Divertida y ante todo muy original parodia del primer capítulo de la saga creada por Lucas. En solo 45 minutos se ha logrado plasmar a la perfección el argumento de la película con sus escenas más memorables adornadas con la peculiar irreverencia y humor que caracterizan a la serie respetando en todo momento la esencia de ambas.

Totalmente imperdible para fanáticos de ambas franquicias.

Si por casualidad quieren ver la peor inmundicia que se ha editado directo a video no duden en buscar “Alien vs Hunter” de la productora de “The Asylum”, auténtica fábrica de caca (y de paso les recomiendo también “Snakes on a TRAIN” que debe tener la mejor secuencia final de la historia).

Como comedia es altamente recomendable. Yo sugiero reunirse entre amigos con pizza y cervezas para descojonarse vivos mientras miran los patéticos actores y los paupérrimos efectos especiales. No le veo más utilidad a éste esperpento de película.

No hay que ser un genio para deducir que la intención de ésta porquería no es otra que aprovechar el (para mi incomprensible) éxito de ésta cantante y vender su banda sonora por millones. No sé como habrá resultado la recaudación (tampoco es que me importe) pero estoy seguro que con la pésima crítica que le han dado a lo largo de los años se ha instaurado en los anales del cine como una de las asquerosidades más grandes y aburridas jamás filmadas.

No pienso extenderme en criticar cada uno de los aspectos del film, basta decir con que todo (TODO) es repulsivo, estúpido e incoherente brilla

Independientemente de las licencias que los realizadores se hayan tomado con respecto a la historia verdadera, la película como caso judicial funciona bastante bien manteniendo el buen ritmo de la narración y aumentando el interés a medida que avanza. Muy buenas actuaciones.
Como película de terror no ofrece nada nuevo al género, salen clichés mil veces vistos y lo más destacable de estas secuencias sería la excelente interpretación de Jennifer Carpenter y la escena del exorcismo.

En general bastante olvidable, podría haber sido mejor.

Al principio promete y se va desinflando a medida que avanza para de repente incursionar en el cachondeo y finalizar de forma gloriosa. No sé si la intención de Neil Marshall era currarse una parida monumental al más puro estilo Grindhouse pero lo que ha conseguido es un entretenimiento trepidante y bizarro de esos que últimamente están saliendo únicamente para el consumo de los amantes del gore insano que con una sonrisa en la cara se disponen a perder sus neuronas.

No voy a decir que no me incluyo en ese grupo así como tampoco voy a negar que tuve que volver a ver la secuencia final de la persecución en la carretera para terminar de creérmelo. Lo que sí es cierto es que con la subnormalidad que desprende desde que aparecen los punks pasas un inolvidable rato entre risas y sangre.