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Críticas de Pedro Triguero_Lizana
Críticas 1.480
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
5 de mayo de 2024
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Estamos ante un largometraje que a priori, de acuerdo con la premisa básica de su argumento, no parece muy original (una joven y dos hombres que forman un triángulo de amores y desamores en un entorno idílico y paradisíaco en forma de costa tropical), pero la forma de rodar esta historia la convierte en algo muy superior. En primer lugar, porque este melodrama tiene un lado policíaco: los dos protagonistas masculinos (Armando Silvestre y Crox Alvarado) son algo así como robinsones y forajidos, y la secuencia previa a los créditos iniciales les presenta en un robo frustrado a una caja fuerte. En segundo lugar, por el hincapié, casi documental, que hace Fernández en mostrar cómo los protagonistas sobreviven en ese entorno, muy hermoso pero también muy duro: pescan, recogen esponjas y corales que luego venden en el pueblo, se preparan su propia comida...En tercer lugar, por la escasez de diálogos, lo que hace que la acción y la interpretación se basen en gestos, movimientos, miradas, reacciones, etc., a lo que ayuda la estupenda fotografía en blanco y negro de Alex Phillips, que magnifica las luces de la naturaleza. En cuarto lugar, y en relación con la fuerza de las imágenes, los responsables de la película consiguen dar a los cuerpos y rostros que muestran los fotogramas una gran sensación de fisicidad.

Y en quinto lugar, y en relación con lo anterior, está el erotismo. La historia está llena de deseos y tentaciones, de miradas que desean y de objetos de deseo. Rossana Podestà, sin ser la típica "maggiorata" del cine italiano de entonces, se convirtió en un mito erótico, y su imagen saliendo del mar, transparentando sus pezones por debajo de la ropa, debió impactar mucho en su día. Pero su personaje, con todas las pasiones que despierta, también desea: la escena en la que ella contempla extasiada a José Luis (Armando Silvestre) mientras éste muele maíz con movimientos rítmicos, debería figurar en cualquier antología del erotismo en el cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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6
5 de mayo de 2024
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Es realmente interesante esta coproducción hispano-mexicana, dirigida por el cineasta mexicano Julián Soler y protagonizada por la estrella italiana Rossana Podestà; una coproducción que remite tanto a su modelo, "La red" (1953), exitoso film mexicano dirigido por Emilio Fernández, que se diría que es casi un "exploit" de éste: de hecho, Rossana Podestà viste más o menos igual que en "La red", y además se pueden encontrar algunos parecidos en la trama de ambas películas mexicanas. Incluso el director de fotografía de "La red", Alex Phillips, repite aquí su cometido. La participación española está fundamentalmente en el argumento de Juan Antonio Bardem, convertido en guión entre el propio Bardem y el director, así como en los papeles de Fernando Rey, Alfredo Mayo y José Nieto, y en los exteriores rodados en la isla de Mallorca.

Podestà, aquí acompañada por su marido, el italiano Marco Vicario, es la atracción principal en tanto que mito erótico de la época, pero también destaca una historia que, como la de la película japonesa "Rashomon" (Rashômon, 1950), de Akira Kurosawa, aborda un hecho violento desde los diferentes puntos de vista de varios personajes. ¿Se inspiró Bardem en la película de Kurosawa? Es posible. A destacar también el curiosísimo papel de Fernando Rey, trasunto del propio Bardem (interpreta a un guionista de cine), la violencia de algunas escenas y la maliciosa brutalidad de los personajes de Mayo y Nieto.
Pedro Triguero_Lizana
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7
2 de mayo de 2024
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Resulta muy curioso ver como protagonistas de este melodrama semicarcelario y semipolicíaco, y con tintes sociales, a dos actrices que destacaron lo suyo en el cine negro estadounidense de la segunda mitad de los años 40, Jane Greer y Lizabeth Scott. Los papeles que interpretan se complementan entre sí: Greer es una mala con ribetes de buena, y Scott es la buena, con ribetes de mala. En realidad ambos personajes son positivos, sólo que Greer es una ex-presidiaria que sale de la cárcel en régimen de libertad condicional, y Scott es su agente de la libertad condicional.

