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Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menudo lavado de cara. Pero cara lavada con sangre, vísceras, trocitos de cerebro y chapapote. Porque madre mía, que seguramente no se merezca la nota que le doy, pero visto el esperpéntico precendente protagonizado por Thomas Jane, es que lo merece. Ésto sí que es El Castigador.
Siendo lo más breve posible, diré que la historia está mil veces vista, y está hecha en base a un esquema predefinido que habrán seguido varias pelis de Van Damme, Seagal y Bronson, pero con matices (la naturaleza ultra-violenta hace que cambien sus cosas y aún llegue a sorprender en algún momento), e interpretativamente no da mucho de sí (viendo al bicho inexpresivo que es el prota, no es que vayamos a buscar mucho, y es el tipo este el que lo hace mejor), pero no es eso lo que buscamos. Lo que tenemos es una peli de acción clásica de esas que recuperan el espíritu violento de los ochenta, pero elevado a la máxima potencia. Unos villanos realmente crueles e hijos de perra, y un Frank Castle de verdad, un Castigador 5J's (y eso que apenas se le ve la calavera), repartiendo estopa. Sangre, desmembramientos, hundimientos de cara, explosiones, torturas... una verdadera bestialidad, con música que acompasa el espíritu poco emotivo que destila la peli (aunque tiene sus momenticos de tristeza y melancolía y esas cosas).
Vamos, que este filme es verdadero thrash metal. Y ya está. No le saca todo el partido que se le puede sacar al personaje (que es de los mejores de Marvel), pero es un salto increíble. Y nos da lo que queremos: brutalidad y algo de comicidad.
Siendo lo más breve posible, diré que la historia está mil veces vista, y está hecha en base a un esquema predefinido que habrán seguido varias pelis de Van Damme, Seagal y Bronson, pero con matices (la naturaleza ultra-violenta hace que cambien sus cosas y aún llegue a sorprender en algún momento), e interpretativamente no da mucho de sí (viendo al bicho inexpresivo que es el prota, no es que vayamos a buscar mucho, y es el tipo este el que lo hace mejor), pero no es eso lo que buscamos. Lo que tenemos es una peli de acción clásica de esas que recuperan el espíritu violento de los ochenta, pero elevado a la máxima potencia. Unos villanos realmente crueles e hijos de perra, y un Frank Castle de verdad, un Castigador 5J's (y eso que apenas se le ve la calavera), repartiendo estopa. Sangre, desmembramientos, hundimientos de cara, explosiones, torturas... una verdadera bestialidad, con música que acompasa el espíritu poco emotivo que destila la peli (aunque tiene sus momenticos de tristeza y melancolía y esas cosas).
Vamos, que este filme es verdadero thrash metal. Y ya está. No le saca todo el partido que se le puede sacar al personaje (que es de los mejores de Marvel), pero es un salto increíble. Y nos da lo que queremos: brutalidad y algo de comicidad.
12 de marzo de 2009
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bruce Campbell es una verdadera estrella. Y no es un mito porque de repente haga una peli en la que hace parodia de sí mismo, no. Eso lo puede hacer cualquiera, hasta Van Damme, y sin erótico resultado. Es un mito porque es un verdadero estandarte de la serie B, además de ser la clave de que Sam Raimi llegara a ser quien es, y que la saga "Evil Dead" haya quedado grabada a fuego en nuestras mentes. Eso tiene mérito, consiguió dar vida al posiblemente personaje más carismático que he visto en una pantalla, con permiso de Corleones, Montanas, McClaines y demás. Es Ashley Williams el verdadero héroe, el verdadero antihéroe, el verdadero tipo con carisma. Y ahí se quedó nuestro amigo estancado, protagonizando tanto bazofias como buenas películas, pero todas de serie B y en todas aportando el carisma que tiene, de una manera cada vez más forzada.
Pero gracias a cosas como esta, se ve que nuestro amigo no está muerto. Ni siquiera en un mal momento. Lo cierto es que su gran momento siempre estuvo con Raimi, y en calidad casi se puede decir que el gran momento de Raimi estuvo con Campbell.
