No sabría describir muy bien esta película ni colocarla en un género. Si atiendes a la sinopsis no debería ser una película que te guste demasiado, más bien parece una de esas películas de sobremesa de domingo. Sin embargo tiene algo, quizá la brillante interpretación de Saoirse Ronan, que te atrapa y te zarandea con cada escena. Lo cierto es que realmente sientes a los personajes como en pocas películas, algo de un mérito enorme.

Una sitcom muy por encima de la media, que enganchó a una generación y que tras mucho batallar consiguió dejar atrás su fama de 'remake de Friends'. Basada en una actuación fenomenal del gran Neil Patrick Harris y con personajes y tópicos muy graciosos y a ratos hilarantes, es de esas series que con el paso del tiempo pasan a la cultura general.

Sin embargo el fuerte de esta serie radica en su capacidad sentimental además de cómica. Uno se encariña de tal manera con los personajes que siente realmente sus padeceres y esto lleva la trama a otro nivel.

Buena película de Michael Gracey, a ratos emocionante, a ratos un poco lenta. La música y las coreografías son buenas y eso eleva el nivel de la película. Reconozco la dificultad de grabar en Hollywood un musical original, y este cumple con nota. Además hacerlo con una cinta biográfica le da un punto más de mérito.
No obstante, y a pesar de todo lo bueno que tiene, lo que le da nivel a esta película es la interpretación de un siempre fiable Hugh Jackman. Carismático como siempre, cantando y bailando como pocas veces, y con un elenco de actores como nunca. En él empieza y acaba lo bueno del casting. No me creo a Zack Efron, al que intentan vender como su sucesor y no llega ni para suceder a Ryan Reynolds; no me creo a Zendaya, que en ningún momento parece sentir los padeceres de su personaje. Y Rebecca Ferguson, ¿en serio? magnífica voz y demás pero una interpretación que no está al nivel para hacer media película de escenas con el gran Hugh. Otro gallo habría cantado con Anne Hathaway en ese personaje.

No podemos decir que exista el cine perfecto, pero si existiese sólo esta película formaría parte de él. Si todos los actores pudiesen hacer el papel de sus vidas, el compositor acertar con todos los actores y los guionistas clavar los puntos y las comas, estaríamos hablando de El Padrino. Es una de esas películas que no puedes no ver y que no te puede no gustar, pero elevado a la enésima potencia. Desde el momento en que la ves solo puedes pensar en un Marlon Brando inconmensurable, en un Al Pacino sobrehumano y en un Coppola que quedará para siempre como el mejor de los mejores. La mejor película que se ha rodado, la más perfecta de todas.

Una película que, curiosamente, no tuvo demasiado éxito cuando salió; quizás porque el mundo no estaba preparado para ella. Se trata de un cuento de hadas medieval, pero con una vuelta de tuerca que la hace refrescante y encantadora. La trama de Íñigo Montoya es simplemente sublime, y la escena del esgrima es una de las mejor rodadas de la historia.