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España España · Barcelona
Críticas de manulynk
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Críticas 1.155
Críticas ordenadas por utilidad
6
21 de octubre de 2007
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del género de aventuras, y a remolque del éxito de títulos como "Excalibur" y sobretodo "Conan el Bárbaro", apareció un subgénero en los años 80 que se podría llamar de "espada y brujería", en cuyas películas el mundo estaba dividido básicamente en dos categorías: los guerreros y los brujos. En estas películas, el protagonista de turno, luciendo un atuendo en el que básicamente sólo quedaban cubiertas las partes más indecorosas y luciendo una poderosa musculatura, se enfrentaba a un brujo (o varios, según el film) que le hacía la vida imposible. Esbozado de esta forma tan simplista, "Willow" se ajusta bastante al patrón señalado. Sin embargo, a finales de los 80, la fórmula estaba empezando a desgastarse. Y cuando detrás del film se encuentra alguien tan conocido como George Lucas y un director como Ron Howard, el film lógicamente se iba a salir de los patrones normales. Es por esto que la imaginación de George Lucas unida a la dirección de Ron Howard se plantearon algunas diferencias para hacer más atractivo el film, sobretodo pensando en el público que había hecho multimillonario a Lucas: El infantil. En primer lugar, el protagonista no es precisamente un guerrero con una musculatura tan impresionante como su espada. En realidad, Willow es un enano que por azares del destino tiene que salvar a un bebé de las garras de una malvada bruja. Y aunque se había perdido la esperanza durante los primero minutos, efectivamente hay guerrero. Un joven y todavía poco conocido Val Kilmer. Sin embargo no es el guerrero al uso que se podría esperar, aunque en el momento adecuado sabe estar a la altura. En definitiva, el film narra el periplo que tienen que recorrer tan singular pareja para poder salvar a la niña y de paso descontar una bruja menos de la faz de la tierra (media?). El film, cuando menos, es entretenido, con alguna que otra escena de acción y con cierta dosis de comedia, lo que de esta película una cinta de acción dulce....Tal vez demasiado dulce a la que el paso del tiempo ha perjudicado notablemente.
manulynk
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7
8 de agosto de 2008
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Elie Chouraqui se ha basado en la conocida novela de los escritores Dominique Lapierre y Larry Collins para llevar a la gran pantalla un tema, el cual, a pesar de haber transcurrido ya más de medio siglo, todavía no ha terminado de resolverse del todo: la fundación del estado de Israel.

En un tema tan controvertido como el del origen del conflicto entre árabes e israelís, es muy sencillo derivar el film hacia uno de los dos bandos en cuestión. Sin embargo, el director, consigue mantener una posición equidistante entre ambos, por más que la historia está narrada desde el punto de vista judio (a través de su principal protagonista Bobby Goldman, interpretado por J. J. Feild). Sin embargo, la voluntad del director es narrarnos precisamente el origen del conflicto, con un film que en ocasiones tiene un estilo cercano al documental, que incluso incluye imágenes reales las cuales inserta entre la ficción que nos narra y las acomoda a base de curiosas transiciones que van del blanco y negro a un color un tanto pálido, e incluso terroso, para legitimar aún más la historia que nos cuenta de la amistad entre un judio y un palestino que es el motor dramático del film. De otro modo, el film sería un documental puro y duro.

La historia entre los dos amigos tiene su arranque en Nueva York (¿tierra neutral quizás?), un año antes de la controvertida resolución de la ONU sobre el reparto de Palestina. Posteriormente los acontecimientos les obligarán a tomar partido. De alguna forma, con esta trama principal entre ambos personajes, mientras de fondo están sucediendo acontecimientos históricos, el director intenta hablarnos de la inutilidad de la guerra, o de cualquier conflicto armado y sobretodo de adónde nos lleva el odio. El director se vale para ello de un reparto lleno de caras poco conocidas para el gran público, excepto la de Ian Holm quien interpreta al histórico David Ben Gurion. En este sentido, la ausencia de grandes estrellas refuerza la idea que quiere dar el director de película coral, cercana al documental, en la que incluso la aparición de los personajes históricos como David Ben Gurion o Golda Meir es realmente escasa.