Se le podrá achacar que su humor es de un infantil del tipo «Hijo, escríbeme alguna frase graciosa aquí» que aterra en bastantes ocasiones, que su aire de autoparodia se note en más ocasiones de las debidas, que el aire ochentero desaparezca debido a la fotografía, mala dirección y demás, y sobre todo, que no haya bichos a lo Harryhausen, pero... en el resto, nos encontramos ese punto de partida que de tan absurdo que es tiene que ser aplaudido, esos otros gags escritos en momentos más inspirados, ese aire de auto-homenaje merecido, esos cameos de personajes que parecían desvanecidos del mundo hace mucho tiempo, ese Ted Raimi que aunque siempre hace del mismo cateto, siempre acaba alegrando un poco el día, y en definitiva, ese viaje tan entrañable que nos propone el señor Campbell.. Un señor homenaje, desde luego, no una auto-crítica sino una auto-parodia, si acaso. No es lo bueno que uno querría, ni tan siquiera lo largo, y le falta chicha, pero acaba siendo algo que no se puede olvidar.
Seguramente aquellos no aficionados a las pelis de Bruce Campbell, la peli les parecerá tan buena como hacerse la sonrisa del payaso, pero es que realmente para ellos no va dirigida, y eso está clarísimo. Aunque lo mismo sería disfrutable y todo.
El caso es... que vivan las motosierras, las escobas de fuego y la serie B. Y que viva Ash Williams, cuyo espíritu sigue vivo en infinidad de cómics que incluye hasta a los Marvel Zombies. Yo espero que para mayor homenaje, se haga una cuarta parte de "Evil Dead", y ya está.
Pero gracias a cosas como esta, se ve que nuestro amigo no está muerto. Ni siquiera en un mal momento. Lo cierto es que su gran momento siempre estuvo con Raimi, y en calidad casi se puede decir que el gran momento de Raimi estuvo con Campbell.
Se le podrá achacar que su humor es de un infantil del tipo «Hijo, escríbeme alguna frase graciosa aquí» que aterra en bastantes ocasiones, que su aire de autoparodia se note en más ocasiones de las debidas, que el aire ochentero desaparezca debido a la fotografía, mala dirección y demás, y sobre todo, que no haya bichos a lo Harryhausen, pero... en el resto, nos encontramos ese punto de partida que de tan absurdo que es tiene que ser aplaudido, esos otros gags escritos en momentos más inspirados, ese aire de auto-homenaje merecido, esos cameos de personajes que parecían desvanecidos del mundo hace mucho tiempo, ese Ted Raimi que aunque siempre hace del mismo cateto, siempre acaba alegrando un poco el día, y en definitiva, ese viaje tan entrañable que nos propone el señor Campbell.. Un señor homenaje, desde luego, no una auto-crítica sino una auto-parodia, si acaso. No es lo bueno que uno querría, ni tan siquiera lo largo, y le falta chicha, pero acaba siendo algo que no se puede olvidar.
Seguramente aquellos no aficionados a las pelis de Bruce Campbell, la peli les parecerá tan buena como hacerse la sonrisa del payaso, pero es que realmente para ellos no va dirigida, y eso está clarísimo. Aunque lo mismo sería disfrutable y todo.
El caso es... que vivan las motosierras, las escobas de fuego y la serie B. Y que viva Ash Williams, cuyo espíritu sigue vivo en infinidad de cómics que incluye hasta a los Marvel Zombies. Yo espero que para mayor homenaje, se haga una cuarta parte de "Evil Dead", y ya está.
3 de diciembre de 2007
25 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno... yo trato de pensar que la especie humana es inteligente. Sí, con los fallos que tenemos y todo eso, pues a veces podríamos ser mejores... pero dentro de lo que cabe, el cerebro, esa máquina, es algo grande. Así que cuando voy tan en contra de la mayoría de conocidos (yo me muevo por lo que dicen mis círculos, si alguien de Singapur opina lo mismo que yo, la verdad es que tampoco me importa tanto), me siento un tanto tonto.
