Dentro de las series americanas con moralina católica, aquí nos encontramos con la madre de todas ellas. Cursi, ñoña, edulcorada, tramposa.... Es muy mala y lo peor es que es de las que tienen intención de adoctrinar al personal.
Para verla con el rosario colgado del cuello.

Es claramente homófoba.
Los retratos de los bares gay tienen más tópicos que el bar La ostra azul de Loca academia de policía.
Un rato hortera.
Aburridísima.
Desaprovecha el talento de un buen director y un genial actor.
El tiempo le ha pasado por encima como un obús.
Y sobretodo es muy mala. Demasiado mala.
Decepcionante.

Ya se sabe que los peores golpes que se lleva uno son los que te pegan a traición. Esta película por momentos puede parecer frívola al tratarse de un musical, pero esconde mucho mensaje, momentos de ponerte la carne de gallina y una banda sonora mítica. Solo por eso resulta imprescindible (mejor si se ve con subtítulos, para los que no sabemos inglés).
Además tiene .........

Esta serie hace que salga el ángel exterminador que todos llevamos dentro. Te puedes sorprender jaleando mentalmente a Dexter, mátalo se lo merece, y sonriendo ante este refinado Charles Bronson. ¿Que nos pasa por la cabeza para sentir tanta simpatía por un asesino en serie, cuando todos, o casi todos (que de zumbados el mundo está lleno), seríamos incapaces de hacer estas monstruosidades?. En cambio aplaudimos a rabiar a Dexter.
Lo cierto es que esta serie es inquietante desde los insanos títulos de crédito, hasta las dudas morales y preguntas que nos obliga a formular.

Por mucho que hayan fusilado un buen guión esta película apesta.
-Tom Cruise: Culpable mayor de este despropósito. El auténtico responsable de que este clon-aborto viera la luz. Esperpéntico.
-Penélope Cruz: Culpable de repetir un trabajo para trepar de cualquier manera. De vergüenza ajena. Mala. Penosa.
-Cámeron Crowe: Culpable por no saber sacar mas jugo a un estupendo guión y empeorar con 50 veces más presupuesto. Al paro con el.
-Cámeron Díaz: Culpable por hacer un papel horroroso y no provocar tensión, sensualidad, pena, o cualquier sentimiento que este en un diccionario.
Y por último.
-Alejandro Amenábar: Culpable por omisión. Dejar que deformen tu obra sin decir nada, y conformarte con que patrocinen tu última película.

Lo dicho no se salva ni el apuntador. Basura, basura, basura. Lo peor que he visto.