Clásico imprescindible. El mejor Robert de Niro, con el mejor Martin Scorsese. Una idea repetida muchas veces en el cine pero no con esta maestría. El final del filme mejorando incluso su desarrollo. La cámara filmando desde el techo de la habitación, de 10.

Este incalificable engendro, al que solo se me ocurre pedir cuentas al ICO por haberlo financiado, según aparece en los créditos de apertura, es más allá de lo malo, denunciable. Tanto por atentar contra el gusto más dudoso de un público (aun cuando no fuere minoritario), como por ir más allá de la broma pesada y de mal gusto. El señorito Cárdenas, que por azares del destino y posiblemente jaleado y soportado por el público antes mencionado, sigue desarrollando una carrera profesional en radio y televisión, a pesar de sus notables problemas de dicción, debiera permanecer lo más lejos alejado posible de un medio audiovisual que pudiera. Así descansarían nuestras pupilas y nuestros ijares. Tras darse un testarazo debió pensar que era Manuel Summers y que to er mundo e "tonto", en lugar de güeno.
Injustificable incluso en el momento en que fue realizado. Para ser defenestrado sin dilación.

John McTiernan ha sido el realizador de las que fueron consideradas por muchos, entre los que me incluyo, las dos mejores películas del género de acción en la época en que el cine de acción tuvo su máximo auge; a saber: "La Jungla de Cristal" y ésta, "Depredador".

Contiene todos los elementos que los amantes del cine de acción de la época añorábamos: camuflaje, sudor, exceso de balas, explosiones y sangre. Pero además introduce, sin que rechine lo más mínimo, un combatiente inesperado, provisto de capacidades muy superiores a las del resto y es capaz de acabar la película y la historia de manera coherente, incluso memorable.
El mejor papel de Arnold, si exceptuamos a Conan.
Algo especial tiene que tener esta cinta, que treinta años después sigue teniendo "descendencia" en forma de precuelas, secuelas y megamixes varios.

Es realmente difícil narrar un drama, desgraciadamente demasiado cotidiana, sin resultar excesivamente ñoño o caer en tópicos, en escenas y a veces en películas completas prácticamente idénticas a otras ya filmadas.
Lion es un acierto en esta difícil tarea. Narra de un modo clásico pero reconociblemente nuevo, los sentimientos de pérdida que afloran entre una madre y un hijo. El resultado final es altamente digno, también basado en unas más que correctas dirección, fotografía e interpretación. Nicole Kidman, una vez más, magnífica. Sunny Pawar, soberbio.
La banda sonora de Dustin O´Halloran, muy buena pero un pelín repetitiva.
Lacrimosa en su justa medida. Muy recomendable.

Parece que estamos viviendo un exceso de celo en conmemorar la historia de este personaje, que me recuerda al exceso en producir filmes sobre la guerra del Vietnam allá por el segundo lustro de los 80. Y, claro está, esa proliferación conlleva la comparación entre los diferentes actores que se ponen en la piel de Pablo Escobar, los diferentes elencos, y los diferentes enfoques desde los que los diferentes realizadores se acercan a él.

Desde este planteamiento, en particular esta cinta resulta bastante descafeinada. Deja bastante indiferente al espectador durante prácticamente todo el metraje. Puede ser porque Josh Hutcherson mucha, mucha capacidad de emocionarnos...no tiene. O le faltan tablas o le falta teoría en escuelas de arte dramático o le falta expresión facial o todo a la vez.

Benicio está correcto pero tampoco deslumbra. Película francamente mediocre.