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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
29 de diciembre de 2016
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué es el cine? ¿No se supone que es un arte? ¿El séptimo arte? ¿Es cine cualquier cosa que se proyecte en una sala cinematográfica? A saber: 'El gran marciano', 'FBI: Frikis buscan incordiar', 'Mascotas', 'Assasin's Creed', etc.
'Assasin's Cred' es un videojuego que se ha querido convertir en producto cinematográfico, pero no hay que confundir esto con una película de cine, de mayor o menor calidad. Es sólo una animación de ordenador que contiene algunos planos donde aparecen personas, pero no deja de ser un vídeo que la productora del videojuego podría haber incluido en disco en su siguiente edición en lugar de venderle esto a las distribuidoras de cine y ocupar carteleras y salas compitiendo con películas de verdad, pensadas desde el cine y para amantes del cine.
No se dejen engañar: esto es sólo un vídeo que nada tiene que ver con lo que se le exige al concepto cinematográfico y que compite en otra liga. El único parecido de 'Assasin's creed' con el séptimo arte es que ambos se proyectan en salas.
Tema aparte, ya para terminar de espantar a quien se decida a pagar por ver este vídeo, es el de la calidad actoral de las personas que aparecen. La protagonista hizo un gran papel en la biografía de Edith Piaf, pero aquí se ve que sólo puso la cara para ganar dinero a cambio de rebajar su calidad actoral a la altura intelectual de los jugadores de este videojuego, que entiendo, por la calidad de la historia (¿Isabel La Católica con la cara tatuada? ¿De verdad?) y la producción en general, que no deben ser gente de la que se esperen grandes entendederas.
Lamento sobreponerme a esta mierda desde una actitud casi de superioridad moral como si fuese Carlos Boyero pero, realmente, pagar por ver esto en una sala de cine obliga a replantear qué es lo que los espectadores consideran cine, y qué clase de cultura cinematográfica tiene el público de este vídeo extra del videojuego.
'Assasin's Cred' es un videojuego que se ha querido convertir en producto cinematográfico, pero no hay que confundir esto con una película de cine, de mayor o menor calidad. Es sólo una animación de ordenador que contiene algunos planos donde aparecen personas, pero no deja de ser un vídeo que la productora del videojuego podría haber incluido en disco en su siguiente edición en lugar de venderle esto a las distribuidoras de cine y ocupar carteleras y salas compitiendo con películas de verdad, pensadas desde el cine y para amantes del cine.
No se dejen engañar: esto es sólo un vídeo que nada tiene que ver con lo que se le exige al concepto cinematográfico y que compite en otra liga. El único parecido de 'Assasin's creed' con el séptimo arte es que ambos se proyectan en salas.
Tema aparte, ya para terminar de espantar a quien se decida a pagar por ver este vídeo, es el de la calidad actoral de las personas que aparecen. La protagonista hizo un gran papel en la biografía de Edith Piaf, pero aquí se ve que sólo puso la cara para ganar dinero a cambio de rebajar su calidad actoral a la altura intelectual de los jugadores de este videojuego, que entiendo, por la calidad de la historia (¿Isabel La Católica con la cara tatuada? ¿De verdad?) y la producción en general, que no deben ser gente de la que se esperen grandes entendederas.
Lamento sobreponerme a esta mierda desde una actitud casi de superioridad moral como si fuese Carlos Boyero pero, realmente, pagar por ver esto en una sala de cine obliga a replantear qué es lo que los espectadores consideran cine, y qué clase de cultura cinematográfica tiene el público de este vídeo extra del videojuego.
9 de mayo de 2016
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquiera coincide con el dato de lo magistralmente planteada que está esta película planteando una sociedad totalmente real. El impacto que produce una persona con una deformidad tan chocante no da pie en la película a caer en el cliché de los matones de instituto que se burlan del chico raro. Al contrario de lo que espera el espectador, Rocky se encuentra un instituto donde, sí, es objeto de inevitables miradas, pero es tratado con el respeto que merece y despertando la mirada honesta del chico más guapo del instituto. Un planteamiento innovador y astuto que me resulta mucho más cercano a cómo considero que la sociedad reaccionaría ante un caso así.