Sin duda, Chouraqui construye un film interesante, no excesivamente largo, en el que consigue mantener una posición neutral, y a pesar de las omisiones y licencias respecto a la novela consigue mantener su espíritu y de paso ofrecer las claves (un tanto simples eso si), sobre el origen de un conflicto que se ha enquistado en una espiral de odio y violencia que es la idea principal que subyace en el film pese a ciertos momentos épicos y de acción, rodados con soltura pero exentos de imágenes espectaculares.
manulynk
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8
16 de enero de 2012
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film, dirigido por Sergio Corbucci, a primera vista parece extraño, y muy alejado de los tópicos habituales del sub-género. Corbucci se aleja voluntariamente de esos pueblos fronterizos sucios y polvorientos, y nos lleva a parajes gélidos, a zonas montañosas con varios metros nieve, en los que hasta las armas se congelan, y los caballos son plato de primera necesidad para los vagabundos que se esconden allí. Claro que lo extremo de las temperaturas les obliga a acercarse a los pueblos donde son atrapados por cazadores de recompensas como el llamado "Loco" (Klaus Kinski).

A estos tipos ávidos de recompensas, que se amparan en el dudoso y ambiguo paraguas protector de la ley (personificado en el siniestro personaje del juez) se les enfrenta un pistolero muy curioso, llamado "Silencio" (Jean-Louis Trintignant), que además de ser rápido, es mudo debido a un trauma de su niñez. Es cierto que moralmente, la conducta del pistolero que interpreta es un tanto reprobable, puesto que aunque liquida a los cazadores de recompensa, no lo hace por un elevado sentido de la justicia ya que cobra por ello. Sin embargo, Corbucci rodea a este anti-héroe de un halo de misterio y de tragedia. Todo ello, acaba consiguiendo un efecto de realismo que favorece la historia que nos está contando. Tampoco hay que olvidar la excelente composición que nos ofrece Klaus Kinski, con un personaje claramente desagradable y falto de escrúpulos, que es la cabeza visible del grupo de cazadores de recompensas.

Otro de los puntos fuertes del film es su ambientación. Frente a los paisajes blancos, helados, tenemos unos interiores oscuros muy cerrados, casi claustrofóbicos, que parecen ser un reflejo de la dudosa moralidad de los personajes que los pueblan. De puertas para adentro, la ley encorseta a los hombres, los oprime. De puertas para fuera, lo extremo de su clima parece querer indicarnos que en situaciones extremas, los hombres también llevan hasta el extremos sus instintos más básicos, ya sea el de supervivencia, ya sea el de enriquecerse o el de la avaricia. El realizador trata de huir de la espectacularidad y del ritual habitual de los duelos de pistoleros, aunque también es cierto que Corbucci tira de ralentí, un tanto innecesariamente. Mención aparte merece la excelente banda sonora del gran Morricone que compone una partitura triste y desesperanzadora.

Sólo en un film de bajo de presupuesto es capaz de llegar hasta donde nos lleva Corbucci, y no lo digo sólo por el curioso paisaje helado donde muy pocos se han atrevido a ambientar un western. También por lo que cuenta y la forma de narrarlo, de esa forma tan realista, envolviéndolo todo de una cierta desazón y de un tremendo pesimismo que ni siquiera rompe en el tramo final del metraje y con el que nos acabamos quedando y que nos cala hasta los huesos.
manulynk
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9
23 de junio de 2011
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Orson Welles se atrevió, ni más ni menos que a adaptar una obra del escritor Frank Kafka. La historia de un hombre que, de repente, se ve acusado y condenado por cometer un delito que no sabe ni que es ni mucho menos que ha cometido, guarda muchos paralelismos con la propia trayectoria profesional de Welles en Hollywood. Por lo que no nos debe extrañar, la facilidad con la que Welles, se metió en la obra de Kafka y la llevó a su terreno. El film sigue el extraño itinerario de un hombre en su lucha por demostrar su inocencia, combatiendo contra un Estado que se revela como un poder tan intangible y omniscente como el de Dios, pero además más vengativo y cruel. El periplo de Joseph K va adquriendo, a medida que avanza tintes que tienden a lo absurdo e incluso a lo surrealista, sin que lleguen a desentonar, en el que el protagonista (convincentemente interpretado por Anthony Hopkins) se esfuerza en demostrar su inocencia.

