Más barato por docena 2

Malas noticias. Sale en "Doce fuera de casa" Hilary Duff pero está fea. La causa, como otras veces, es la peligrosa manía de muchas famosas de adelgazar, iba a decir más de la cuenta, pero lo voy a dejar en simplemente adelgazar: aún no conozco a una actriz que perdiera atractivo por un exceso de peso mientras que son muchas las que se han afeado por lo contrario. Por ejemplo, Keira Knightley, Jenifer Connelly, Paz Vega, Jessica Alba (también tubo una fase de este tipo), Natalie Portman, Dafne Fernández, Emma Stone, Mila Kunis (por exigencia de guión), Cameron Díaz (puede que el caso más sangrante), Gwyneth Paltrow, Demi Moore o la propia Hilary Duff. De esta lista improvisada, no todas se han vuelto feas, pero sí menos guapas de lo que podrían ser o han sido. Insisto, la belleza femenina no está en la delgadez sino en las curvas, incluso en cierta "gordura", siempre y cuando no sea excesiva, se entiende.

Hecho este alegato contra el canon estético dominante, que además de absurdo es aberrante, vamos con "Doce fuera de casa", que es la continuación de "Doce fuera de casa" (2003). Aquí lo que hay es mucho niño, se juntan los doce de la familia protagonista con los ocho de la rival, con lo que en total son 20, 25 si añadimos a los adultos o 26 si metemos al bebé que está en camino, aunque no muchas ideas. La película es simpática aunque no hilarante pero de todos modos tiene cierto mensaje familiar que la hace ser no del todo banal. De todos modos el debate que plantea entre una educación estricta y otra liberal parte de una terminología equivocada porque la educación liberal es estricta. Sea como fuere, "Doce fuera de casa" te hace pasar un buen rato, sobre todo si estás acompañado por pequeños. Como anécdota destaca la presencia de los gemelos de "Mujeres Desesperadas" (2004) o de un Taylor Lautner como niño.

He estado toda la película pensando a quién diablos le puede gustar este bodrio, al tiempo que buscaba alguna razón para cambiar de opinión. La escena de Carmen Electra con el perro es lo único que la salva. Por lo demás...qué asquerosa la rata, ¿no? En fin, si esto es creíble... que baje Dios y lo vea. ¡Un saludo cinéfilos!