Y la ponen demasiado en la TV, pero como película de humor, de sencillo romance, cumple, me gustan sus giros de argumento, los protagonistas y ver a Philip Seymour Hoffman de secundario, que nunca anda mal, sea de humor o de drama o de Thriller uno de mis actores preferidos. Luego, no decepciona si uno sabe lo que puede encontrar. Pero tampoco es para repetirla.

Historia que se construye en varios de los municipios de Cundinamarca, cercanos a Bogotá, de clima frío, gentes conservadoras (de las costumbres) y recatadas, narra los inicios de la violencia del 48, en un pueblo donde mal conviven liberales y conservadores, el cura denuncia desde el púlpito las masacres de conservadores a manos de los "ateos, masones", la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán es el detonante que llevará a uno de los vecinos, previamente un sencillo vendedor de quesos, a convertirse primero por iniciativa propia y luego con el aval del gobierno central, en el "justiciero" que eliminará los brotes de protesta tanto en el campo como en la ciudad.
La iglesia ahora calla, los vecinos tratan de acostumbrarse a la nueva situación, algunos se irán y otros flotarán río abajo...
Obra de estilo artesanal, donde predomina la oscuridad, la escasa iluminación, un tanto lenta y con falta de profundidad en los personajes...

Esta historia me recuerda la historia intermedia de las horas, la de la madre ama de casa con tendencias lesbianas que se encuentra perdida en un matrimonio sin sentido y decide irse para poder salvarse del suicidio. Para mí el motor de la película es ella, pues aunque nos tratan de insinuar que el tipo está también aburrido y desea cambiar de vida la que en verdad sufre la pena de estar en un sinsentido es ella. Su vida tiene una luz cuando inician los preparativos del viaje y luego...

Es simplemente la mirada de un hijo al romance de sus padres. Hermoso blanco y negro para el regreso a casa, el reencuentro con la madre y de pronto: todos conocen bien la historia de amor de mis padres... se inicia el color y una hermosa historia de amor, sencilla, veraz, de lágrimas sobre todo de envidia. Una fotografía impresionante en los dos casos, actuaciones impecables aún de los secundarios, un relato sencillo pero muy bien contado.

Las Bolena, una historia que da para contar de muchas formas. Me agrada la forma en que se narra acá pues el punto de vista es muy femenino, una vez desde la óptica de María y otra desde la óptica de Ana. Con un poco de exceso en la configuración de los personajes, María, la correcta, la amiga, la que apoya y Ana, la fría, la calculadora, la vengativa, que le resta un poco de credibilidad, logra mantener la tensión y se convierte en un relato bastante bien logrado. Hermoso el vestuario y maquillaje, muy natural, como lo merecían éste par de mujeres bellas y muy profesionales. Primera actuación para mi convincente de la Johansson, por fin le quitaron el esquema de rubia tonta.