Charlie Bartlett

"Charlie Bartlett" es una historia que gira en torno al personaje protagonista que lleva el nombre del título. Este personaje se acaba haciendo pesadito ya que resulta demasiado "guay" y satura al espectador. Sin embargo, hay que reconocer el buen hacer del actor Anton Yelchin, muy expresivo, dándole gran carácter y/o personalidad a Charlie.

El resto del elenco cumple y la trama, sin ser gran cosa, cumple su cometido de entretener.

Esta película es una reelaboración de la grata comedia, ya todo un clásico, Rushmore, de Wes Anderson. Y no lo menciono porque la película lo referencie explicítamente; al contrario, lo hago porque las únicas señales de lo que ocurre con Rushmore se rastrea viendo Charlie Bartlett. Charlie vendría a ser Max; o lo que es lo mismo Anton Yelchin vendría a recordarnos el célebre papel de Jason Schwartzman.
La película no desentona; logra tener una trama interesante, a merced de unas buenas actuaciones y un, por supuesto, siempre atractivo aire adolescente.

Empieza como una loca comedia adolescente de esas que me encantan.
Va desinflándose y se vuelve convencional, dejándome algo descolocado.
Pero tampoco es una moralina al uso.
Ambigua la película y ambiguo el carácter del prota.
Como la vida misma tal vez, todos tenemos nuestros marrones.
Al final lo confiesa: ¡Sólo soy un crío!
Anton Yelchin (v.o.) lo borda, se come la película casi él solito.
El resto acompaña muy bien.
Muy buena escena preguntando a Robert Downey Jr. cómo se enfrenta a sus adicciones :-)!.
Entretenida. Me ha "tocado", no sé bien porqué.

Creo que me he quedado en la fina capa superficial que envuelve casi todas las pelis, no soy capaz de comprender el fin, moraleja o sentido de esta historia, más allá del puro entretenimiento, algo que apenas consigue.
Un rollo mesías, el poder de juntar y arrastrar con uno las masas. Los problemas de comunicación y aceptación de muchos jóvenes de hoy día, tema que Solondz aborda constantemente. No tengo ni idea. Lo cierto es que todos sus personajes rozan el desastre inminente de sus cerebros, esto me hace pensar en Happiness (y aparece una vez más Solondz), en American Beauty...
La realidad es que me ha hecho muy poca gracia, o ninguna, y del resto no me he enterado porque no se pueden fumar dos canutos y prestar atención al resto del mundo.

3, porque tiene un punto muy bueno.

Flojilla película que cuenta con todos los tópicos del mediocre cine para adolescentes yankee, sin desviarse casi ni un centímetro de los parámetros morales y tradicionales que ordenan los cánones de la sociedad americana y evidenciando una vez más, el excelso nivel de descerebramiento conseguido por este distinguido pueblo, tan amante de su bandera y exportador de su modus vivendi, cada vez con más éxito, hacia nuestra vieja europa.

Más alfalfa ya mil veces saboreada, en la que además lamento especialmente ver deambular en papeles indignos de su clase, a la moza de Mumford. No provoca el deseo de cortarse las venas o el vómito, pero su leve recuerdo flota en el ambiente, sobre todo a medida que desemboca esa riada de creación sin par.