Casi 2 horas viendo a una mujer hablando consigo misma, con unos personajes a su alrededor que parecen fantasmas, sin que ocurra nada de interés y eso si, todo en penumbra (para que va a salir Tanger). Aburrida, aburrida.

Me considero cinéfilo, y me gusta la literatura, dicho lo cual, lo reconozco, he pecado, no solo he leído el libro, sino que me gusto, y además la película, no me desagradó demasiado. Una vez dicho esto, y refiriéndome al film en exclusiva, si que creo que la película está por debajo del material sobre el que trata. Me imagino que cuando un libro tiene tanta repercusión, cuesta no seguirlo al pie de la letra, pero el lenguaje fílmico exige unos tiempos, que no permiten que Ian McKellen y Tom Hanks se pasen media hora hablando de María Magdalena, yo solo sé que el libro me pareció frenético, y la película me parecio que languidecía bastante. La verdad es que ya he visto bastantes películas de Ron Howard y tomándole a él como ejemplo podemos escribir un tratado sobre las diferencia que hay entre un obrero cualificado, y un artista (Ron por supuesto es el obrero, aunque esto sin ánimo de ofender ya que la mayoría de los directores de cine actual no llegan ni a eso).

P.d. No quiero ser injusto Ron, casi fuiste artista en Una mente prodigiosa, y en la escena del último combate en Cinderella Man, así que aguardo expectante tu próxima película con Russell, Ron.

Desasosegante, descarnada, muy bien las actrices (sobre todo Karen Young, porque Rampling está ya en la categoría de "presencia", da igual si actúa, está ahí y gusta a todos), la película apunta, dispara, pero no da en el blanco. Dos reflexiones son apuntadas, unas mujeres en busca de ... no lo tengo claro, y un país siniestro, todo convive con cierta normalidad, y con emociones demasiado contenidas, acaba siendo un poco distante, pero por su especificidad creo que resulta una película interesante, aunque no fascinante. Da la sensación de que con estos mimbres se podría haber hecho algo más.