Esta película registra el momento en el que Cher despejó cualquier duda sobre lo insuperable que es como actriz. Cómo sólo su presencia, sus ojos, su actitud y su personalidad hacen que cualquier película donde ella aparece valga la pena. Fue la actriz perfecta para encarnar a una madre soltera, independiente e indomable que compagina con nobleza la vida de una mujer liberal y cínica con su deber de madre coraje (papel que pareció retomar pocos años después en 'Mermaids'). La historia de amor pasa por debajo, y con sutileza, de la historia principal.
No deja de ser menos interesante el personaje de Laura Dern interpretando a una chica ciega que conoce a Rocky en un campamento y se enamoran, aún siendo ella consciente, mediante el tacto, de la especial característica de Rocky.
Lo especial de la película (además de la cegadora luz que proyecta Cher por sí sola) reside en lo auténtico de los personajes: reales, nada sobredimensionados y de una notable credibilidad. Justo lo que ameritaba una historia real que, aunque la película adapta y cambia para el lenguaje cinematográfico, es tratada con la dignidad que merece.
Esta película registra el momento en el que Cher despejó cualquier duda sobre lo insuperable que es como actriz. Cómo sólo su presencia, sus ojos, su actitud y su personalidad hacen que cualquier película donde ella aparece valga la pena. Fue la actriz perfecta para encarnar a una madre soltera, independiente e indomable que compagina con nobleza la vida de una mujer liberal y cínica con su deber de madre coraje (papel que pareció retomar pocos años después en 'Mermaids'). La historia de amor pasa por debajo, y con sutileza, de la historia principal.
No deja de ser menos interesante el personaje de Laura Dern interpretando a una chica ciega que conoce a Rocky en un campamento y se enamoran, aún siendo ella consciente, mediante el tacto, de la especial característica de Rocky.
Lo especial de la película (además de la cegadora luz que proyecta Cher por sí sola) reside en lo auténtico de los personajes: reales, nada sobredimensionados y de una notable credibilidad. Justo lo que ameritaba una historia real que, aunque la película adapta y cambia para el lenguaje cinematográfico, es tratada con la dignidad que merece.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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27 de febrero de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yendo al grano: esta película es a los Coen lo que 'Los amantes pasajeros' a Almodóvar. Cualquier director tiene sus malos momentos, y ellos no podían ser menos. Y diré más: esta película para Clooney va a ser lo que fue 'Batman' par Val Kilmer.
Admito que la idea sobre papel podría haber parecido una gran película, y la verdad es que el argumento me parecía muy interesante. Pero la ejecución no se correspondía en absoluto con lo que esperaba encontrar. No se me hizo aburrida, pero no me causó la más mínima inspiración. Lo único que me hacía despertar eran los labios del actor que hace de cowboy y, por supuesto, su mirada. Un actor florero que aporta a la película lo mismo que aportaba Marilyn Monroe a las películas que hacía: no valían un duro, pero se ponían interesantes cuando ella aparecía en escena.
Al final de la película hay una escena bastante bien realizada, impactante y simpática, pero ni siquiera merece la pena pagar 9 euros para ver esa escena. Sí: nueve euros. Aquí ya entro en terreno ajeno a la crítica cinematográfica. O quizá no. Pero, aunque no tenga que ver con los Coen, cuánto me alegraré cuando se termine de hundir la industria del cine definitivamente mientras les escuchamos ahogarse en sus lamentaciones porque nadie va al cine. Repetimos: nueve euros por una película que, encima, no vale un duro.
