El final de esta película es sospechosamente similar al de la película Apocalypto, con quien comparte muchos puntos en común. Ambas son obras de carácter etnográfico y ambientadas en épocas previas a la llegada de los europeos.
Pero nada que ver una con la otra. En Maïna tenemos a una chica Innu que se ve forzada a emprender un viaje a la "tierra sin árboles" donde convive con los Inuit o esquimales. Es una historia de amor y aventura con interesantes reflexiones sobre los choques culturales.

En películas como estas, donde lo que más me interesa es conocer el estilo de vida de las tribus indígenas, personalmente, poco me importa el desarrollo de la trama o el tratamiento de los personajes.
Pero esta película tiene eso y más.

La historia es compleja. Es un conjunto de situaciones que se suceden y que hacen avanzar la trama de forma eficiente y satisfactoria. Tenemos conflictos tribales internos, dilemas personales, conflictos inter tribales, conflictos emocionales, choques culturales, enredos amorosos y situaciones de peligro. Todo ello hábilmente ensamblado en una historia que no deja cabos sueltos.

Maïna, la protagonista es un personaje bien definido y carismático. El resto de personajes secundarios se desarrollan lo suficiente para ayudarnos a entender la historia. Nada falta ni sobra. Punto para el guionista.

Pero como dije, es en el diseño de producción, que me parece magnífico, donde esta mi foco de interés. La ambientación está increíblemente bien conseguida. Tanto en vestuarios como decorados y utilería podremos tener un vistazo muy realista del estilo de vida de las culturas indígenas canadienses. Punto para el diseñador de producción.

La dirección y la fotografía no se quedan atrás. Paisajes impresionantes y hermosos de los bosques boreales y la tundra desierta. Un ritmo constante y una puesta en escena realista. No se me hizo aburrida.

Me sorprende que una obra como esta sea tan poco conocida. Hace años que busco este tipo de películas y hasta hace poco supe que existía esta. Si tuviera que escoger una sola palabra para describir esta obra, diría que es, simplemente, hermosa.
Para aquellos interesados en la antropología, la etnografía está cien por ciento recomendada.

Creo que cometí un error al ver esta película.

El error fue, no haber leído antes una biografía extensa y detallada de la vida de Richard Nixon.
Honestamente, lo poco que sé, es que fue un presidente de los EU que renunció a su cargo por el escándalo del Watergate. Y con sólo esa información en mi cabeza me pongo a ver un monólogo de hora y media con Richard Nixon haciendo un recuento de su vida. Estuve perdido toda la película. Casi no tenía idea de lo que estaba hablando. Y seguro que las reflexiones eran muy interesantes. Pero por ignorante me perdí de todo el sentido de, lo que seguramente es, un buen guion.

La histriónica, aunque necesaria, actuación de Philip Baker Hall, juntos a los cortes de plano y los movimientos de cámara hicieron la experiencia no tan pesada.

He visto muchas adaptaciones cinematográficas de obras de teatro y siempre las he disfrutado. Ver a un sólo actor hablando consigo mismo fue un reto que me alegro de haber superado.
Y no puedo quejarme del trabajo de dirección del señor Altman.
Menos hubiese podido hacer yo si me hubiesen dado la cámara a mi.

Ya sabes. Si la vas a ver, asegúrate de conocer un poco de la vida de Nixon.

Sí. Es mala.
El guion es absurdo. Como comedia no hace gracia. Y los actores dejan mucho que desear. En general, me aburrió un poquito. Me recuerda a "Los Mil ojos de Sumuru". Igual de tonta.

Pero la dirección es correcta. La típica que esperaríamos de una comedia tontuna de espionaje de los años 60 que por esas fechas pululaban. Tiene algunos momentos intensos. Y la música está buena. Al final, tiene ese encanto sesentero que los más cinéfilos apreciamos aunque la película carezca de seriedad.

Pero la principal razón por la que me animé a verla es que es una de las poquísimas películas en las que aparece la sensual Sharon Tate, actriz prometedora con un trágico final. Pudo haber hecho mejores cosas que esto.

¡Ah! Y aparece Chuck Norris como extra.

No sé como traducir correctamente el título de esta película al castellano. Ese que puse como título de esta crítica me parece el más indicado pues los protagonistas se ocultan en bosques frondosos llenos de helechos.

Después de haber visto Marketa Lazarova, me dije que el director de esa magnífica obra tenía que ser por fuerza un buen director. Así que visioné todas las películas que encontré de él. Y descubrí que no me equivoqué. Pero al perecer ninguna de sus otras películas logró repetir el éxito de Marketa. Quizás estoy equivocado. Conseguir las películas de Vlacil es tan complicado como conseguir información sobre las películas en si, como su recepción en taquilla, críticas o su influencia cultural.

Stin Kapradiny fue la penúltima película del maestro, que nos ofrece, sin más, el mismo estilo que lo ha caracterizado siempre. En este film se aprecian algunas constantes de su filmografía, como una cuidadosa y refinada composición cinematográfica. El ritmo mantiene una velocidad constante en cada momento.

Me hubiese gustado disfrutarla más. Quizás fue que la calidad de la imagen no era tan buena. Quizás la relación de aspecto en 4:3 limitó todo el potencial que tenían los bellos escenarios naturales en que se rodó la película. Quizás el director, viejo, cansado y agobiado por su alcoholismo, no pudo explotar todas sus virtudes de cineasta por su estado anímico.

Pero sin duda tiene muchas virtudes. Además de lo referente a la exquisita composición de los planos hay que resaltar la profundidad de los dos personajes principales. Dos amigos que intentan escapar de un crimen cometido. Vaclav es pasivo y ligeramente medroso. El otro, Ruda, un psicópata extrovertido y nihilista que se aprovecha de la dependencia emocional de su amigo para que le acompañe en sus fechorías. Se llevan por lo general bastante bien. Por momentos parece que Ruda sólo se aprovecha de las debilidades de su amigo para su conveniencia y tenerlo bajo su control. Pero también parecen ser dos almas incapaces de vivir una sin la otra. Ambos actores logran interpretar sus papeles magníficamente. Esta construcción de los personajes es sin duda lo más interesante del film y la razón principal por la cual merece ser apreciada.

Hay algo que no funciona en esta historia...
Creo que se trata de la relación entre el teniente Denet y la hermosa Monique, que se conocen por accidente y al rato ya están enamorados.
Da la casualidad que ella tiene una relación sentimental, motivada más que nada por el agradecimiento, con el capitán La Roche, superior de Denet.
No sabría decir si esto de los triángulos amorosos es parte del sello autoral de Hawks o se trata de una tendencia de la época demandada por las masas.
La cuestión es que la relación entre Monique y Denet se siente muy forzada. La química entre ellos es inexistente. Ni los diálogos contribuyen a hacer el acercamiento interesante, ni las actuaciones añaden emoción.

(Sigue en la zona spoiler)

Por suerte es una película bélica (y en esto sí que funciona), con secuencias de batalla sorprendentemente bien realizadas que hacen que pasemos esta historia de amor de forma mucho más amena.
Un escenario muy bien trabajado. Devastado, sucio, humeante y con una iluminación correcta.
Tan sólo por eso vale la pena verla.
Puede que esta obra no sea la más interesante de Hawk, pero de ninguna manera debería ser llamada con el apelativo de "mala".