Tonto por no entender qué tiene de gracioso esta suprema bazofia. Alguno seguro que veía "Noche de fiesta"... y no mintáis, que me sincero con vosotros: Yo SÍ LO VEÍA. Oye, que las modelos esas eran bien guapas... Vale, quizá no haya excusa. Pero a lo que iba, que dentro de ese magnífico programa, había unos sketches en los que tres parejas hablaban sobre ciertos problemas en la cama: unos recién casados jovencillos, una pareja de cuarentones (o cuarentañeros, como dicen que se debe decir, a mí me da lo mismo), y unos sexagenarios. Al final la gente se reía con lo que se insultaban la pareja de ancianos, mientras que en los otros el zapping era la herramienta más útil. Pues bien, que esta basura es lo mismo, pero con más presupuesto, otros actores, y mucha menos gracia (y eso acojona). Lo que cambia es que ahora no hay ninguna linealidad, es decir, vas recorriendo las discusiones entre los distintos anormales, pero no hablan de las mismas cosas, sino de lo que se les va ocurriendo a los ¿guionistas? Que a mí que no tenga ningún tipo de argumento definido, sino que sean situaciones sueltas, me la pela, y ahí están los Monty Python para corroborarlo, pero que encima de no tener nada de historia, sus chistecillos den ganas de cargarse a todo el mundo... pues vamos mal.
Lo único más artificial que sus prefabricados diálogos a los que sólo les falta venir en envase cuando lo escupen los tipos esos que salen por la tele (me niego a llamarles actores, pues no quiero destruir detectores de mentiras de todo el mundo), y que si en algún momento tienen algo de frescura, es porque te equivocaste y al querer cambiar de canal encendiste el aire acondicionado. La gracia de los chistecillos insultantes (para con el otro miembro de la pareja, y más con el espectador), se encuentra en el culo del universo. Y para colmo, los únicos que aún conservaban algo de dignidad (y se conservaban desde el programa de José Luis Moreno), han sido sustituidos por otros igual de patéticos que las otras parejas, y ahora sólo queda alguna grabación insertada de cuando en cuando de los otros ancianos. Algún personaje esperpéntico más, y una vergüenza ajena casi insuperable.
Recomendable como lobotomía barata. Ah, ahora la pareja de jóvenes tiene problemas también, y no lo solucionan todo con una subnormal sonrisa y un beso. Ahora, simplemente, se quedan en lo subnormal. Y por cierto, esto no funciona ni como retrato ni como parodia de nada. Bueno, sí, un poco sí que se burla del ser humano que lo ve.
Tonto por no entender qué tiene de gracioso esta suprema bazofia. Alguno seguro que veía "Noche de fiesta"... y no mintáis, que me sincero con vosotros: Yo SÍ LO VEÍA. Oye, que las modelos esas eran bien guapas... Vale, quizá no haya excusa. Pero a lo que iba, que dentro de ese magnífico programa, había unos sketches en los que tres parejas hablaban sobre ciertos problemas en la cama: unos recién casados jovencillos, una pareja de cuarentones (o cuarentañeros, como dicen que se debe decir, a mí me da lo mismo), y unos sexagenarios. Al final la gente se reía con lo que se insultaban la pareja de ancianos, mientras que en los otros el zapping era la herramienta más útil. Pues bien, que esta basura es lo mismo, pero con más presupuesto, otros actores, y mucha menos gracia (y eso acojona). Lo que cambia es que ahora no hay ninguna linealidad, es decir, vas recorriendo las discusiones entre los distintos anormales, pero no hablan de las mismas cosas, sino de lo que se les va ocurriendo a los ¿guionistas? Que a mí que no tenga ningún tipo de argumento definido, sino que sean situaciones sueltas, me la pela, y ahí están los Monty Python para corroborarlo, pero que encima de no tener nada de historia, sus chistecillos den ganas de cargarse a todo el mundo... pues vamos mal.
Lo único más artificial que sus prefabricados diálogos a los que sólo les falta venir en envase cuando lo escupen los tipos esos que salen por la tele (me niego a llamarles actores, pues no quiero destruir detectores de mentiras de todo el mundo), y que si en algún momento tienen algo de frescura, es porque te equivocaste y al querer cambiar de canal encendiste el aire acondicionado. La gracia de los chistecillos insultantes (para con el otro miembro de la pareja, y más con el espectador), se encuentra en el culo del universo. Y para colmo, los únicos que aún conservaban algo de dignidad (y se conservaban desde el programa de José Luis Moreno), han sido sustituidos por otros igual de patéticos que las otras parejas, y ahora sólo queda alguna grabación insertada de cuando en cuando de los otros ancianos. Algún personaje esperpéntico más, y una vergüenza ajena casi insuperable.
Recomendable como lobotomía barata. Ah, ahora la pareja de jóvenes tiene problemas también, y no lo solucionan todo con una subnormal sonrisa y un beso. Ahora, simplemente, se quedan en lo subnormal. Y por cierto, esto no funciona ni como retrato ni como parodia de nada. Bueno, sí, un poco sí que se burla del ser humano que lo ve.
