La película empieza como todas las del género: chica tímida y empollona del instituto se enamora del chico más guapo y popular, que además suele ser el mejor jugador de baloncesto/quarterback de rugby/campeón de natación, y éste también se siente atraído por ella y deja a su novia por ella. La novia, por supuesto, tiene que ser rubia, alta, guapa (aunque, la verdad, en esta película no lo era), estar cañón, ser pija y por último, pero no por ello menos importante, ser una zorra manipuladora. Nuestra heroína tiene problemas para estar con su príncipe, ya se deba a:
a) La ex-novia de éste le hace la vida imposible;
b) Diferencia de clases sociales y círculos de amistades distintos;
c) Padres

Todos estos casos se dan en la película, con lo cual la protagonista lo tiene aún más chungo.

Hasta aquí todo normal, hasta que empiezan a juguetear con móviles supermegachachiguays. Yo nunca en mi vida he visto un móvil que permita ver grabaciones de vídeo en lugar de la imagen real. Además, canta un huevo cuando pones una cinta de vídeo en la tele, se ve que no está sucediendo en ese momento. La tía esta debería de tener un súper móvil o algo por el estilo, porque si no, no me lo explico. Me pregunto si, cuando hablase con alguien, se podría también ver la imagen del interlocutor proyectaba en 3D, como en esas pelis cutres de espías...
En cuanto a la parte en la que hace que todo un local imite una especie de baile para simular una película en DVD, y pretende que su padre se lo crea... sin comentarios.

No hay nadie tan estúpido como para tragarse etso (a no ser que sea ciego); ¡esta película es un insulto a la inteligencia del espectador!

P.D. ¿Soy yo, o el póster de esta película se parece sospechosamente mucho al de "Mean Girls"?

Vale, lo reconozco: es una película típica no, tipíquisima; además de estereotipada, superficial y un poco perversa. Pero me entretuvo, y supongo que eso es lo importante. Películas como éstas fueron las que hicieron de Lindsay Lohan (ahora convertida en una Amy Winehouse versión USA, sin ánimo de ofender a nadie, más aún ahora, cuando su fallecimiento es relativamente reciente) una estrella adolescente internacional, a la que las chicas querían y admiraban y con cuya cara se forraban cuadernos y carpetas. A pesar de su juventud, su trabajo es simplemente sensacional, acapara todo el protagonismo de la pantalla; al igual que Rachel McAdams que, a pesar de ser la antagonista, hace una actuación difícil de superar. En cuanto a los demás personajes, ninguno atrae particularmente la atención, aunque he de decir que Lizzy Caplan y Daniel Franzese, que representan a los amigos de la protagonista, hacen reír mucho y fueron sin duda un componente imprescendible para el éxito de la película.

Guiones mayoritariamente sin gracia, comportamientos incomprensibles e infantiles, mucha falta de coordinación entre personajes. Está clarísimo que la trama gira sobre todo en torno a Alex Russo (Selena Gomez) y su vida, porque es la típica "chica mona/cara bonita" que hace que la serie tenga un mínimo de expectadores. Justin y Max (David Henrie y Jake T. Austin; respectivamente) interpretan su papel considerablemente bien, pero tengo la impresión de que la actuación de Gomez (Alex Russo) es previsible y forzada, sin ese encanto que ponen sus compañeros de reparto. Maria Canals-Barrera (Theresa) también añade a la serie el instinto maternal de la progenitora de los protagonistas, aunque siento no poder decir lo mismo de David DeLuise, su marido ficticio. En cuanto a Harper (Jennifer Stone), su papel no es muy complejo ni rebuscado, pero consigue encarnarlo con gracia y sutileza, a veces incluso desbordando y poniendo en evidencia la pobre actuación de la protagonista Selena Gomez.

Típica comedia familiar noventera, de ésas que suelen echar los días 24, 25 y 26 de diciembre en la tele. A los niños les parecerá divertida y graciosa y los padres se la tragarán porque a)no tendrán otro remedio o b)estarán de buen humor por las fiestas.

He visto críticas que dicen que es muy buena, muy entretenida, etcétera; pero yo no le encuentro nada especial. Es una película adecuada, ni muy buena ni muy mala, sin mucha originalidad y con actuaciones normalillas. De hecho, la actuación más decente me parece la del cartero Myron Larabee (David Adkins).

He crecido y vivido con Harry Potter, al igual que la mayoría de mi generación (en mi época no existían "Rebelde", "Física o Química", "Crepúsculo" y demás modernidades que ahora hacen furor). Recuerdo el ansia que tenía la vez que fui a ver al cine (con mis padres) la primera película de la saga, "Harry Potter y la piedra filosofal", que me encantó, o mejor dicho, me hechizó. Quería ser valiente como Harry, inteligente como Hermione y tener el sentido del humor de Ron, ellos eran mis héroes, y Hogwarts la escuela a la que quería ir (a mis padres les costó tiempo explicarme que en realidad Hogwarts no existía... fue uno de los momentos más traumáticos de mi infancia). En definitiva, había descubierto un mundo, la magia, que era lo más maravilloso que había visto nunca.

No he leído todos los libros de Harry Potter (solo los últimos tres), pero he visto todas la películas y la mayoría me gustaron mucho, me parecían increíbles y fantásticas; incluso aunque a mí no me guste mucho la ficción y sea muy realista (si habéis leído alguna de mis críticas os daréis cuenta enseguida). La última entrega (para pena de los millones de fans que somos en el mundo) no decepciona para nada, tiene efectos especiales asombrosos, un reparto carismático y que sabe hacer bien su trabajo, y un final que todos conocíamos pero que aún así esperábamos con ansia. Probablemente lo que hace que la película no sea de sobresaliente sea que da todo por entendido. Es decir, si no has visto la Parte I de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte", vete olvidando de entender ni papa de la Parte II. Fui a verla al cine en primicia, y posteriormente la alquilé para verla con los míos en casa, y recuerdo cómo mis padres se pasaron media película preguntándome "¿Y qué son los Horrocruxes...? ¿Y cómo...? ¿Y por qué...? ¿Y dónde están...?" bla, bla, bla. Vale, ellos no entienden mucho de Harry Potter, pero lo que quiero decir es que cualquier persona que sea un fan y haya visto TODAS las entregas MENOS la Parte I del último libro, se pierde. Vale, lo sé, es muy difícil hacer que el público entienda todo cuando las películas deben estar encadenadas unas a otras y además la última está dividida en dos partes, pero Sr. Yates (y señores productores, guionistas, etcétera), ¡para eso les pagan tanto! Entiendo que los que están implicados en la creación y trama de la película se sepan tooooodo el film y sus características de cabo a rabo, pero no todos tenemos esa suerte.

En consecuencia, la película, como fan que soy, y porque he visto todas las entregas, me parece fantástica. Pero no creo que a mis padres (o a cualquiera que esté en la situación que he dicho antes) le parezca lo mismo: la película no les dejará las ideas muy claras, y saldrán del cine pensando "¿¿eing?? bueno, menos mal que es la última". Hago esta crítica en nombre de todos ellos (hoy me ha dado por tener solidaridad).