¿Por qué no ir a ver la precuela de una de las mejores trilogías de la historia del cine? ¿Qué tiene de malo volverse a encontrar con todos esos personajes tan odiosos como carismáticos?
Mucho le costó a Guillermo del Toro sacar adelante este proyecto para acabar pasándoselo a Peter Jackson y él quedarse como productor.
Bueno, ¿por dónde empezar? Personalmente yo creo que el trabajo del realizador Neozelandés ha sido espectacular, sí que es verdad que se nota muchas veces que lo alargan para hacer una trilogía completa con un libro de 300 páginas, pero sus ansias megalómanas le hacen sacar un producto final casi tan entretenido, épico y genial como las tres películas del Señor de los Anillos.
Muchos de los detractores de esta película, aparte de decir que la película se alarga demasiado, dicen que Jackson quiere hacer una película épica a partir de un libro muy poco épico, aunque, yo creo que, las escenas épicas (valga la redundancia) son de lo mejor de la película, e invitan a soñar de nuevo, a sentirte allí, a formar parte de la aventura de nuevo.
El Hobbit se anuncia como la película con el mejor 3D de la historia, bueno, no sé si eso es verdad, pero los 48 fotogramas por segundo hacen las imágenes más reales, más cercanas, con más resolución, realzan el 3D, los efectos especiales y la magistral fotografía de Andrew Lesnie.
Por último señalar el mejor momento de la película que es la genial escena entre Bilbo y Gollum, un momento de verdadero éxtasis cinematográfico.

A decir verdad, pocas expectativas llevaba al ver la película, sí, es el director de la genial "Un Profeta", sí, actúa Marion Cotillard, pero mis expectativas eran bajas.
Una de las razones por las que no tenía muchas ganas, es el aparente 'buenrollismo' y el cliché sobre la fuerza de voluntad que de la que está impregnado el trailer, pero, éstos se esfuman al empezar la película.
La primera hora del filme es perfecta, en ella Audiard enseña todas sus cartas, dirige terreno del que es maestro, donde se mueve con total libertad. Su capacidad para crear grandes momentos donde la pobreza acompañada de tristeza existencial llenan el metraje, donde somos conscientes del estado anímico de los personajes y nos compadecemos de ellos.
La segunda hora de la película es mas floja, pero realmente es de aplaudir el manejo de la técnica del realizador francés a la hora de llevar el tema (como he dicho antes) de la fuerza de voluntad. "De rouille et d'os" se podría haber convertido en la secuela de la (muy) mediocre "Soul Sourfer", pero ya sea por los golpes cómicos o por Cotillard, eso no pasa.
La película ganó en el festival de Valladolid el premio a mejor guión, mejor actor Matthias Schoenaerts (grandísima interpretación aunque Cotillard es mi favorita de la cinta), y mejor director, creo que sobran razones. Y seguramente que estuvo a punto de ganar el Premio del Público y, me atrevería a decir, la Espiga de Oro.
No es la historia carcelera de "Un profeta", pero Audiard vuelve a bordar otra historia humana.

Manoel de Oliveira se "destapa" en este docu-entrevista contándonos sus inquietudes y sus sentimientos sobre diferentes aspectos de la vida, todos unidos por las causa que le llevaron a hacer 'El extraño caso de Angélica'.
El documental es un poco lento, pero quizá es por la voluntad del director de arecerse a una película del entrevistado. Las reflexiones de Oliveira son bastante profundas, y a sus mayores fans les encantará este corto donde seguro que encuentran datos muy interesantes sobre él, pero no referidos a su vida, como un documental suele mostrar, sino a su filosofía.
Hay algo que hay que objetar a este filme, y es la chica que se oye de fondo traduciendo a Manoel de Oliveira para Luis Miñarro, para el espectador puede resultar un poco molesto.

Película bastante íntima, en lo que a Woody Allen se refiere, en la que se comenta su vida y vemos unos secretillos suyos a la hora de elaborar guiones. No enseña nada nuevo, lo cual habría estado muy bien, pero te hace reflexionar sobre las circunstancias que le llevan a un director hacer una película y por qué la hace como la hace. Aunque a veces no termina de contar su historia amorosa, y el espectador se puede hacer un poco de lío de cuándo empieza a salir con una chica y termina de salir con otra. Quizá la mejor parte de la cinta es en la que Woody no enseña la máquina con la que escribe sus guiones y la forma que tiene de guardar sus ideas.
En definitiva, interesante documental donde nos recuerdan lo que ya sabemos.