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Matar a un ruiseñor

Drama Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y ... [+]
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Críticas 200
Críticas ordenadas por utilidad
19 de febrero de 2022
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"Hey, Boo."

No es necesario elegir. Ahora que he leído la novela puedo afirmar rotundamente que Matar a un Ruiseñor, una de mis películas favoritas, no es solamente una puñetera obra maestra, sino una adaptación ejemplar de una obra maestra literaria. Recomiendo igualmente libro y película: el libro analiza las sutilezas sociales de Maycomb County con detalle, muestra una amplísima galería de personajes secundarios inolvidable y provoca en varios momentos la carcajada, la película tiene interpretaciones inolvidables, un guión preciso que retiene todo lo importante del libro y es una maravilla para los ojos y los oídos; ambas obras, película y libro, emocionan, transmiten un mensaje de humanidad, bondad y tolerancia, y te hacen mejor persona.
Darth_Fonsu
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13 de junio de 2023
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Gregory Peck me pareció muy acartonado y "demasiado bueno", casi angelical, para dar vida al abogado defensor Atticus!

Aún así creo que es una película meritoria por ser prehistórica (1960) en atreverse a denunciar al odioso racismo en el sur de los Estados Unidos. Hay dos premisas que son falsas y que soportan filosóficamente a la película de Mulligan. La primera es que en los Tribunales de los Estados Unidos todos los ciudadanos son "iguales" acerca de sus derechos. Plantea la idea platónica de una Justicia ciega. Y ya todos sabemos que eso no existe. Es toda una burrada seguir repitiendo que la Justicia es ciega. Ni antes y mucho menos ahora. La Justicia tiene vista y oídos y por lo general es muy fácil de corromper.

Un jurado blanco para dirimir la inocencia de un acusado negro no tiene ni pies ni cabeza. Hoy en pleno siglo XXI poco se ha avanzado en los derechos de las minorías o de los invisibles sociales que son los negros y los pobres para poner sólo a dos víctimas de la muy larga lista.

La otra premisa es mucho más atroz. Atticus es un creyente de la salvación humana a través de la Ley y a través de la bondad intrínseca que está presente en todos los humanos. Pero es inconsecuente cuando mira hacia los lados y evita el juicio del inesperado salvador de su hijo cuya inocencia o culpabilidad debe ser demostrada. Acepta con displicencia el dictamen del Alguacil y con ello evitan "matar al ruiseñor".

La verdad es que no hay ruiseñores en la Historia. El más emblemático de todos fue el Cristo y ya todos sabemos como fue su fin. El ruiseñor es una metáfora de una humanidad posible aunque traicionada un millón de veces. Igual, aunque las evidencias estén en contra, hay que seguir creyendo en personas buenas y decentes como Atticus aunque sea la derrota su divisa.
bucefalo
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29 de abril de 2024
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Y es que no es tan sencillo, el comentario habitual es "la película no está mal, pero el libro es mucho mejor" y casi siempre, cargado de razón. No es nada sencillo llevar a la pantalla todo lo que un libro contiene: matices, sentimientos, comunión y cercanía entre autor y lector.

Y es que cada lector imagina su propia película, pone cara a los personajes, los modula según su imaginación.

Es por todo esto que estamos ante una película tan magnífica como el libro en el que se basa, una historia en la que la voz en off de la narradora, de la niña protagonista de la historia, nos narra unos hechos que acaecen en un pasado ya lejano, en un tiempo que no volverá. La nostalgia puede ser horrible, pero también puede dar lugar a que tiemble el corazón del que recuerda el pasado.

Es una película imprescindible, con suspense, con un juicio, con un enigma y con un desenlace que ya está en los anales del cine. Y todo ello con un Atticus Finch al que Gregory Peck le regala una interpretación memorable, con Oscar de regalo, y que genera la creación de un personaje mítico ya no en el cine si no en la misma sociedad norteamericana: encarna la honradez, la justicia, el corazón blanco y puro.

No ver esta película es olvidar un pedazo de cine. Necesaria e inolvidable.
melchorin
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11 de octubre de 2006
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermosisima pelicula, capaz de aflorar los más intimos sentimientos ocultos, toda una obra de arte del cine estadounidense que enmarca la moral y los valores que se han perdido en la sociedad.

Peck, maravilloso e inolvidable. Como anillo al dedo. Magistral, encantador.
Willie Cine
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9 de diciembre de 2017
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es esta cinta una buena película? Sí, lo es. Está bastante bien dirigida, el personaje de Atticus es sensacional, está perfectamente interpretada y en ningún momento se las apaña para aburrirnos. Además tiene la que posiblemente sea una de las mejores escenas de créditos que he viso nunca gracias a una fotografía maravillosa.
En general la recomiendo para todo aquel que quiera ver un largometraje con sentido pero que no quiera pensar mucho. Y es que, a pesar de ser bastante buena en todos sus aspectos, si le he puesto tan solo un seis es por los siguientes dos apartados: Su moral maniquea y su negativo mensaje sobre la justicia.

Empecemos por el principio: Su división del mundo entre buenos y malos. Una parte importante de la película trata de como Atticus, el abogado y podríamos decir que el protagonista, defiende a un negro en la época de la Gran Depresión de una acusación de violación. Pero la cinta en ni un sólo momento nos hace dudar de que su cliente es inocente. Él es sólo un hombre trabajador, bueno y sensible que se defiende de las acusaciones de un paleto, borracho y miserable que carece por completo de cualquier rasgo de humanidad. Desde un principio todas las pruebas señalan al acusado de ser libre de pecado y el espectador con dos neuronas podrá identificar en pocos minutos al verdadero responsable de las agresiones. Incluso los abogados están claramente divididos en buenos y malos: Atticus es genial, amble y responsable mientras que el encargado de la acusación sólo le falta el sombrero de copa para hacer de capitalista malvado comeniños.
La realidad es mucho más compleja. Matar a un Ruiseñor simplifica al máximo nuestro mundo para dejar a Atticus como el bueno buenísimo y a los otros como malos malísimos, en vez de ofrecer un relato realista de la sociedad y de las circunstancias que llevan a cada uno a creer o que cree. Pero desde el momento en el que la historia es tan parcial no sólo se aniquila por completo la sensación de misterio, sino que además pierdes en una humanidad necesaria para transmitir con veracidad un mensaje sobre el racismo.

La segunda parte la dejo en el apartado de spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alonso
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