Brooklyn, precinto 99 (Serie de TV)

Me gusta escribir la serie cuando concluye tanto si es cancelada abruptamente como si se le permite un final digno, para valorar si merece la pena el viaje hasta la bajada del telón. La respuesta corta sería sí.

Es cierto que no todos los episodios de la serie están a la altura, ya que algunos solo están para completar el número de capítulos de esa temporada, pero otros te lograrán sacar una carcajada tras otra o incluso alguna lagrimita. Los asaltos de Halloween, no están a la altura de los especiales de Community ya que lograban variar de temática en cada especial y estos son incidir una y otra vez en lo mismo, pero son igualmente memorables.

En una época en la que se fuerza al límite el inclusismo, aquí podemos encontrar una serie que lo hace bien y trayendo a uno de los mejores personajes homosexuales de la ficción como es el capitán Holt y su historia de amor con Kevin es una de las mejores de la ficción. Me ha gustado tanto porque no hay estereotipos, son dos personajes con sus peculiaridades que se quieren.

El resto de los personajes son tan estrambóticos que la combinación de todos ellos genera escenas bastante absurdas en el contexto de una academia de policía. No alcanzando los niveles de “Loca academia” pero siguen siendo algo peculiares. Estos rasgos tan únicos hacen que sean carismático y que logres cogerles cariño.

Sinceramente creo que han logrado dejar la serie en el momento adecuado porque la penúltima temporada ya se notaba esa decadencia o falta de ideas y la última logra dar el cierre que necesitaba. Una serie que recomiendo si os gusta las comedias americanas.

Otra serie que va ganando con el tiempo , como duran los capítulos unos 20 min. le fui dando una oportunidad y la verdad que me iba gustando mas, pero sin matarme.
Yo no soy muy del humor absurdo y eso es lo que es está serie básicamente ABSURDA, pero ambientada en una comisaria y con unos personajes que le coges cariño.
LO MEJOR: Los actores
LO PEOR: Los guiones

Serie cómica que sorprende por la diversidad de propuestas humorísticas que presenta. Logra modular su comicidad desde sencillos slapsticks, el humor físico de algunos de sus personajes, el toque escatológico siempre es bienvenido, el humor crítico y cínico van de la mano y tiene de sobra para presentar además una buena dosis de humor inteligente. ¡Sí! Los creadores de esta criatura tan adictiva, Michael Schur y Daniel J. Goor (Parks and Recreation), han logrado rodearse de guionistas inteligentes e incisivos para lanzar una serie que versa sobre todos los temas que surgen alrededor de una comisaría la mar de singular, y con personajes aún más singulares, por no decir locos o casi inadaptados.
Encabezando este reparto desternillante encontramos a Andy Samberg (Desmadre de Padre), que a pesar de merodear el entorno del más escatológico Adam Sandler, presenta un personaje a priori simple que no necesita ser excesivo par hacer reír al público. Muy integrado en su papel, es una grata sorpresa disfrutar de él. Como sorprendente compañero y jefe del singular grupo está un grandísimo André Braugher (Frequency); pero tampoco hay que olvidar a otro tipo en su salsa como es Terry Crews (Los Mercenarios), donde se aprovecha a tope la gran vis cómica que tiene. Las chicas que aparecen también son todo un descubrimiento cómico y no tienen nada que envidiar a sus pares: Stephanie Beatriz, Melissa Fumero y Chelsea Peretti. Pero incluso dentro de este grupo de frikis, siempre va a haber uno que es el más friki, y ese personaje lo borda un desternillante Joe Lo Truglio (Supersalidos).
Esta es una serie altamente recomendada, y más en los tiempos que corren, para hacernos reír y sonreír, para hacernos olvidar de todo, que se pasa rapidísima con las miles de ocurrencias y aventurillas que nos muestran los actores en cada uno de sus fotogramas, con un uso muy inteligente de los mini flashbacks que intercalan hábilmente en cada episodio. Es, como ya he dicho, una sitcom llena de inteligencia a pesar de que por fuera parezca una comedia del montón.

No entiendo votos de 6 en adelante a esta comedia. Si "Brooklyn Nine-Nine" que provoca una o dos risas por capítulo, tiene notas tan altas, ¿Qué nota merecería "The big bang theory", con la que te ríes una vez por minuto?
Para que una comedia funcione debe tener dos premisas, primero personajes graciosos, y segundo un guión ingenioso. Brooklyn sólo tiene de lo primero y no en cantidad. Aquí los personajes están demasiado esteriotipados, el poli chuleta, la poli guapa (Con química amorosa entre ambos) el poli patoso y la poli dura, entre medias un capitán de policía ordenancista.
Pero de verdad alguien puede reírse con frases del tipo:
"Capitán, no he atrapado al malo, pero le traigo un helado" ¿O ponerse chanclas para una persecución policial?

Serie más del estilo de "Mike y Molly" "Dos chicas sin blanca" que de las grandes comedias de la tv.
Le doy un cinco por el intento y alguna sonrisita que provoca, sobretodo cuando aparece en flash-backs el antiguo capitán permitiendo que el prota haga alguna de las suyas. Pero hasta eso acaba volviéndose rutinario.

Efectivamente, nunca es tarde para ponerse a ver una serie (o hacer algo con tu vida), aunque se estrenara hace 7 años. Ahora mismo, podría tirar de tópicos, endiosar a la serie con grandes alabanzas como ``Una de las mejores sitcoms de la década´´, pero no va a ser el caso, y que conste que he aguantado hasta la tercera temporada, así que, con tal bagaje, me puedo permitir el lujo de criticar la serie.
En primer lugar, he de decir que los personajes en sí mismos tienen potencial intrínseco, es decir, se podría hacer un spin-off de todos y cada uno de ellos, ya sea bien por el tono absurdo que transmiten a través la serie, o bien por la excentricidad de estos y porque tienen una composición bellísima, con sus luces y sus sombras, y que, en cualquiera de sus vertientes, te pueden provocar risa o ternura (o ambas simultáneamente). ¿Pero sabéis cual es el problema? Efectivamente, los dialoguistas. Personajes que parten con una premisa interesante y con una brillante elección de casting, se ahogan en diálogos absurdos que pierden fuelle a medida que vas visionándola, o que, directamente, no tienen ninguna aportación cómica de punto de partida, un hecho que arrastra consigo al propio transcurso narrativo de la serie, y por último, al espectador.
La serie va perdiendo fuelle, dado que otro de los problemas se encuentran en las tramas principales, que llegan a convertirse en rutinarias aunque no por ello dejan de ser divertidas, pero si a esto le sumas el problema que entrañan los diálogos y que gran parte de las sub-tramas no tienen nada interesante que aportar más allá de los clichés de cada personaje, dando lugar a que la serie se vuelva un leitmotiv constante, teniendo la sensación de que cada capítulo es igual que el anterior y que el siguiente.
Cuando quiera incorporar algún elemento rutinario en mi vida, me apuntaré a algún cursillo de como aprender a escribir un guion de cine, pero un producto cultural está para evadirte de la monotonía, y esta serie me la ha estampado en la cara.