El camino a casa

Sinopsis: Zhang Ziyi en modo stalker corriendo como una astronauta por la pradera.

La película es hermosa y cuenta una historia sencilla, pero su gracia radica en los detalles, en la belleza magnética de Zhang Ziyi y en las cosquillas que te haga al conectar por empatía con tus vivencias amorosas, tirando hacia la adolescencia confusa en la que todo era superimportante, y cuando no eras correspondido te querías morir.
No tengo nada contra la película, la respeto y la he disfrutado, pero a pesar de ver más allá de lo que me cuentan, de disfrutar todo el apartado estético (incluyendo el traje de muñeco Michelín) y de ver la magia que respira, siento que no podía conectar con la base del planteamiento. Es una historia bonita que no es para mí porque estoy muerto por dentro y hay simplezas que me superan. Y por momentos me resulta un amor enfermizo, pero no por ello menos creíble ni más desconocido.

Lo mejor:
:: Zhang Ziyi
:: La fotografía, sobre todo cuando terminan los planos de la chica pateando monte
:: Resulta simpática sin ser pastelosa
:: El ritmo y la forma de entrecruzar los caminos está muy bien
:: Duración perfecta
:: No ser el padre de la protagonista

Lo peor:
:: Darte cuenta al terminar de que no te ha llegado tanto a la patata como esperabas

Es increíble como en un pequeño pueblo medio muerto, haya podido transmitir tanta vida.

Hay un cosa que la gente no comprende. Las relaciones son complicadas, pero el amor (el de verdad, que dicen que existe todavía...) es sencillo.
Tan sencillo como nos muestra esta delicada y preciosa película que llega a la patata del tipo más duro.

Unos paisajes y música preciosos acompañan unas actuaciones y una historia tierna. Con pequeños momentos llenos de sentido o palabras que inundan la pantalla.
No es necesario grandes gestas por amor, ya que nos muestran como la mayor gesta es simplemente amar sin condiciones.

El problema lo tiene con el público más joven. Ellos y ellas no tienen culpa, son hijos de su tiempo, pero en nuestro actual mundo que todo va tan rápido, de todo nos cansamos mas temprano que tarde, puede que esta obra que no es acelerada y llena de gestos vistosos no les guste.

Una joya del cine chino que al terminar de verla solo pensarás en recomendarla a tu gente más cercana.

Es una bellísima película, una auténtica elegía al amor, de un amor construído desde la sencillez e ingenuidad de la juventud. Un amor que se muestra desnudo, sin artificios, que brota como un torrente compuesto de las sensaciones más sutiles: de las miradas que se encuentran, de los gestos, deseos,de momentos imaginados en las noches más frías y oscuras del invierno, de las esperanzas, el reencuentro... Estas sutiles gotas se unen dando lugar a un amor que se extiende como un río desbordado llenando todos los espacios del pensamiento hasta hacernos confundir la realidad con la realidad imaginada. Se oyen en nuestro interior las voces y las campanas que nos recuerdan a nuestro amor... con tanta fuerza que las percibimos como si fuesen sonidos reales

Desde la sencillez más absoluta, construye un relato en el que destaca también, el amor a la enseñanza y a las tradiciones, por ser éstas un vínculo de unión con aquellas personas que nos han precedido y a las cuales les debemos parte de nuestra herencia cultural y por lo tanto, parte de lo que somos.

Esta película es un regalo envuelto en bellísimas imágenes y una preciosa banda sonora. La naturaleza y la naturaleza del ser humano dialogan en un plano de armonía. Todo es visual y emocionalmente desbordante y a su vez, expresado desde la sencillez y lo mínimo.

Tal vez demasiado coral para ser creíble... pero... ¿a caso el amor no es algo que parece increíble y el ser humano lo hacemos real cada día y en todas partes?

Es una película sencilla pero muy bien planteada para que esa sencillez te gane. Unas imágenes de postal, de lienzo, una actriz cuyos gestos hablan mas que las palabras, una historia simple y hasta anacrónica (las formas de los personajes parecen de varios siglos mas atrás), pero que dentro de ti poco a poco va in crescendo.
Puede ocurrir además que te sientas identificado con algo que se diga, y entonces te pinzará un poco más el corazón.
Es de las mejores, si no la mejor, de la etapa china y no plegada al poder de su director, Yimou, que antes y después ha hecho películas tanto o mas buenas, pero ya se ha ido perdiendo y dedicando a ensalzar al nacionalismo de su país.
Si nunca has visto una película china, empieza por esta, y verás que cualquier comedia romántica de Hollywood se retrata sola comparada con esta simple y delicada forma de retratar el amor sin ponerse una mano encima.

Preciosa película donde no se entiende pero tampoco se cuestiona ciertas tradiciones de los más mayores, al final se respeta, pero me ha dado la impresión que ese hijo no lo acababa sintiendo como el resto.
Una lucha entre generaciones con diferentes metas pero si se tira de respeto y empatía se entenderá el por qué es importante cumplir deseos sin juzgar ni criticar.
Nuestros mayores se merecen respeto hacia sus vidas, sus recuerdos y sus caminos, esos que a veces generación tras generación se siguen cruzando.