Soporté esta birria en casa de un coleguita merengue hasta el tuétano. Intenté que me interesase, lo juro, pero las actuaciones son tan infames, el guión tan penoso, y el argumento tan mongoloide, que acabé por centrarme en jugar con el gato y en repasar mentalmente la lista de pelis más horribles que he visto, para saber en que lugar de la clasificación hay algo que se asemeje a este esperpento.
Tan sólo recomendable para fanáticos merengues, y para aficionados al cuero y a los látigos.

Por lo que pude comprender entre bostezo y cabezada, este bodrio va de que una loca y sus amigas se meten en una cueva mas grande y mas oscura que el Valle de los Caidos, y allí se encuentran con la sociedad de albinos alopécicos (sección trepadores con hambre), ante los que se transforman en las supernenas pero con más pena que gloria.
Bromas aparte, el cine de terror da cada día más pena: no por estar difunto desde hace mucho tiempo, sino porque no lo entierran de una santa vez, y su cádaver ya comienza a apestar.
Recomendable para todo aquél que tenga algo mejor que hacer y no encuentre un motivo para decidirse a hacerlo.

Esta estupidez trata de un friki que se comporta como un friki, y siempre visto desde la perspectiva de un friki. Hay frikis graciosos, como podría ser Steve Urkell, los hay que dan penilla, como es es caso de Millhouse, y los hay malvados, como el gordo de jurassic park. El que aquí nos ocupa no se engloba en ninguna de ésas categorías, sino que es un friki anónimo y anodino que cae mal y no tiene ningún tipo de cualidad que lo pueda hacer simpático, amén de que parece que siempre esté dormido.
Sin ningún tipo de guión, al no haber argumento, y con unas actuaciones planas que parecen un homenaje multitudinario al personaje protagonista de rain man, lo único destacable de este excremento es la fotografía, de factura notable.
El resto, una larguísima y decepcionante espera de que ocurra algo. Y no lo digo en broma: en una hora y medía (que parecen seis), no sucede absolutamente nada.
Sólo recomendable como broma muy pesada.

Ah!: y quien espere algún chiste o broma, o gracia, que no las busque en esta cagamandurria, que no hay ninguna. Pero es que ni una.

La peor película que he visto del señor Smith, superando incluso en maldad a la penosa Dogma.
Lo único a destacar (al margen de que acaba, y eso ya es de agradecer), son los innumerables cameos, y en especial el de Mark Hamill por lo patético de su personaje.
El resto es del todo infumable, siendo nada más que una versión ligth de cualquiera de los bodrios que protagonizaron en su día los insoportables Cheech y Chong.
Recomendable para entender porqué en películas anteriores no se les dió más protagonismo a la pareja de imbéciles sin gracia que dan nombre este esperpento.

Como prueba de que los problemas con las drogas no son exclusivamente contemporáneos, no está mal. Quizás para quien duerma con una biblia debajo de la almohada, tampoco. Pero para quien quiere ver cine, aunque sólo sea pasable, es un peñazo de padre y muy señor mío.
La Jovovich sale sin maquillaje, o sea, que no da el pego de tía buena, que es lo único que puede ofrecer esta señora al cine, ya que como actriz no lo es en absoluto.
Tan sólo recomendable para, entre las escenas de multitudes y en plan "buscar a Wally", intentar localizar al camello que le pasaba los tripis a la histérica santa.