Por ello, a medida que avanza el film, el realizador se aprovecha del propio surrealismo que supone la situación del protagonista, para demostrar su dominio técnico, plasmando ese surrealismo con una puesta en escena que en ocasiones parece salida de una pesadilla, mostrando enormes puertas, pasillos llenos de la gente más variada, o espacios laberínticos llenos de libros, y sus ya habituales planos imposibles con picados y contrapicados que, lejos de ser gratuitos, sirven para dar un significado cada uno de los planos con que nos obsequia y con los que supo reflejar en imagenes conceptos tan abstractos como la justicia, la burocracia, etc. Con unos decorados que poco a poco se van difuminando a medida que avanza la historia, y Joseph, un falso culpable, busca en vano limpiar su nombre, en un proceso que parece seguir sus propias reglas y que en el mismo momento que le acusó, también le condenó sin que haya tenido en cuenta al mismo Joseph.

Los mismos personajes que aparecen alrededor de este proceso abierto a Joseph K. no hacen sino acentuar esa sensación de pesadilla con la presencia de un oscuro Hastler (el propio Welles), la auténtica personificación de la ambiguead, con un personaje turbio, que recuerda mucho al Quinlan de "Sed de mal", o Block (estupendo Akim Tamiroff), otra víctima del sistema. La falta de medios, paradójicamente ayudó a mejorar el resultado final de la película, sumado al dominio de Welles tras las cámaras. Sin lugar a dudas, Welles supo ver dentro del texto de Kafka aspectos que le eran más que familiares y que son constantes en su filmografía, al menos en lo que se refiere a mostrar a un Estado como un poder arbitrario, oscuro y falto de piedad, y sobretodo la ambiguedad de los personajes que corren por el relato, en el especial el de Hastler que se lo reservó para él. El film constituye una buena muestra del talento de su director, el cual pese a no disponer de grandes medios nos ofrecía un film tan extraño como la novela que adapta.
manulynk
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6
8 de agosto de 2008
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El conocido realizador James Ivory nos ofrece un film sobre uno de los artistas españoles más conocidos fuera de nuetras fronteras: Picasso. Sin embargo, el director no plantea la película como una mera biografía,sino que al mostrarnos al personaje a través de una de las mujeres con las que compatió su vida, Françoise (Natasha McElhone), por lo que lejos de un típico film que ensalza la figura de una personalidad conocida, de esta forma vemos a un Picasso (interpretado por Anthony Hopkins) egocéntrico, dominante, posesivo.

Ivory intenta humanizar al personaje, dotádole de humanidad y por ello de defectos (tal vez algo exagerados). También se sobreentiende que la mirada de Françoise es subjetiva ya que el film no se limita únicamente a su relación con Picasso, sino que también incluye algunas mujeres más, por lo que es obvio que haya resentimiento por parte de ella a la hora de hablar del artista.

El film cuenta como principal baza la presencia de Anthony Hopkins, cuya actuación es bastante meritoria, de hecho todo el film gira alrededor de él y aguanta perfectamente durante las dos horas largas de duración del film.

No es un film totalmente redondo aunque cuenta con una puesta en escena elegante y fría, típica de James Ivory, pero por lo menos es una forma diferente de acercarse a un personaje famoso.
manulynk
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