Críticas de Tomine
13 de abril de 2006
91 de 140 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mi opinión, una obra, para recibir una puntuación máxima, debe llevar al límite las posibilidades del medio artístico escogido.
Las mejores películas son aquellas que, además de ser geniales, no son imaginables bajo ninguna otra forma de arte que no sea la cinematográfica.
¿Justifica Mankiewicz el empleo del cine a tenor del resultado?
Evidentemente no, ya que su forma ideal es la de obra de teatro.
Aún así, sus cualidades - todas ellas estarían potenciadas en la escena: diálogos, situación...- son de una gran calidad, y de ahí mi nota.
Las mejores películas son aquellas que, además de ser geniales, no son imaginables bajo ninguna otra forma de arte que no sea la cinematográfica.
¿Justifica Mankiewicz el empleo del cine a tenor del resultado?
Evidentemente no, ya que su forma ideal es la de obra de teatro.
Aún así, sus cualidades - todas ellas estarían potenciadas en la escena: diálogos, situación...- son de una gran calidad, y de ahí mi nota.
13 de abril de 2006
62 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto no es una película.
No pertenece al campo del entretenimiento. Tampoco al de la ilusión.
No es arte y por tanto no debe ser analizada ni vista desde un punto de vista convencional.
Es un ensayo.
No busca introducir al espectador en la ficción, sino una visión autoconsciente, "desde fuera", que conduzca al análisis.
Por eso mi puntuación es consecuente: un 6, "interesante". Y es que eso es lo que es, siempre y cuando se vea correctamente.
Pero no puede aspirar a más.
No pertenece al campo del entretenimiento. Tampoco al de la ilusión.
No es arte y por tanto no debe ser analizada ni vista desde un punto de vista convencional.
Es un ensayo.
No busca introducir al espectador en la ficción, sino una visión autoconsciente, "desde fuera", que conduzca al análisis.
Por eso mi puntuación es consecuente: un 6, "interesante". Y es que eso es lo que es, siempre y cuando se vea correctamente.
Pero no puede aspirar a más.
13 de abril de 2006
116 de 156 usuarios han encontrado esta crítica útil
El equivalente literario más próximo a una película no es la novela, es el cuento. Twin Peaks demostró que el de la serie no es ninguno de los dos.
La dosificación de la información aquí no es lineal, sino que se acerca a la obtenida por una persona que se despierta en una habitación a oscuras y la recorre desordenadamente, apalpando para hacerse una idea de dónde está.
Esta serie, pues, cambió mi opinión sobre las potencialidades del formato, para mí superiores a las de la película.
Gran parte de esta cualidad figura ya en el piloto.
Abierto. Sin límites.
La dosificación de la información aquí no es lineal, sino que se acerca a la obtenida por una persona que se despierta en una habitación a oscuras y la recorre desordenadamente, apalpando para hacerse una idea de dónde está.
Esta serie, pues, cambió mi opinión sobre las potencialidades del formato, para mí superiores a las de la película.
Gran parte de esta cualidad figura ya en el piloto.
Abierto. Sin límites.
13 de abril de 2006
211 de 307 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock no era el maestro del suspense. Porque el suspense está vinculado a la sucesión argumental.
Y Vértigo permanece.
Hitchcock no rodaba a actores actuando; creaba imágenes. Las de Vértigo poseen la fascinación latente de un cuadro en movimiento.
No son perfectas. No son bellas. Pero tienen magia.
Una vez el arte alcanza el mito, pasa a formar parte del espectador para siempre. Cuando alcanza el mito, no es necesario el suspense.
Y Vértigo permanece.
Hitchcock no rodaba a actores actuando; creaba imágenes. Las de Vértigo poseen la fascinación latente de un cuadro en movimiento.
No son perfectas. No son bellas. Pero tienen magia.
Una vez el arte alcanza el mito, pasa a formar parte del espectador para siempre. Cuando alcanza el mito, no es necesario el suspense.
13 de abril de 2006
78 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
La esencia de una obra no es la historia que cuenta. Ni sus personajes, ni su tema.
La esencia de una obra es su tono.
Cuando Lynch hizo "Fuego...", mantuvo la historia de la serie. Y los personajes, y el tema.
Pero cogió el tono, y le dio la vuelta. No sólo lo modificó, sino que le dio un giro de 180 grados. Voluntariamente.
Si Lynch quería hacer algo nuevo, ¿por qué no cambió de obra, en lugar de mantener las cualidades secundarias de otra ya existente y pervertir su esencia?
Porque fue el tono lo que hizo que TP fuese arte.
La esencia de una obra es su tono.
Cuando Lynch hizo "Fuego...", mantuvo la historia de la serie. Y los personajes, y el tema.
Pero cogió el tono, y le dio la vuelta. No sólo lo modificó, sino que le dio un giro de 180 grados. Voluntariamente.
Si Lynch quería hacer algo nuevo, ¿por qué no cambió de obra, en lugar de mantener las cualidades secundarias de otra ya existente y pervertir su esencia?
Porque fue el tono lo que hizo que TP fuese arte.
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