El guión y el argumento, obra de la guionista Ketti Frings -que fue la coguionista en dos grandes títulos del cine USA de los años 40 como "Si no amaneciera" (Hold Back the Dawn, 1941), de Mitchell Leisen, y "El caso de Thelma Jordon" (The File on Thelma Jordon, 1949), de Robert Siodmak-, llevan la trama por el terreno del melodrama cuando Greer le roba el novio (Dennis O'Keefe) a Scott, pero se las ingenian para llevarla también por el lado de lo social al narrar y exponer las grandes dificultades de las mujeres que salen de la cárcel y tratan de reintegrarse en la sociedad. A destacar la secuencia de la rueda de reconocimiento y la secuencia posterior en la que aparecen los Hermanos Bridges, Beau (como un niño pequeño) y Jeff ( como un bebé). La escena de la playa no es ni mucho menos tan erótica como sugiere el cartel que reproduce Filmaffinity.
Pedro Triguero_Lizana
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5
23 de abril de 2024
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Creo que la mayor alegría que proporciona este largometraje al cinéfilo es la reunión que propone (y supone) de grandes estrellas del género de acción USA; si se añade a eso un poco de nostalgia y de autocomplacencia, así como un juego autorreferencial de homenaje al género de acción, tenemos lo más destacado de este título, que, a veces, parece un "remake" de "Los siete magníficos" (The Magnificent Seven, 1960), de John Sturges.

El problema es que, como "película de misión suicida", casi todo en la trama, a pesar de los giros que ésta da, suena a algo ya visto, y por eso el guión es una sucesión de tópicos y convenciones, sin dejar mucho espacio para la novedad o la sorpresa, o bien haciendo piruetas argumentales poco creíbles. Lo más flojo es posiblemente todo lo relativo al dictador hispanoamericano de turno y su hija, aplastado por años y años de tópicos del cine de Hollywood sobre Hispanoamérica. Al menos, las escenas de acción están bien hechas, y sale la televisiva Charisma Carpenter en un pequeño papel.
Pedro Triguero_Lizana
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4
20 de abril de 2024
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Se trata de una coproducción entre Estados Unidos e Italia, rodada entre los estudios de Cinecittà y diversas localizaciones de Libia, y producida (por el lado norteamericano) y protagonizada por John Wayne. "Arenas de muerte" es del tipo de películas que unen a estrellas dispares por su nacionalidad, pero igualmente taquilleras, con el principal objetivo de doblar la recaudación en taquilla en los dos países coproductores. Si todo esto tiene su sentido, la historia que se narra no lo tiene tanto, porque nos presenta a un europeo, Paul Bonnard (Rossano Brazzi), que llega a Tombuctú (hoy en la República de Malí), ciudad que todavía pertenecía al África Occidental Francesa, para organizar una expedición al desierto del Sahara. Tiene una agenda oculta, tan oculta que el espectador se va enterando poco a poco de sus motivaciones. A este hombre se le unen un guía occidental, llamado Joe January (Wayne), que se apunta a este extraño viaje sin saber siquiera a dónde van, y una prostituta local llamada Dita (Sophia Loren), también blanca, a la que Bonnard se ha ligado sólo con el poder brutal de su personalidad.

Se desarrolla así un típico y aventurero triángulo amoroso en el que la prostituta, pese a ser tal, rechaza a los dos hombres, los cuales, por esto y por lo otro, se pelean. Encuentran una ciudad romana ¡en el centro del Sahara! en la que descubren un esqueleto con botas y otros dos esqueletos que corresponden a personajes muertos que (¡menuda casualidad!) cumplen los mismos roles que los de los tres protagonistas. Brazzi, además, descubre un tesorillo (su verdadero objetivo, seguramente) y Wayne puede leer y traducir inscripciones romanas en latín sin ningún problema.

Con todo este resumen, creo que se ve la cantidad de incongruencias, tópicos y bizarradas que va acumulando la trama. Los responsables de este largometraje debían pensar que sólo uniendo a dos estrellas como Loren y Wayne, y añadiendo alguna pelea, algún arrumaco, y escenarios exóticos del Norte de África, conseguirían una historia muy emocionante y muy romántica. Pues me parece que se equivocaron...
Pedro Triguero_Lizana
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