Veo en DVD "La Familia Fang", la adaptación cinematográfica del best seller homónimo de Kevin Wilson, dirigida por Jason Bateman y protagonizada por él mismo y Nicole Kidman, sobre una excéntrica familia de artistas dedicada a hacer falsas performances en público. Si bien la premisa de arranque del guión me ha parecida acertada (se trata de un meláncolico drama familiar acerca de cómo influye en la vida de adulto de los niños lo que los padres les obliguen a vivir en la infancia), el planteamiento que el actor hace del film como una historia de intriga con un cierto aire de misterio, no me ha gustado y, en ningún momento llego a conectar con esta "sensible pieza con semejante amplia gama de emociones" (según dice la Revista Fotogramas), ni me creo las actuaciones traumatizadas de los personajes, ni las excéntricas caracterizaciones, a pesar de que, reconozco el mérito de un actor al ponerse detrás de la cámara y, en este caso, afrontar un proyecto tan complicado, donde hay encuadres perfectamente técnicos.

Veo "Animales nocturnos", la adaptación de la novela "Tres noches" (que, publicada por primera vez hace casi treinta años, está escrita por el norteamericano Austin Wright) que realiza el diseñador de moda Tom Ford. Este inteligente thriller psicológico acerca del matrimonio, el amor y la venganza -adaptado con maestría-, presenta fotogramas verdaderamente bellísimos, una cuidada puesta en escena, una correcta mezcla de las dos tramas ayudada por la espléndida superposición de imágenes similares, una sobria elaboración de las escenas más dolorosas, una magnífica composición de los personajes principales y secundarios, un correcto empleo de los símbolos, unas contenidas explosiones de los sentimientos, un fondo de modernidad estética al cambiar la profesión de Susan por la de marchante de arte, gran protagonismo de los silencios, muchos primeros planos, una emotiva música y buena resolución final, De gran calidad y fuerza, me ha resultado una película poderosa e impactante (al igual que el libro del que disfruté en el año 2013), de 7,2.

Veo en DVD "Warcraft: El origen", la película de fantasía que, dirigida y coescrita por Duncan Jones, está basada en el universo del popular videojuego Warcraft. Esta superproducción acerca de la épica batalla entre orcos y hombres que quedó inmortalizada en el juego creado por Blizzard, cuenta con unos apabullantes efectos especiales y visuales, gráficos de gran resolución y agilidad, un correcto casting, buen sonido, un montaje frenético, gran espectacularidad e, incluso, un cierto aire de profundidad con interesantes valores y motivaciones acerca de la familia, el poder y el sacrificio. Sé que a los seguidores del juego no les ha entusiasmado en absoluto pero a mí, me ha parecido un film entretenido y, para nada, previsible. De 5,7.

Veo "Elle", la película francesa de suspense psicológico, dirigida por Paul Verhoeven y escrita por David Birke tomando como base la novela de Philippe Djian. El impactante guión me ha recordado mucho la trama de "Paulina", el film que en el año 2015 cosechó las críticas de muchas mujeres (no sólo feministas) ante la elección que tomaba la víctima de una violación, de no denunciar, y las motivaciones que esgrimía para ello. Esta obra que cuenta con unas potentísimas e inquietantes interpretaciones de Isabelle Huppert (ganadora del Globo de Oro, estaba nominada para el Oscar a la mejor actriz) y Laurent Lafitte, unos eficaces secundarios, una interesante fotografía, unas brillantes construcciones de los dos atormentados personajes, un cuidado vestuario, un peculiar estilo en la realización, un tono muy marcado, unos limites del horror muy contenidos y gran equilibrio en el tratamiento de los múltiples temas que trata, me ha resultado una gran pelicula, valiente, amoral y muy sensual. De 8.

Veo en DVD "Si Dios quiere" la película italiana dirigida -en su debut- por el guionista Edoardo Maria Falcone. Con una vívida fotografía de Tommaso Borgstrom, un original guión que predica la tolerancia, un típico humor genuinamente italiano, una -para mí- sorprendente actuación de Alessandro Gassman, un conseguido aspecto de drama serio (Marco Giallini construye con acierto un personaje antipático, intolerante y ateo), un desarrollo narrativo inteligente, un hábil manejo de todos los recursos de las comedias de género, unas actuaciones que exageran tópicos (al modo propio del cine italiano) y una equívoca música de Carlo Virzi, he pasado un rato divertido mientras disfrutaba de esta comedia loca llena de sentimientos y entusiasmo. De 5,2.