Admito que la idea sobre papel podría haber parecido una gran película, y la verdad es que el argumento me parecía muy interesante. Pero la ejecución no se correspondía en absoluto con lo que esperaba encontrar. No se me hizo aburrida, pero no me causó la más mínima inspiración. Lo único que me hacía despertar eran los labios del actor que hace de cowboy y, por supuesto, su mirada. Un actor florero que aporta a la película lo mismo que aportaba Marilyn Monroe a las películas que hacía: no valían un duro, pero se ponían interesantes cuando ella aparecía en escena.
Al final de la película hay una escena bastante bien realizada, impactante y simpática, pero ni siquiera merece la pena pagar 9 euros para ver esa escena. Sí: nueve euros. Aquí ya entro en terreno ajeno a la crítica cinematográfica. O quizá no. Pero, aunque no tenga que ver con los Coen, cuánto me alegraré cuando se termine de hundir la industria del cine definitivamente mientras les escuchamos ahogarse en sus lamentaciones porque nadie va al cine. Repetimos: nueve euros por una película que, encima, no vale un duro.
13 de febrero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nadie sabe bien de qué va esta película. Para muestra, las críticas del resto de espectadores, que no tienen clara la historia. Creo que ni Paolo sabe bien qué quería contar. Un rollazo monumental de dos horas para contar que un jubilado está de retiro en Suiza y pensando lo de dirigir una orquesta para la reina. Nada más. Luego hay otros actores que dicen cosas y rellenan los 118 minutos de un guión que no va a ninguna parte. 118 minutos esperando a que pase algo. 118 minutos de "venga, que empiece ya la peli". Pero no pasa nada.
Eso sí: le casco un 8 porque ver en un cine la escena de la piazza di San Marco en Venezia es sólo equiparable a echar un polvo o comerse el mejor helado de frambuesas del mundo. Yo, que soy marica, me quedé boquiabierto con las enormes y preciosas tetas que cruzan a Michael Caine en una simpática fantasía donde ambos se encuentran en una inundada piazza di San Marco en Venezia, vestida por la oscuridad y una infinidad de luces. Es una escena que hay que ver antes de morirse, porque es de las más bonitas que he visto en el cine en toda mi vida.
Más adelante hay otras escenas perfectamente vestidas que sólo un italiano es capaz de rodar. La película tiene la habilidad de no contar absolutamente nada, pero dejarte clavado en la butaca observando las montañas suizas, tetas maravillosas y violines, como ningún yanqui es capaz de mostrártelo.
Eso sí: le casco un 8 porque ver en un cine la escena de la piazza di San Marco en Venezia es sólo equiparable a echar un polvo o comerse el mejor helado de frambuesas del mundo. Yo, que soy marica, me quedé boquiabierto con las enormes y preciosas tetas que cruzan a Michael Caine en una simpática fantasía donde ambos se encuentran en una inundada piazza di San Marco en Venezia, vestida por la oscuridad y una infinidad de luces. Es una escena que hay que ver antes de morirse, porque es de las más bonitas que he visto en el cine en toda mi vida.
Más adelante hay otras escenas perfectamente vestidas que sólo un italiano es capaz de rodar. La película tiene la habilidad de no contar absolutamente nada, pero dejarte clavado en la butaca observando las montañas suizas, tetas maravillosas y violines, como ningún yanqui es capaz de mostrártelo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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20 de octubre de 2015
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí es, sin duda, junto con 'Demolition man' y 'Mentiras arriesgadas', una de las grandes pelis cómicas de acción de la década del 90.
La historia cuenta la venganza del asesinato de un poli en Detroit, compañero de Axel Foley (Eddie Murphy), cuyos autores enlazan una trama de blanqueo de dinero en el centro de operaciones de un parque de atracciones. Esto último es el ketchup de la peli: todo el juego que puede dar un parque de atracciones y lo que mola ver cómo una pedazo de noria-araña se atasca con todos los pasajeros dentro, dando lugar a una escena de acción, bastante paródica e inverosímil, pero de las que dejan sin respiro.
