un trabajo dinámico y enfermizo que ta hará disfrutar apasionadamente del camino de la Enfermera Ratched, salvo alguna subtrama previsible e innecesaria esta serie vuelve a ser una delicia para los seguidores del lado más enfermizo de Murphy.

Habiendo finalizado la serie, han sido una mezcla MUY EXTREMA de sensaciones, pensamientos y sentimientos aparentemente enfrentados.

Definitivamente cualquier serie que habla sobre el True Crime, invita excesivamente a la reflexión (aparte del morbo innato del ser humano).

Conforme crezco más me doy cuenta de lo ATROZ que es ABSOLUTAMENTE TODO.


A nivel técnico e imaginando que la serie es algo enteramente ficcionado, hay un gran trabajo detrás, es una serie densa pero que invita mucho a SENTIR y EMPATIZAR, que al final es el trabajo que más se evita a hacer en el cine y películas en muchas ocasiones, especialmente Hollywoodienses, después vamos a la parte real, la serie, aún en la controversia y entendiendo que es totalmente lícito sentir que no es para nada moral hacer de un monstruo asesino el protagonista de culto del momento si resulta totalmente necesario para sacar lecturas a nivel social, lecturas que si sabemos captar, pueden ayudarnos cómo sociedad.

Es una evidencia que vivimos en una sociedad ENFERMA y que ABSOLUTAMENTE TODO tiene un impacto, aunque sean minucias, hay un aspecto psicológico que es irreversible en la mente, la mente es algo muy complejo y no todas actúan igual ante las mismas vivencias y yo personalmente creo que está bien tratar de entender porqué alguien hace algo cómo lo que hizo Dahmer.

Muchas veces no hay una explicación, la maldad existe y no tiene porqué haber una respuesta cerebral o biológica por la cual se lleva a cabo.

Por otro lado creo que la serie HONRA MUY BIEN A CASI TODAS LAS PERSONAS que sufrieron asesinato y la onda expansiva que generó en sus entornos cercanos.

Definitivamente cómo serie es BRILLANTE, pero sigue siendo en cierta manera grotesco cómo hay una serie de éste personaje, que sentimos una llamada a ver, en cierta manera se siente alguien que ha marcado historia por algo tan sumamente REPUGNANTE y todos conocemos su nombre, sin embargo pocos son los que recuerdan los nombres de las víctimas, y eso duele, y duele mucho, porque son vidas terminadas, sueños rotos, nombres que quizá en un futuro hubieran sido importantes por buenas hazañas y obras, ya sea a pequeña o gran escala pero que un monstruo cortó esa libertad por un fetichismo delirante y sin límites.