Cuatro confesiones
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Western
Juan Carrasco, un bandido mexicano, secuestra a una pareja y el asunto acaba trágicamente. El hilo conductor de la historia serán las declaraciones realizadas a lo largo del juicio por tres testigos involucrados en el caso, cada uno de los cuales expondrá su propia visión de los hechos. Un singular western que se basa en parte en el "Rashomon" de Kurosawa. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi primera reflexión parecerá una bobada, pero durante toda la película he estado pensando en lo diferente que hubiera sido de haberse rodado en color y no en ese maravilloso B/N. ¿Una bobada?; puede que sí, el caso es que tener a Paul Newman de mexicano con sus ojazos azules sólo es posible de esta manera. Hay pocas dudas sobre su profesionalidad, es uno de los grandes nombres propios de la Historia del Cine, pero un bandido mexicano con ojos azules no es posible. Sólo así, en B/N. Por eso creo que Martin Ritt planta cara a la objetividad y decide además del contenido explícito de su película ofrecer un mexicano con ojos azules, aunque sea en una fotografía en B/N. A mí me parece maravilloso, Martin Ritt está diciéndonos ya desde el principio que todo lo que vemos no es lo que parece.
El que conozca "Rashomon" de Kurosawa ya sabrá de qué va "Cuatro confesiones". Por lo que sea, muchos observadores diferentes pueden tener visiones muy distintas del mismo hecho, puede que por una mentira tendenciosa, por lo que sea, pero un hecho simple es siempre diferente visto desde puntos de vista distintos. Lo grave es emitir un juicio que conlleve una sentencia, entonces la justicia está en el ojo del huracán y ya podemos acabar reflexionando de forma más y más compleja.
"Cuatro confesiones" es un western diferente que arranca con unas escenas portentosas. Tres hombres esperan un tren y la lluvia cae fuerte. Se describe un hecho, se ofrecen varios puntos de vista y lo mejor, las frases más contundentes, los diálogos más brillantes, caen en boca del genial Edward G. Robinson. Siento decirlo, pero Newman queda a la sombra de esos tres hombres.
Un mexicano con ojos azules. Ver para creer. Qué grande Martin Ritt, cuánto tiempo debió estar riéndose...
El que conozca "Rashomon" de Kurosawa ya sabrá de qué va "Cuatro confesiones". Por lo que sea, muchos observadores diferentes pueden tener visiones muy distintas del mismo hecho, puede que por una mentira tendenciosa, por lo que sea, pero un hecho simple es siempre diferente visto desde puntos de vista distintos. Lo grave es emitir un juicio que conlleve una sentencia, entonces la justicia está en el ojo del huracán y ya podemos acabar reflexionando de forma más y más compleja.
"Cuatro confesiones" es un western diferente que arranca con unas escenas portentosas. Tres hombres esperan un tren y la lluvia cae fuerte. Se describe un hecho, se ofrecen varios puntos de vista y lo mejor, las frases más contundentes, los diálogos más brillantes, caen en boca del genial Edward G. Robinson. Siento decirlo, pero Newman queda a la sombra de esos tres hombres.
Un mexicano con ojos azules. Ver para creer. Qué grande Martin Ritt, cuánto tiempo debió estar riéndose...
20 de noviembre de 2012
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es del oeste. No es un drama. No es una comedia. Y, sin embargo, es todo eso y mucho más.
A mí me ha recordado aquellas obras de teatro que hacían en TVE y que se llamaba Estudio 1. Así, con ese misterio, esa intriga, en blanco y negro........definitivamente es una obra de teatro.
Solo hay dos escenarios, bueno dos y medio: la estación, el claro del bosque y el medio es la escena del juicio, así que es puro teatro. No hay caballos, no hay llantos, hay un duelo de aquella manera......
No me ha llenado del todo Paul Newman, le ha faltado un poco de maldad para ser un buen Carrasco. Muy bien Robinson, como siempre.
La recomiendo.
A mí me ha recordado aquellas obras de teatro que hacían en TVE y que se llamaba Estudio 1. Así, con ese misterio, esa intriga, en blanco y negro........definitivamente es una obra de teatro.
Solo hay dos escenarios, bueno dos y medio: la estación, el claro del bosque y el medio es la escena del juicio, así que es puro teatro. No hay caballos, no hay llantos, hay un duelo de aquella manera......
No me ha llenado del todo Paul Newman, le ha faltado un poco de maldad para ser un buen Carrasco. Muy bien Robinson, como siempre.
La recomiendo.
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