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Críticas de John Dunbar
Críticas 707
Críticas ordenadas por utilidad
9
29 de enero de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al contemplar esta nueva guerra, ahora ya infinita, de los Vengadores, se contempla algo que va más allá del puro espectáculo destinado a grandes masas. Forma parte consumible de un todo, de una totalidad en la que los profanos en la materia no tienen sitio, en unos tiempos en los que a menudo ya no se piensa ni trabaja mirando de manera individual, sino como un conjunto, o sea, una saga. No es que sea malo, es tan solo diferente. Pero todo se hace a lo grande y a largo plazo. Algunos se frotan las manos, porque aun habiendo siempre riesgo, en algunos casos, y los números ahí están, es menor. Eso sí, las manos no se las frotan únicamente aquellos que lo entienden más como un negocio que cualquier otra cosa y ponen la 'pasta' pensando en los dividendos. Nada de eso sería posible sin una respuesta cuantitativa de quien ha de ir a una sala, sabiendo que para muchos de ellos la espera también ha de ser cualitativa.

A éste respecto, cada nueva réplica que saca la ya todopoderosa Marvel no es que no deje indiferente, es que vale la pena. Y mucho. Se ratifica con esta nueva y grandiosa muesca en el revólver de la marca original de historietas, que no son solo películas de pim pam pum o vulgares aventuras precipitadas a un rato de regocijo pueril. Demasiado simplista pensar algo así y no pensar que esconde bastante más. Y en ese de más, para esta ocasión concreta, mucho tiene que ver la aportación de Thanos (Josh Brolin), un villano poderoso, de cualidades y de presencia, un Titán, vamos, como si de la mitología clásica se tratara.
Claro está, su aparición y sobre todo sus propósitos se acercan más a las proporciones bíblicas. Con las Gemas del Infinito en su poder, piedras con atribuciones diversas que otorgan el control absoluto, el sometimiento, el caos y la aniquilación serán inevitables para todos los seres que habitan el Cosmos. Una descripción somera semejante a otras de corte fantástico, que no refleja todo cuanto de verdad encierra en su interior. Detrás hay toda una filosofía de redenciones liberadoras, de anhelos de jugar a Dios, trabajada a golpe de ingenio disfrazado de simples ilustraciones y viñetas, que ven recompensada su genialidad en el seno del séptimo arte en forma de estupendas adaptaciones. No obstante, algo en su discurso para justificar sus medios y su fin, casa con la hipotética buena voluntad que se esconde detrás de todo tirano. Personaje capital para entender todos y cada uno de los pasos previos que se han dado en este particular universo que ha ido forjando Marvel, que, como antes comentaba, hago una vez más hincapié en que es como ese tren que se ha puesto en marcha hace ya muchas estaciones y en el que subirse ahora sería entender poco o nada del porqué esto y no aquello, la misma traba para alguien dispuesto a ver una serie cuando esta a punto de ponérsele el broche final.

La irrupción de Thanos en 'Vengadores: Infinity War' engarza con 'Thor: Ragnarok', lo que demuestra, además de la dificultad de seguimiento, que esta andadura avanza en paralelo con cada una de las historias individuales de Thor, Iron Man o Capitán América, entre otros, algo así como una década atrás. Un largo y arduo recorrido hasta llegar aquí.
Puntualizando que he echado de menos más presencia de Hulk y un poquito menos de Bruce Banner, además de la icónica ropa y escudo del Capitán, Vengadores más que nunca se ha convertido en un canto a la coralidad en su superficie, y un ejemplo de sacrificio y fuerza de voluntad en lo más hondo. Tras los encuentros, unos novedosos, otros no tanto, con chascarrillos incluidos, tras el dispendio colosal de luz y sonido, tras los muchos mamporros imposibles y batallas épicas (una vez más), ¿qué es lo que queda?, pues mucha incertidumbre y mucha sensación de ¿y ahora, qué? La heroicidad ha sido puesta al servicio del drama con lo que resulta difícil imaginar un escenario, en los términos que nos movemos, de más duda, desasosiego y también tristeza. Aunque la duda es relativa, porque no sabremos qué pasará (fuera de los cómics), pero sí sabemos, o imaginamos, que todo se prepara para un desenlace todavía más grandioso, en todos los sentidos.

