Brillante largometraje ambientado a mediados del siglo XX, donde un joven banquero (Andy) es condenado a dos cadenas perpetuas por el presunto asesinato de su esposa y su amante, del que se declara inocente. La película es emotiva a la vez que impactante, y en todo momento el argumento se muestra firme y apasionante. Una obra de gran nivel que logra mostrar un carácter personal del que disfrutará cualquier persona con ganas de ver buen cine.

Cuando una película basa en la originalidad y sorpresa de su argumento sus mayores bazas, resulta difícil prever si la segunda parte podrá llegar a la altura usando el mismo concepto. Afortunadamente, Blade 2 logra reunir en todo al filme un puñado de notas positivas que le permiten mantener la decente calidad de su predecesora. La acción combinada con música potente sigue marcando las pautas, pero ahora nos encontramos con una sub-raza de vampiros mucho más espectacular para el espectador. La incursión del protagonista en el mundo del enemigo, liderando al grupo que debe extinguir a la neonata especie, permite observar desde otra perspectiva el argumento, lo que evita la pesadez de encontrarnos ante las mismas situaciones de antaño. La guinda a la película la pone Santiago Segura con su actuación “estelar”, sin duda el toque más cómico del filme.
Es evidente que el largometraje no busca más que entretener durante un par de horas, pero no cumple nada mal su trabajo.

Segundo largometraje de Fernando León tras su galardonada, y casi desconocida, La Familia. Adentrándose en el complejo mundo de los pequeños barrios urbanos, el joven director madrileño confirma con este filme lo que se convertirá en claro estandarte de su vida cinematográfica: el constante intento de mostrar mediante una cámara las injusticias y problemas sociales que se esconden a muy pocos metros de nuestras casas, y que por excesivamente comunes se corre el peligro de ignorar. Los actores resultan un acierto completo, y la caracterización de cada uno es idónea y los convierte en un grupo carismático y, en definitiva, creíble. El guión, por su parte, tiende a dividirse en problemas lógicos de tres adolescentes y problemas derivados de la escaseza de medios.
Emotiva y directa, Barrio sabe hacer llegar su mensaje y cumple con lo deseado, a pesar de mostrarse excesivamente corta y con un final un poco forzado. Una gran obra premiada justamente con el Goya a su director.

Tradicional argumento americano donde un grupo de adolescentes buscan desesperadamente una chica con la que perder la virginidad antes de finalizar el instituto. A pesar de la advertencia para menores de edad, el filme se muestra bastante más preocupado en desarrollar su aspecto humorístico que el sexual, por lo que las escenas más o menos comprometidas no pasan de débiles insinuaciones eróticas.
No obstante, a pesar de que el guión busque situaciones originales con el propósito de sorprender, el resultado final es bastante decepcionante, pues no sabe desmarcarse en exceso de lo habitual en el género. Por otro lado, la rapidez con que transcurren los hechos unido al corto periodo de tiempo que abarcan, provocan que algunas situaciones resulten demasiado forzadas en pos de cumplir los objetivos del argumento. De todas formas, la historia es suficientemente entretenida, algo que parece evidente se quedó en la primera edición de esta interminable saga

Tras meses de intensa preparación física el actor Will Smith estaba preparado para interpretar en el celuloide la vida del mítico boxeador norteamericano. Dicho esfuerzo no resulta incomprensible una vez vista la película, que comparte a partes iguales combates y argumento. Aquí radica una de las señas de identidad del filme, las peleas, que lógicamente atraerá a los más fanáticos del deporte pero que dejará indiferentes a los inexpertos en la materia. Para intentar motivar a este público se encuentra la sección del argumento que aborda la lucha de Mohammed contra las autoridades americanas y, en general, la opresión que sufrían los afroamericanos hace unas décadas en el nuevo continente.
El largometraje peca de longitud viendo su historia, lo que incita a la siesta súbita cuando se sobrepasa la hora y media de rodaje. Del mismo modo resulta confuso los vaivenes espaciales entre África y USA producidos en la primera parte del filme, que desorientan con facilidad al espectador. Recomendada para seguidores del famoso púgil y mediocre opción para el resto.