No tenía suficiente Pepsi y palomitas para atravesar la escena donde muestran la atracción del Alien Attack, este tipo de atracciones tan espectaculares que disponen en los parques de atracciones californianos, de temática cinematográfica. Para mí, un niño español en los 90, me pareció estar viendo algo como de otro mundo. ¡Yo también quería estar en esa atracción!
En el punto central de la película, aparece Bronson Pinchot, el prota de 'Primos lejanos' rescatando su personaje de Serge, un adorable marica con acento fgansés que ha cambiado su galeguía de agte pog una boutique de supegvivencia en Beverly Hills y que nos enseña a sobgevivig con estilo, cumpliendo las tges pes: "pgotecsión, pgestigio y pgesioso". Y, al entrar en su boutique, es donde todos quisimos poseer el Aniquilador 2000:
"El amanecer de la nueva generación en armamento personal de lujo: el Aniquilador 2000 es la principal unidad de seguridad en el hogar y en los viajes." Un cacharro que todos queremos tener: teléfono celular, fax incorporado y horno microondas; gafas de visión nocturna, microprocesador, sistema de alarma verbal, un reproductor de discos compactos, radio AM/FM digital, cámara de vídeo y funciones de reproducción. ¿Quién no quiere tener ese cacharro tan bien vendido con chatis en biquini con ese set tan noventero detrás? Me encanta que en Los Angeles "se vendan como chucheguías de Navidad" y que sea el arma favorita de Jackie y Sylvester Stallone.
A partir de ahí, se va resolviendo de una forma fácil y predecible, pero con la corrección suficiente para hacer que se pueda volver a ver. Doblemente recomendada para fetichistas de la acción cómica y, especialmente, de los 90.
La historia cuenta la venganza del asesinato de un poli en Detroit, compañero de Axel Foley (Eddie Murphy), cuyos autores enlazan una trama de blanqueo de dinero en el centro de operaciones de un parque de atracciones. Esto último es el ketchup de la peli: todo el juego que puede dar un parque de atracciones y lo que mola ver cómo una pedazo de noria-araña se atasca con todos los pasajeros dentro, dando lugar a una escena de acción, bastante paródica e inverosímil, pero de las que dejan sin respiro.
No tenía suficiente Pepsi y palomitas para atravesar la escena donde muestran la atracción del Alien Attack, este tipo de atracciones tan espectaculares que disponen en los parques de atracciones californianos, de temática cinematográfica. Para mí, un niño español en los 90, me pareció estar viendo algo como de otro mundo. ¡Yo también quería estar en esa atracción!
En el punto central de la película, aparece Bronson Pinchot, el prota de 'Primos lejanos' rescatando su personaje de Serge, un adorable marica con acento fgansés que ha cambiado su galeguía de agte pog una boutique de supegvivencia en Beverly Hills y que nos enseña a sobgevivig con estilo, cumpliendo las tges pes: "pgotecsión, pgestigio y pgesioso". Y, al entrar en su boutique, es donde todos quisimos poseer el Aniquilador 2000:
"El amanecer de la nueva generación en armamento personal de lujo: el Aniquilador 2000 es la principal unidad de seguridad en el hogar y en los viajes." Un cacharro que todos queremos tener: teléfono celular, fax incorporado y horno microondas; gafas de visión nocturna, microprocesador, sistema de alarma verbal, un reproductor de discos compactos, radio AM/FM digital, cámara de vídeo y funciones de reproducción. ¿Quién no quiere tener ese cacharro tan bien vendido con chatis en biquini con ese set tan noventero detrás? Me encanta que en Los Angeles "se vendan como chucheguías de Navidad" y que sea el arma favorita de Jackie y Sylvester Stallone.
A partir de ahí, se va resolviendo de una forma fácil y predecible, pero con la corrección suficiente para hacer que se pueda volver a ver. Doblemente recomendada para fetichistas de la acción cómica y, especialmente, de los 90.
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