El viento

Cuando vi la altas puntuaciones que daban los usuarios a esta película, situándola entre las mejores de la historia prácticamente, no dudé en ir a verla al cine, esperando ver una obra maestra. Sin embargo esto no fue lo que ocurrió. Reconozco que es una buena película, pero no creo que merezca más de un 7,5. Pensé que tal vez me emocionaría su final, como por ejemplo big fish, pero tampoco consiguió hacerlo. Insisto, es una buena película y merece la pena ir a verla, pero creo que la han sobrevalorado demasiado. No vayan con la expectativa de ver la mejor pelicula de su vida, vayan con la expectativa de ver una buena película.

Personalmente "El viento" me produce la siguiente sensación que voy a exponer en el siguiente ejemplo:

Me encuentro a finales de Noviembre y observo por la ventana que hace mucho, pero que mucho viento. La escasa gente que se encuentra en las calles camina encogida y abrigada.
Me bajo los pantalones y abro la ventana. Asomo mi trasero (no rasurado) y me quedo inmóvil dejando que ese frío y agitado viento me petrifique los molestos palominos y tarzanetes causados por la dieta mediterránea.

Pasa una hora. ¡No siento mi culo! Así que decido introducirme de nuevo al reconfortante calor del hogar. Resulta enormemente complicado volver una posición equiparable a la del homo erectus en esas condiciones de rigor mortis forzado.
Hagan la prueba porque es un ejercicio de difícil ejecución. Intenten evitar los horarios de entrada y salida de los colegios, un mitin político o cualquier clase de manifestación para evitar innecesarias confusiones y futuras palizas.

Después de cerrar la ventana me siento en una silla como puedo y espero impacientemente: ¡sigo sin sentir mi culo!

Pasan otros veinte minutos y el calor comienza a notarse en forma de riego sanguíneo por mis posaderas. La sensación es tan placentera como molesta y desconocida.

Transcurren otros diez minutos y siento el calor, siento mi sangre circulando desde mi corazón hasta mis piernas... ¡Siento nuevamente mi culo!


Pues eso, que el filme de Mignogna está muy cuidado y con muy buenas interpretaciones como mis calzoncillos y su ecosistema, pero me deja frío, frío, frío hasta que llega el final donde aparecen sus virtudes y el calor humano.
¿Sobrevalorada? Mucho ¿Mala, fallida o como el culo? En absoluto.

Película llena de vida, sincera, austera, intimista, sentida, notablemente interpretada (maravillosa Antonella Costa, impagable trabajo de Federico Luppi), con una historia atractiva, estupendamente contada, muy verosímil.

Escribió Alberto Bermejo en El Mundo a propósito de esta cinta: "Luppi, uno de los grandes actores vivos de cualquier lengua y nacionalidad, al frente de este espectáculo emocionante". Tal vez esta verdad como la copa de un pino, sería motivo suficiente como para recomendar esta obra, pero hay más. Créanme que hay más.

Memorable.

Creo que hay una correcta construcción de la atmósfera, por lo que la historia, llega a atrapar al espectador, muy por encima de ciertas cosas, quizá inverosímiles; El viento tiene el aroma de un cuento literario contemporáneo, es intimista y sustanciosa, se siente a los actores sinceramente comprometidos con la película, lo que la hace atractiva, aunque no redonda.

Se unen para mi gusto en esta película otra vez los dos últimos genios del cine argentino . El grandísimo Federico Luppi y el tristemente desaprecido Eduardo Mignogna. Tras aquel excelente debut con "Sol de Otoño", se vuelven a unir por última vez para traernos esta historia de viejos rencores, relaciones enquistadas en el pasado y de redenciones morales dominadas por unos personajes que van dejando transitar su egoismo inicial para convertirlo en "un nunca es tarde para volver a empezar".

Lenta en su desarrollo y con un ritmo narrativo bastante pausado Mignogna, que se encarga como siempre también del guión, se deja llevar por su alma de poeta e intenta en todo momento mostrarnos a los personajes sin barreras ningunas, desnudos a los ojos del espectador, utilizando para ello muy bien las dotes artísticas de Luppi y Antonella Costa. Se "aprovecha" de ellos embarcándolos en un viaje donde la experiencias son contadas en un tono melancólico que inevitablemente traspasa la pantalla y te hacen imaginar.

Pero sin duda esta es una historia familiar con un giro final que acentua aún más si cabe esta característica. Fank (Federico Luppi) es un hombre de la patagonia argentina y que, tras la muerte de su hija, va hasta Buenos Aires en busca de su nieta Alina (Antonella Costa) a la que querrá aclarar ciertos aspectos de su vida anclados en el pasado y en el olvido. Mezclada con esta vuelta atrás estará el presente de la protagonista marcado por unas relaciones personales no del todo completas y que ayudarán en cierto modo a su acercamiento a Frank. Este encuentro culminará en un final tan sorprendente como esclarecedor y que pone fin a una cinta bastante trabajada tanto en la dirección como en la interpretación.

Para concluir destacar también una bonita música que acompaña perfectamente a esta profunda historia. Bonita y satisfactoria sin duda para aquellos a los que "el viento" traiga esta cinta hasta su puerta.