11 de septiembre de 2009
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me mola mazo mazote que se hagan cosas como estas. Es un proyecto bastante independiente, pero a la vez suficientemente comercial. Es original, pero tiene sus dosis de acción brutálica increíble. Su prota no es un héroe, y empieza cayendo gordísimo, pero según avanza el metraje, vas empatizando con él. Los humanos no son los buenos, precisamente. Los aliens no son un montón de asesinos psicópatas, ni vienen de parte de su planeta a conquistar. Y más cosas.
Satírica, muy bien hecha, con esas dos partes tan diferentes como indivisibles, cierto es que es mejor la primera, en forma de falso documental, y el drama que sufre el prota según recibe la descarga del fluido y lo que hacen con él, pero aún así, lo que viene después, toda la somanta de tiros y explosiones sigue pegando muy bien, y más si es tan visceral y no se corta un pelo. Y más aún si empatizas tanto con los protas, que hasta ese momento ha sido todo bastante frío. Esa segunda parte tiene mucho más sentimiento, y se agradece.
Ácida, crítica, bruta. Ciencia ficción, pero perfectamente aplicable a nuestra realidad, sin por ello perder su espectacularidad. Vaya debut, válgame. Habrá que seguirle de cerca, a ver en cuánta medida ha metido mano Peter Jackson. Sea como sea, desde luego con cosas como ésta, la ciencia ficción tiene su futuro asegurado.
Es que hay algo que resulta increíble, simplemente, y espero que sirva de ejemplo. Una película puede ser crítica sin perder un ápice de espectacularidad. No toda la acción tiene que ser mongólica, ni todo lo crítico ha de ser un peñazo. Esto es lo mejor.
Satírica, muy bien hecha, con esas dos partes tan diferentes como indivisibles, cierto es que es mejor la primera, en forma de falso documental, y el drama que sufre el prota según recibe la descarga del fluido y lo que hacen con él, pero aún así, lo que viene después, toda la somanta de tiros y explosiones sigue pegando muy bien, y más si es tan visceral y no se corta un pelo. Y más aún si empatizas tanto con los protas, que hasta ese momento ha sido todo bastante frío. Esa segunda parte tiene mucho más sentimiento, y se agradece.
Ácida, crítica, bruta. Ciencia ficción, pero perfectamente aplicable a nuestra realidad, sin por ello perder su espectacularidad. Vaya debut, válgame. Habrá que seguirle de cerca, a ver en cuánta medida ha metido mano Peter Jackson. Sea como sea, desde luego con cosas como ésta, la ciencia ficción tiene su futuro asegurado.
Es que hay algo que resulta increíble, simplemente, y espero que sirva de ejemplo. Una película puede ser crítica sin perder un ápice de espectacularidad. No toda la acción tiene que ser mongólica, ni todo lo crítico ha de ser un peñazo. Esto es lo mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Serie
2005
9 de agosto de 2007
32 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Abominable serie del director de "Glimmer man". Capítulos autoconclusivos (y sabiendo quién es el guionista, director y productor, concluimos que todos los capítulos son iguales), en los que una tía debe ayudar a los fantasmas a ir al cielo o lo que sea, haciendo que, como Casper y compañía, acaben sus asuntos pendientes. La he visto lo poco que durará en mi memoria.
Voy a diseccionar el esquema de esta tortura para que no perdáis el tiempo padeciéndola:
Esto es una tía que está compuesta exclusivamente de bustamen y cuello, tiene su vida perfectamente realizada, y seguramente por eso va siempre con sonrisa de recién... ejem. Pero hete aquí que no es oro todo lo que reluce, y resulta que la tía también tiene sus problemas. Al parecer tiene los mismos poderes que Ichigo Kurosaki antes de convertirse en un shinigami (vamos, que no esperéis que se ponga a matar engendros ectoplásmicos vestida de samurai y con una espada gigante), y por lo tanto el mismo trabajo no remunerado de ayudarles a solucionar sus problemas. AsíN que en cada capítulo, un fantasma que tiene siempre una pinta asesino de agárrate y no te menees, al que le han dado la dirección de la tía se pone a provocar fenómenos para-anormales, y la Love-Hewitt se pone a berrear del miedo váyase usted a saber por qué, si todas las tardes le pasa lo mismo. A veces se aparece el fantasma delante de su novio, que reacciona susurrando: "¿Aquí?" (nooo, en Portugal...), y moviendo la cabeza para todos los lados como un gato en un taller, que a lo mejor se marea y así le ve.
