En nombre del odio

Película en la que como dicen los otros foreros, Andy trata de darnos una lección sobre Cuba... a costa de la historia. La película se la ha hecho como un guante, Andy es el creador de la misma, el productor, el director, el protagonista y hasta se atreve con la música!
Además, mete en la cocktelera un buen puñado de actores (salvo Inés, que como alguien dijo, está buenísima, pero de ahí no pasa).

Pero eso no basta.

La película se hace eterna. De hecho, cuando parece que va a acabar, zas! te meten otra media hora de película de regalo que hace que te hundas todavía más en el butacón.

Que no.

Le puse regular porque hay otros factores que no están mal, como la música, la fotografía, el papel de Murray y poco más. Pero eso, como digo, no basta.

Andy García (en lo sucesivo, señor Mafias) nos deleita esta vez con algo que hace incluso peor que actuar pésimamente: analizar la realidad.
O ni si quiera, pues "sólo" se limita a repetir lo que Cabrera Infante nos propone en su novela "Tres tristes tigres" (otro 1 sobre 10 para él en Bookaffinity, ¡y porque no se puede poner un 0!). Seguro que también colaboró Posada Carriles y algún que otro dirigete-capo de la mafia de Miami.
¿Y de qué se trata al final? Pues nada más que de un análisis de la realidad hecho por alguien con la visión de un topo. Se "han olvidado" de mencionar nada acerca de la situación del pueblo cubano en tiempos de la dictadura de Batista y lamentan cómo los ricos terratenientes y demás miembros de la burguesía local se ven obligados a perder todo (hasta los esclavos, ¡pobres terratenientes!) con el triunfo de la Revolución de Castro, Guevara y los demás barbudos.
Nunca un análisis de la historia se vio tan pero tan desvirtuado en el cine. La realidad sólo es la que es, y las valoraciones subjetivas y partidistas (tanto si son a favor o en contra) no pueden ser más que precisamente éso: valoraciones. Pero la realidad nunca cambiará le pese a quien le pese.

Viva imagen del pensamiento único que los EEUU nos proponen/imponen sobre qué pensar acerca de la situación política y social de la Cuba aún de nuestros días (¿cuánto durará? Sólo hasta que el Mafias y sus correligionarios de Miami vuelvan a lanzar otra ofensiva como la de Bahía Cochinos de 1961 , por mencionar sólo la primera).

Seguro que en Florida y en todo EEUU fue un éxito, pero sus estadísticas en el resto del mundo dejan mucho que desear. Ojalá este hecho les abriera los ojos y se dieran cuenta de que el mundo no quiere el bloqueo a Cuba, ni siquiera sus mayores detractores de este lado del Alántico están a favor de tal canallada.

Sr. Mafias y demás familia (y también a todo el pueblo norteamericano): Cuba es sólo un pequeño país de tan sólo 100000 kilómetros cuadrados de extensión y de una población algo mayor a los 2 millones de habitantes. ¿Tanto mal podría hacerle a todo el Imperio? ¿O es acaso que su causa no es tan mala y tienen miedo a que la Revolución se extienda por todo el mundo?
Déjense de propoganda, Sr. Mafias. Y, de hacerla, por favor que no sea tan bodrio como ésta!!

El que quiera aprender algo, ALGO, aunque sea un poquitico sobre Cuba, La Habana y en lo que acaban las revoluciones, que lea a Alejo Carpentier, El siglo de las luces, y no pierda su precioso tiempo en ver este quiero y no puedo, que no por falta de medios, aunque las tomas de la vana Habana sean panorámicas de clase turista. Ni Fico Fellove es Victor Hughes ni Ernesto Che Guevara es Robespierre. No hay color. Algún que otro retazo "superpocho", que Felllini me perdone, con los barbudos entrando victoriosos para aguarle la fiesta de fin de año a Batista (que gran gol en el Nou Camp, perdón, me equivoqué de crónica y de personaje, igual me he contagiado de la reiteración de pavanas en La Havana, y no lo digo por Inés Sastre, sino por el gran musical o video clip dramatizado que Andy y Lucas (¿no es de ellos la banda sonora?) se han sacado de la manga. Salvando las distancias, hay un cierto tufillo a Raza (1942), de José Luis Saénz de Heredia. Serán los ancestros gallegos de Castro, del que solo vemos la mano que todavía, a día de hoy, ni cautivo ni desarmado, ¿incorrupto? mece la cuna de la Revolución o Muerte cubanas, ni un paso atrás, ni para tomar impulso.

¿Será verdad que el guión está basado en una no vela, y escribo bien "estiamados" validadores de filmAffinity, NO vela, aunque viendo la película todo el mundo duerme, ni miajita de nessun dorma, malgrait Puccini, de Guillermo Cabrera Infante, triste difunto para esta Habana?)

Por cierto, que el título de la reseña hace referencia a otra novela, sí, esta vez sí, novela, de GCI y me quiero referir con la misma a los tres tenedores, perdón tenores: Andy García, Dustin Hoffman, Bill Murray: ni pinchan ni cortán, no toman partido, partido hasta mancharse. Y aún con eso, el único que se salva es el que repite su papel de Lost in Translation (2003) de Sofia Coppola. Por cierto, el padre hacía muy buenas películas, y Lucas, digo Andy, aunque participó en alguna de ella, se nota que toca de oído. Si la hubiera visto con atención la hubiera copiado mejor, por lo menos esa parte en la que se muestran en paralelo la muerte y la fiesta; la violencia y la alegría; el baile o la música y la suerte suprema (disculpen, me ha salido crónica taurina) y habría aprendido a tener su propia mirada.

Y SÍ, SI HAN LLEGADO HASTA AQUÍ YA SE DIERON CUENTA QUE MI CRÍTICA ES TAN INSOPORTABLE COMO ESTE FILM QUE JUSTIFICA LOS MEDIOS.

Por otra parte, tal que así escribía G. Caín, una contracción de sus apellidos, en "Cine o sardina" (1997), recopilación de sus críticas de cine.

La ciudad perdida no destaca por su argumento ni sus formas, aunque si por su fotografía, bailes y colorido. Andy García realiza un buen papel, que contrasta bastante con la pseudo-actriz Inés Sastre. Bill Murray, aunque en un segundo plano, le da un toque fresco al film, como sólo él sabe darle. Me ha sorprendido muchísimo que Andy García se atreva a caracterizar cómo es realmente el Ché, dejando de lado la imagen que tienen la mayoría de los adolescentes con acné antisistema. La historia es aburrida en bastante momentos de la trama.
Lo mejor:
-Fotografía.
-En varios momentos, refleja muy claramente la verdadera historia de Cuba.
-Bill Murray

Lo peor:
-Duración: muy larga, con momentos de verdadero aburrimiento.
-Inés Sastre. Esta buenísima, pero sigue sin ser actriz.

Cinta correctamente elaborada pero ineficaz, lenta, aburrida y en ocasiones insufrible. A pesar de contar con una gran estética y con el trabajo del siempre camaleónico Murray, es muy lenta y destroza el mito del gran Guevara de una manera demasiado premeditada. La música es de gran calidad pero las escenas de cabaret se repiten demasiado. Sastre cumple y García está bien. A pesar de todo no funciona, no atrapa y aburre. Y es que dirigir es tarea muy compleja.