No había visto la serie, que arranca bien, y va cayendo y cayendo, para acabar como pollo sin cabeza.
Eso sí, todo en un entorno propio del Hola, con flores y bombones, mesas de pan de oro, jarrones de porcelana y cortinones que pesan una tonelada.
Una vida de "glamour" y trepidación sin muchos sobresaltos, de palacetes, botones, criados de librea y hoteles de cinco estrellas, donde ella, tiene de espía lo que yo de cantante de ópera y que duraría en ese mundo canallesco,un suspiro.
Si alguien, especialmente una mujer, después de ver la serie, sospecha que se ha perdido una vida maravillosa, donde, una cenicienta, que era modistilla mocosa pasa a ser la "coco chanel" del espionaje internacional, que no pase envidia, porque estaría "palmolive" en cualquier cuneta, al tercer episodio, "my god darling" que diría su amiga..

Desconozco por qué se tiene que ser policía y macarra a la vez, desde luego en España es algo que se suele confundir.
Solo he visto los tres primeros capítulos de esta serie, suficiente. Mi estómago no podía más de chonis con placa. Todo es bipolar, o amor supremo a la familia, algo así como el "amor de madre" en los famosos tatuajes, a convertirse en personajes con la testosterona rezumando por cada poro de la piel. De esta manera "cojones", es la estrella del guión. Que si me tocas, los..., que sin me tienes hasta los...., que si me sudan los ...., pero con flores a maría al llegar a casa.
De remate, todo discurre en Vallecas. Una pregunta, ¿Vallecas es así?, ¿es el paraíso del choni madero?.
Señores guionistas, solo falta el Fari con alguno de sus exabruptos (además podría venir del cielo, todo encaja),
Lamentable que se gaste un céntimo en semejante macarrada.

Por fin, algo digno y eso que a las dos anteriores les di a dos manos, especialmente la última que me pareció soporífera y dinamitadora de la saga.

Me puedo imaginar qué estaría leyendo ahora, si en esta película apareciesen unos amorosos ositos de peluche ayudando a la resistencia a derrotar a la super estrella de la muerte. Unos osos de peluche contra el malo malísimo.

Ni me puedo creer lo que se dijese, si el bueno, hubiese destruido la super nave estelar con dos cohetes iónicos,, apagando previamente el ordenador de disparo, y basándose en las susurradas de un señor viejuno.

A ver señores, es la guerra de las galaxias, ni más, porque nunca pedimos que aquello fuese el capitán américa con su escudo de vibroncio y todo le universo Marvel que es un puerro de la peor estopa, ni menos y aquello se convirtiese en la quinta esencia de Inmag Berman y el séptimo sello.

Es la guerra de la galaxias.

Donde los buenos les ganan a los malos, y a veces, las más de las veces, los malos y los buenos, pues no se distinguen mucho. hacen una sopa. Hay sagas familiares, que es muy interesante y todo con naves espaciales que tiran rayos, y monstruos de todo tipo y pelaje.

Repito, por si no queda claro, es la guerra de las galaxias, y esta novena entrega me ha encantado.

Espero impaciente la siguiente trilogía. a ver si sigue la racha.

Resbalando por la cordura de una felicidad impuesta, tras la máscara de la risa y la sonrisa, llega la carcajada hueca, sin alma. La carcajada de la hiena que se come a su victima.
Bajada a los infiernos de Joker, y el que esté libre de culpa que tire la primera piedra.
En una sociedad vacía, donde el parecer tiene más sustancia que el ser, aparece Joker como subproducto brutal de dicha sociedad, para recordar que el barro (la sangre??) es sustancial a la vida humana.

Imposible decir qué escena es mejor que otra, todas.

El oscar está garantizado, pero por mucho, y supongo que para el director (que además es guionista) también. La película ya veremos.

Si te gusta el cine y tienes bien el estómago, vete a verla.

Se trata de una película que trata sobre el problema social que surge ante la jubilación de uno de los empleados. Cierta discrepancia en el finiquito hace que el asunto se complique. La patronal intenta resolverlo mandado a un grupo de mediadores, pero el asunto no termina de encarrilarse.

Al final se hace necesario un encuentro en persona entre patronal y ex empleado, pero tampoco llegan a un acuerdo claro, lo cual enoja a ambas partes.

Así que nos encontramos ante una película que aborda un problema muy actual, como es la jubilación y las consecuencias de no haber cerrado adecuadamente un contrato claro sobre el asunto, en concreto el finiquito. Muy útil si eres sindicalista, patrón, juez de lo social o te mueves en ese mundo del trabajo.Podrás observar cómo se abordan los problemas y qué técnicas emplean ambas partes para intentar cerrar el acuerdo, ya que son muy novedosas e impactantes, aunque visto lo visto, cada vez parecen más habituales.