La cosa es que la tía se tiene que poner en marcha y buscar a un personajillo con el que el fantasma tiene que ajustar cuentas porque le destrozó la vida y esas cosas. El personajillo al principio manda a la tía a tomar por saco, pero después se lo va creyendo más y más. A su vez, el registro interpretativo de la miss cuello va cambiando: su sonrisa de oreja a oreja se torna en seriedad, y cuanto más se acerca a la resolución, sus ojos se van empañando más y más, como si el fantasmico le hubiera soplado en plena faz toda la arena del Sahara, para acabar llorando a moco tendido de forma exagerada, más que los que deberían estar de verdad emocionados, y cuyas lágrimas pueden ser perfectamente las culpables de tanta laguna argumental. De cuando en cuando el caso se para (porque, sino, no daría más que para 15 minutos de capítulo), y la chica habla con su novio, que le dice que tenga cuidado de los fantasmicos, y su amiga del alma, con la que mantiene conversaciones triviales y humorísticas que no harían reír ni a los que disfrutaron con "Date movie". Al final, todo se soluciona, la Hewitt provoca una inundación, todo resulta ser un malentendido y en realidad el fantasma y el vivo son muy amigos y tal, el fantasma se va a la luz, y la prota vuelve a conseguir su sonrisa, a esperas de que un par de días después se le sequen un poco los ojos.
Y así llevan ya 2 temporadas, seguramente sin cambiar nunca.
Voy a diseccionar el esquema de esta tortura para que no perdáis el tiempo padeciéndola:
Esto es una tía que está compuesta exclusivamente de bustamen y cuello, tiene su vida perfectamente realizada, y seguramente por eso va siempre con sonrisa de recién... ejem. Pero hete aquí que no es oro todo lo que reluce, y resulta que la tía también tiene sus problemas. Al parecer tiene los mismos poderes que Ichigo Kurosaki antes de convertirse en un shinigami (vamos, que no esperéis que se ponga a matar engendros ectoplásmicos vestida de samurai y con una espada gigante), y por lo tanto el mismo trabajo no remunerado de ayudarles a solucionar sus problemas. AsíN que en cada capítulo, un fantasma que tiene siempre una pinta asesino de agárrate y no te menees, al que le han dado la dirección de la tía se pone a provocar fenómenos para-anormales, y la Love-Hewitt se pone a berrear del miedo váyase usted a saber por qué, si todas las tardes le pasa lo mismo. A veces se aparece el fantasma delante de su novio, que reacciona susurrando: "¿Aquí?" (nooo, en Portugal...), y moviendo la cabeza para todos los lados como un gato en un taller, que a lo mejor se marea y así le ve.
La cosa es que la tía se tiene que poner en marcha y buscar a un personajillo con el que el fantasma tiene que ajustar cuentas porque le destrozó la vida y esas cosas. El personajillo al principio manda a la tía a tomar por saco, pero después se lo va creyendo más y más. A su vez, el registro interpretativo de la miss cuello va cambiando: su sonrisa de oreja a oreja se torna en seriedad, y cuanto más se acerca a la resolución, sus ojos se van empañando más y más, como si el fantasmico le hubiera soplado en plena faz toda la arena del Sahara, para acabar llorando a moco tendido de forma exagerada, más que los que deberían estar de verdad emocionados, y cuyas lágrimas pueden ser perfectamente las culpables de tanta laguna argumental. De cuando en cuando el caso se para (porque, sino, no daría más que para 15 minutos de capítulo), y la chica habla con su novio, que le dice que tenga cuidado de los fantasmicos, y su amiga del alma, con la que mantiene conversaciones triviales y humorísticas que no harían reír ni a los que disfrutaron con "Date movie". Al final, todo se soluciona, la Hewitt provoca una inundación, todo resulta ser un malentendido y en realidad el fantasma y el vivo son muy amigos y tal, el fantasma se va a la luz, y la prota vuelve a conseguir su sonrisa, a esperas de que un par de días después se le sequen un poco los ojos.
Y así llevan ya 2 temporadas, seguramente sin cambiar nunca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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