El final del camino se acerca.
John Dunbar
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7
6 de enero de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El ente" nos cuenta la historia de un espíritu salido que quiere gozar en el más allá lo que no pudo gozar en el más acá, aprovechándose de su impunidad para no ser visto y por lo tanto no ser juzgado y eligiendo para sus fechorías, o mejor dicho, para el fornicio y su desahogo a una joven y atractiva madre soltera. No, ahora en serio, la cuestión es, al margen de si está realmente basada en hechos reales o es un mero truco publicitario para darle mayor dramatismo y más tirón comercial, que la película funciona. Ofrece buenas dosis de tensión y es convincente (al menos hasta la parte final) y nada tiene que envidiarle a producciones más recientes que se valen si no de más dinero sí de mayores avances en el apartado técnico visual, es más, mejora cuantiosamente más de una que yo haya visto recientemente.

Juega bien las cartas equilibrando la balanza del lado de lo racional -yo si no lo veo no lo creo- por quienes ejercen de profesionales de la psiquiatría en la película, lo que le permite al espectador posicionarse aún más del lado de la víctima, ya que encima de sufrir lo que le pasa y no obtener demasiadas respuestas y menos soluciones, encima es tratada como una desequilibrada.

Lo peor, como antes aludía, quizá llegue en el desenlace, en donde es probable que por no saber darle un cierre a toda la historia, se pierda un poquito el norte y le reste credibilidad. A pesar de ello, merece la pena darle una oportunidad para quien no la haya visto.
John Dunbar
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9
30 de diciembre de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si a algo se ajusta la definición de humor inglés es a películas como "Oro en barras", verdadero ejemplo de lo que eso representa y reflejo al mismo tiempo de que con no demasiado dinero y mucha imaginación se pueden contar historias de verdad. Generalmente hoy el camino se sigue a la inversa pero que se le va a hacer; es la tendencia.
El gran Alec Guinness interpretando a un anodino supervisor del traslado contínuo de lingotes de oro es prácticamente el centro de toda la historia. Es a su vez el narrador de los hechos.
Algunas escenas proyectan cierto aire de teatralidad, particularmente en las que se encuentran sus dos protagonistas principales, dicho esto no en un sentido de sobreactuación, si no que denota el origen teatral de ambos actores.
La película es maravillosa por su sencillez y tiene además un final tan ingenioso como inesperado. Hay que verla.
John Dunbar
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2
19 de julio de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar debo decir que si la he visto ha sido para poder opinar, atraído como aquel que estando en casa oye voces en la calle y se pregunta: ¿qué es ese escándalo?; eso sí, a sabiendas de lo que me iba a encontrar y casi deseando después que algún alma caritativa me sacara los ojos o me practicara una lobotomía, lo que resultara menos traumático.
Entiendo perfectamente a qué tipo de público va dirigida la saga Crepúsculo pero no por ello me produce menos repelús, sobre todo cuando veo a mujeres hechas y derechas no solo hablar bien de la susodicha sino incluso estar encantadas con ella.
¡Qué bonito el amor imposible entre él (vampiro) y ella (mortal)!. ¡Qué romántica!. Pues bien, si las féminas quieren romanticismo vampírico, especialmente las que hayan dejado atrás libros y carpetas forradas de Jonas Brothers y Justin Biebers varios, yo les recomendaría el Drácula de Bram Stoker, personaje romántico de la literatura y del celuloide donde los haya. Eso sí que es una historia de amor imposible y sobre todo incondicional por su amada, que incluso al sentirse traicionado por su dios le hace revelarse contra él y convertirse en un "no muerto" que vagará como una maldición a lo largo de los siglos fruto de un pacto con el diablo. "He cruzado océanos de tiempo..." que le decía Drácula a Mina; eso es romanticismo y no esta cursilería de saldo llamada "Crepúsculo".
Por otra parte la pareja protagonista por no tener no tiene ni atractivo; ella tan menudita y tan poquita cosa y él con su nariz chata de boxeador.
Y encima para liar más la madeja meten hombres lobo de por medio también... ¿quién da más?.
Un completo despropósito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
John Dunbar
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4
19 de julio de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco volví a ver al mítico Volkswagen Escarabajo con su famoso número 53 con cierta ilusión proveniente de mi tierna memoria infantil, ya que pertenece de algún modo a la iconografía de mi infancia.
Lo cierto es que fue una desilusión. La visión de la película siendo adulto es demasiado distinta a la visión con los ojos de un niño, por lo que hay que entender que no pertenece al club de películas infantiles que también pueden ser vistas de mayor. Incluso en algunos tramos se hace un poquito pesada.
Aun con todo cuenta con algunos buenos gags visuales especialmente en la parte final.
No ver sin la supervisión y la compañía de un menor de diez años; no supera la prueba del tiempo.
John Dunbar
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